Soporte nutricional en el paciente hematológico (trasplante de médula ósea y enfermedad de injerto contra huésped)

  1. Elena García Fernández
  2. M.ª Ángeles Valero Zanuy
  3. Miguel León Sanz
Libro:
Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo
  1. Luis Román, Daniel Antonio de (coord.)
  2. Bellido Guerrero, Diego (coord.)
  3. García Luna, Pedro P. (coord.)

Editorial: Díaz de Santos

ISBN: 84-9969-293-1 84-7978-964-6 978-84-7978-964-0

Año de publicación: 2010

Páginas: 655-674

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

El trasplante de células hematopoyéticas consiste en la administración de altas dosis de quimioterapia, con o sin irradiación corporal, seguida de infusión intravenosa de células hematopoyéticas. Se emplea en el tratamiento de diversas patologías, tanto congénitas como adquiridas, y dentro de estas, tumorales y no tumorales. En general, el estado nutricional de los candidatos es bueno, incluso en los tumores de origen hematológico. Una excepción la constituyen los enfermos con neoplasias sólidas que suelen estar previamente desnutridos. En el período postrasplante el riesgo de desnutrición aumenta como consecuencia de complicaciones como la anorexia, las náuseas y los vómitos secundarios a los efectos adversos de los fármacos quimioterápicos y de los corticoides; la mucositis secundaria a las altas dosis de quimioterapia y a la irradiación corporal total; la EICH tanto aguda como crónica; la enfermedad venoclusiva hepática y diversas alteraciones metabólicas. La necesidad de soporte nutricional artificial es mayor en el trasplante alogénico que en el trasplante autólogo, debido a los mayores requerimientos calórico-proteicos, a la mayor incidencia de EICH y a la mayor severidad de la mucositis. La dieta oral debe ser la opción inicial. Hay que tener en cuenta que la bandeja, la vajilla, los cubiertos utilizados y los alimentos son portadores de microorganismos. Aunque hasta la fecha no se ha demostrado que deban ser estériles, en la práctica clínica se debe procurar disminuir al mínimo posible el porcentaje de microorganismos que presentan. Cuando el paciente no puede cubrir sus requerimientos nutricionales mediante alimentación oral, es preciso plantearse el tratamiento con nutrición artificial. La NE es más fisiológica y generalmente más barata que la NP. Además, se asocia a menor frecuencia de colestasis, menor duración de la diarrea y menor incidencia de hemocultivos positivos que la NP. A pesar de esto, tiene una serie de complicaciones relacionadas tanto con la forma de administración como con la tolerancia a la fórmula enteral. Si no es factible la nutrición por vía enteral, sería preciso recurrir a la NP. Esta última es una terapia nutricional segura pero no exenta de complicaciones, siendo las más frecuentes en este tipo de enfermos la infección de la vía venosa central y la hiperglucemia. En el momento actual no se recomienda el uso de glutamina ni de fórmulas inmunomoduladoras en el soporte nutricional de estos pacientes, en espera de ensayos clínicos de mayor tamaño y adecuado diseño que despejen las controversias existentes.