Fernando Pessoa o la belleza de la geometría del abismo

Resumen

Cuando nos aproximamos al conjunto disjunto de la obra pessoana, disgregada entre los personajes literarios heterónimos, podemos comprobar que ya no es preceptivo hablar de metodología , en sentido clásico, porque Fernando Pessoa a través de las figuras heteronímicas se sustrae al método legalmente aceptado lo que contrasta, por otra parte, con el ejercicio de un riguroso deductivismo de sus páginas filosóficas y de sus diversos ensayos por lo que, más que una reversión exclusionista, hemos de interpretar toda su producción al amparo de la complementariedad y el concernimiento de racionalidades, promovido por la aceptación de perspectivas plurales, lo que permite vincular filosofía y poesía. Ese pensamiento complejo pessoano va a suscitar, precisamente, el consorcio de las más diversas lógicas y metalógicas con una postura de escepticismo generalizado. El objetivo final consiste en alcanzar un pensamiento supremo, en definitiva, noético. Para ello traza un camino iniciático caracterizado por una derivada que conduce a otra forma de pensar, ajena a la ortodoxa, fruto de la concurrencia de diversas racionalidades. Esta opción supone la emergencia de una lógica complementar que hace suya la disyunción y la inclusión. El resultado es la puesta en acción del principio de Relación, conformador de una identidad compleja , propio de un pensamiento alternativo, que sin abolir el principio del tercio excluso termina por obviarlo al enfrentarse a situaciones desconcertantes derivadas de la pluralidad heteronímica. Dicho de otro modo, para poder conversar consigo mismo, vista su realidad multiplicada, Fernando Pessoa piensa de forma dialógica lo que fomenta la diversidad y la diferencia dentro del plano de un sujeto que al sentirse puramente a sí mismo se reconoce, cómo poco, paradójico, porque es un Yo multiplicado que penetra y se deja penetrar por multi-dimensiones espacio-temporales, interseccionando todas las diversidades a su alcance, por eso, para Fernando Pessoa la Relación Pura de esa Identidad consiste en la Pura Distinción . Cuando Fernando Pessoa decide optar como estrategia por el procedimiento heteronímico, paradójico, transdisciplinar e inusual, a la vez que está sentando las bases de lo que llegará a ser un Proto-Pensamiento Complejo, tiene en mente la necesidad de encontrarse en la pérdida de sí mismo y eso presupone la re-configuración del nuevo sujeto estético saudoso con todas las consecuencias. En realidad esta opción se corresponde con la necesidad de conjurar, sin descartarla, el dominio ejercido por una lógica cerrada propia de un sistema asfixiante, asociado a la metafísica de la Presencia, en el que el individuo representa, ya antes de nacer, un papel pre-determinado, tal como exige la maquinaria social previamente diseñada conforme a intereses muy específicos porque, como escribe Pessoa a través del semiheterónimo Bernardo Soares, de todos es sabido que mientras unos gobiernan el mundo, otros son el mundo¿ y los primeros son los que nos arrojan a la cotidianeidad ultrajante de la vida, a la sordidez monótona, a esa pesadilla antiestética a la que intenta sobrevivir el poeta, dentro de las solapas de una chaqueta de empleado de comercio alzadas con toda normalidad en torno al cuello