La cultura en Ortegaámbito en el que se realiza la vida humana

  1. Monfort Prades, Juan Manuel
Dirigida por:
  1. Javier San Martín Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 16 de diciembre de 2011

Tribunal:
  1. Ciriaco Morón Arroyo Presidente/a
  2. José Lasaga Medina Secretario/a
  3. Javier Zamora Bonilla Vocal
  4. Jesús M. Díaz Álvarez Vocal
  5. Jesús Marcial Conill Sancho Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Este trabajo pretende arrojar luz sobre la realidad del concepto de cultura a partir de la filosofía de Ortega, uno de los máximos exponentes del panorama intelectual español. Su propuesta no es fácil de sistematizar, es un concepto que evoluciona en sus trabajos, que tiene muchas ramificaciones y que está relacionado con la práctica totalidad de los conceptos clave de su filosofía. Cuando Harold C. Raley escribió su obra Ortega y Gasset, filósofo de la unidad europea, incluyó en las últimas páginas un vocabulario en el que intentaba recoger en definiciones sintéticas algunos de los términos más importantes para filósofo. Entre ellos se encuentra "cultura" del cual dice: "En su sentido más amplio y simple, cultura es la acumulación de técnicas y artefactos que permiten al hombre enfrentarse con los problemas de la vida durante un período histórico determinado. En otras palabras, cultura es el repertorio activo de soluciones a los problemas; pero como éstos son siempre específicos y, las más veces, también temporales, el hombre puede encontrarse cargado con una cultura que responde a viejos problemas, pero que no puede adaptarse a los dilemas actuales. Esta es la razón de los cataclismos periódicos e incluso de la desaparición de ciertas culturas" . Esta es una buena síntesis como punto de partida, pero exige que la investigación extraiga todos los matices de ese concepto y observe su evolución. Para ello siete capítulos conforman el cuerpo de la exploración, los cuales pueden dividirse en dos grupos. Los tres primeros capítulos se encargan de asentar las bases de la investigación, mientras que los cuatro últimos recorren la trayectoria intelectual de Ortega prestando atención a la aparición del concepto de cultura, sus matices e implicaciones. El capítulo primero tiene como objetivo presentar al lector una serie de definiciones de cultura desde dos vertientes: la antropológica y la filosófica. El concepto de cultura, como se ha indicado, tiene multitud de definiciones y ello exige, a modo de contexto de la investigación, ofrecer una síntesis de las más completas e influyentes. Desde los primeros antropólogos evolucionistas como Tylor y Morgan hasta las tendencias simbólicas de Geertz, nos encontramos con una larga serie de estudiosos del concepto que han dejado su pequeña huella en la evolución de éste: Boas, Kroeber, Malinowski, White, el estructuralismo de Lévi-Strauss, el materialismo de Marvin Harris¿ Pero si la antropología ha sido crucial en el desarrollo del concepto de la cultura, no menos importancia ha tenido en ese proceso la filosofía, la cual no solo ha aportado en muchos casos las bases intelectuales de los antropólogos citados, sino que también ha dado a luz sugerentes intuiciones originales que han profundizado en su comprensión. No puede negarse que la cultura tiene un carácter eminentemente filosófico, pese a que en ocasiones parece haberse olvidado. Herder, Kant. Fichte, Simmel, realizan, desde sus respectivos puntos de vista, unos análisis precisos y de gran calibre en torno a la cultura. Herder va de una perspectiva subjetiva a una visión objetiva e histórica de la cultura capaz de moldear la primera. Kant habla de la cultura en tres grandes ámbitos: ciencia, moral y arte. En Kant se percibe también la cultura como fin de la naturaleza humana y respuesta al anhelo de plenitud del ser humano, lo que le da un fuerte carácter subjetivo que el autor sabe conjugar con el objetivo. Fichte destaca por el fuerte idealismo que imprime en la cultura en sus Discursos a la nación alemana y Simmel es uno de los más importantes investigadores de tal idea. Su claridad y sus abundantes publicaciones sobre aspectos culturales del ser humano permiten llevar a cabo una sistematización del concepto que gira en torno a la distinción entre la cultura subjetiva y la cultura objetiva y la gran tragedia que atraviesa su relación mutua.