Naciones desUnidasproceso de construcción del documento final de la cumbre de 2005 en la Asamblea General

  1. Londoño Jaramillo, Patti
Dirigida por:
  1. José Almaraz Pestana Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Año de defensa: 2009

Tribunal:
  1. Miguel Requena Diez de Revenga Presidente/a
  2. José Ignacio Torreblanca Payá Secretario/a
  3. Miguel Ángel Ruiz de Azúa Antón Vocal
  4. José Ángel Sotillo Lorenzo Vocal
  5. Felipe Maraña Marcos Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Naciones Unidas realizó la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del 14 al 16 de Septiembre de 2005 en Nueva York. La redacción, construcción y elaboración del Documento Final preparado para esta Cumbre tuvo un procedimiento irregular dentro de las prácticas tradicionales de negociación multilateral. Inicialmente la convocatoria de la Cumbre que celebraría los 60 años de la Organización tenía como objetivo evaluar los avances en el cumplimiento de los Compromisos de Desarrollo del Milenio. Sin embargo, este objetivo degeneró en un ambicioso intento de reforma integral de la Organización, motivado por la Secretaría y por la Unión Europea, principalmente. El capítulo cuarto es la contribución esencial de esta tesis y describe el proceso en sí, las reuniones y su formato, las composiciones de grupos cada vez más restringidos, que excluyeron a las grandes mayorías de la toma de decisiones y las modalidades que se ingenió la Secretaría para tomarse los atributos que le permitieron cerrar acuerdos sin la participación de los Estados Miembros de Naciones Unidas. Acuerdos que más tarde fueron presentados, impuestos y avalados en un ambiente de frustración, molestia y desencanto, que no ha dejado de mantener la desconfianza entre los Estados y entre estos y la Secretaría, con implicaciones serias para la consolidación de acuerdos universales que puedan necesitarse en el futuro. Puesto que Naciones Unidas no está aislada del sistema internacional, sus debates y parálisis son el reflejo de la polarización en este sistema y de ahí la importancia de conocer los planteamientos de los principales actores. Puesto que el poder en Naciones Unidas se basa en el veto, se analizan las posiciones y planteamientos relevantes de China, la Federación Rusa, Estados Unidos y la Unión Europea. Si bien Reino Unido y Francia son los miembros permanentes en los temas comentados la Unión Europea tiene una sola voz, con excepción de la reforma del Consejo de Seguridad y se hace sentir por el peso específico propio de la Unión y por supuesto del hecho de que dos de sus miembros son permanentes en el Consejo de Seguridad. Para entender la concepción de este proceso y por la importancia y control que tuvo la Secretaría también se explica la visión de Kofi Annan sobre la Organización y su rumbo, lo cual ayuda a entender su motivación para dominar la construcción del Documento Final de la Cumbre de 2005. Tanto el análisis de los hechos sucedidos en la Asamblea General como la perspectiva de los intereses de los actores principales del sistema contribuyen a explicar el reordenamiento del poder que se examina en la Conclusión. Este se complementa con reflexiones sobre realismo e idealismo y la fragilidad de los consensos y el enemigo interno del multilateralismo, que es precisamente su dinámica interna contaminada por un juego de poder de manipulación y prácticas excluyentes. Este estudio no solamente cuestiona las prácticas tratadas para imponer ideas ajenas al consenso, sino que se reafirma en la percepción que de haber respetado los métodos y procedimientos regulares, el proceso hubiera sido menos traumático y hubiera logrado aún más. Por lo tanto, si al final de este trabajo logro transmitir la importancia de mantener los métodos de trabajo participativos y abiertos para asegurar un multilateralismo incluyente, legítimo y democrático quedaré satisfecha. Los métodos observados durante el proceso de construcción del Documento Final de la Cumbre de 2005 pueden convertirse en indicios del declive de Naciones Unidas, de su debilidad y de sus limitaciones para ser lo que la Carta, en su preámbulo, dispone: una organización resuelta a preservar la paz y la seguridad internacionales; a crear condiciones para la justicia y el respeto de las obligaciones internacionales; a impulsar el desarrollo social y económico; a defender y promover los derechos fundamentales de los individuos; a practicar la tolerancia y la convivencia pacífica.