La restauración de las vidrieras de la catedral de León en la segunda mitad del siglo XIX y su repercusión en el taller de vidriería "Bolinaga y Cía."

Résumé

La catedral de León alberga, desde el punto de vista histórico, uno de los conjuntos de vidrieras más importantes de Europa. La historia del templo se ha visto marcada por los problemas de cimentación y calidad de la piedra desde el siglo XV. Consecuencia de ello, a mediados del siglo XIX, saltó la alarma de su deterioro y se llevó a cabo una de las restauraciones más impactantes del momento; la cual, afectó también a las vidrieras. La intervención en las mismas fue realizada entre los años 1894 y 1901 por los arquitectos Juan Bautista Lázaro y Juan Crisóstomo Torbado, siguiendo los estudios e informes de su antecesor, demtro de los Ríos. Consiguieron crear y formar un taller, con ayuda del vidriero catalán Antoni Rigalt, y destacaron en el mismo, los pintores Guillermo Alonso Bolinaga y Alberto González Gutiérrez. Como consecuencia de esta gran hazaña, se consolidó un equipo perfectamente especializado; y una vez reinaugurada la catedral de León, continuaron realizando y restaurando vidrieras en el ámbito nacional para otros edificios en el taller de "Vidriería Artística", de Guillermo Alonso Bolinaga.