El teatro de Jardiel PoncelaHumor y modernidad ante la censura franquista

  1. Suárez-Inclán García de la Peña, José
Dirigida por:
  1. Francisco Gutiérrez Carbajo Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 26 de enero de 2016

Tribunal:
  1. José Nicolás Romera Castillo Presidente/a
  2. Asunción Bernárdez Rodal Secretaria
  3. José-María Paz-Gago Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El objeto de esta tesis es el estudio y la investigación de la acción censoria durante el período de la dictadura del general Franco en la producción dramática de Enrique Jardiel Poncela. Es continuación de otros trabajos realizados sobre las relaciones de censura y teatro, que han dado a luz análisis sobre el teatro crítico y sobre algunos autores del teatro de humor como Pedro Muñoz Seca, etc. Faltaba un estudio, a través de los expedientes de censura -ya realizado en el teatro crítico español- que reflejara esta conflictiva convivencia en Jardiel, el más censurado de los autores cómicos durante la dictadura. El análisis e interpretación de estos expedientes de censura, guardados en el Archivo General de la Administración, nos ha servido de hilo conductor para entender las condiciones de producción, difusión y recepción de su obra teatral, con las singularidades que conlleva, que escapan de lo que es controlable en un texto y en el que el público es determinante. Indagaremos qué público que recibe las obras de Jardiel, si ha cambiado desde antes de la Guerra Civil (cuando el autor estrena sus primeras comedias) a después del conflicto, si en tal caso ello hace variar la producción del autor y si la censura y la crítica influyen y de qué modo en dichas transformaciones. La censura es un elemento más del engranaje del estado totalitario del Régimen que tiene una doble misión: utilizar el teatro como medio de encauzamiento ideológico y ejercer un control político, institucional, moral y religioso. Como herramienta que colabora en el funcionamiento del sistema, quiere dirigirse a un público, moldearlo y moldear los textos para ajustarlos a ese público. Desde esta óptica hay que entender su funcionamiento y en este contexto hay que explicar sus vínculos con la crítica, lo que aclararía, en buena parte, su actitud intransigente ante la producción de Jardiel que -aunque favorable al Régimen, sin incurrir en textos o escenas que supongan conflictos con sus principios o instituciones- ni en su vida ni en su obra sigue los caminos del código moral católico ni los modelos estéticos del tradicionalismo español. El patrón jardielesco no va ser aceptado ni tolerado por una censura que pretende, también desde el arte escénico, encaminar a la población hacia un ideal modélico de vida marcado por parámetros determinados. Jardiel frivoliza con el sexo, el matrimonio, el divorcio, la infidelidad, el incesto, pone en escena duelos, apariciones, locuras, a Satanás; fantasea con el destino y la otra vida y hasta bromea con un capellán. En un Estado que propugna una concepción de la vida entendida desde el catolicismo omnipresente esta actitud no tiene cabida. Por otro lado, el humor de Jardiel adopta características innovadoras y peculiares. Una visión del mundo que entra el conflicto con la de la España franquista y que se resuelve mediante un humor diferente, que se ha encontrado con el panorama cultural de las vanguardias del primer tercio de siglo, y que ha participado, desde el mismo corazón del cine, del nuevo arte escenográfico de la modernidad. Este humor no lo acepta el nuevo régimen instaurado en España que castiga en Jardiel a la generación de humoristas del 27, y a los aires renovadores europeos y americanos que impregnan su dramaturgia. La labor de la censura frente a esta estética de Jardiel extiende sus tentáculos más allá de la tachadura y los lleva, mediante una labor de colaboración con la crítica, hacia el rechazo del proceder de Jardiel por parte del destinatario de su teatro, que es el que recibe la propaganda y la labor "formativa" en la que trabaja la censura, cuya obsesión pedagógica y de adoctrinamiento la lleva a mantener el control en la clasificación por edades y las prohibiciones a menores hasta bien acabado el régimen. Creemos que la repercusión de la intervención censora en la dramaturgia de Jardiel puede ser un camino abierto para la investigación en otros autores dramáticos de humor.