El régimen de no proliferación nuclear tras el final de la guerra fría

Laburpena

La hipótesis a demostrar se formula como: "El cambio en la estructura del Sistema Internacional tras el final de la Guerra Fría ha tenido un impacto decisivo sobre los fundamentos del régimen de no proliferación nuclear, cuestionando su viabilidad en su actual configuración". El marco teórico abarca desde la Teoría General de Sistemas a teorías propias de las Relaciones Internacionales, con especial énfasis en la Teoría de Regímenes Internacionales, en el realismo en sus diferentes versiones, y en el liberalismo. La investigación es un estudio "cualitativo", para el que se ha seguido un método analítico descriptivo. El nivel de análisis elegido se ha centrado esencialmente en el estudio de Estados, aunque teniendo en cuenta las presiones que el Sistema ejerce sobre ellos, y los aspectos relacionados con la toma de decisiones dentro de estos Estados. El régimen de no proliferación nuclear es, al final, un régimen de seguridad cuya formación y mantenimiento se basarían en cuatro factores: el primero sería la presión que un "hegemón" puede ejercer sobre otros Estados para imponer un régimen que beneficia a sus intereses; el segundo factor sería el beneficio propio que los Estados obtienen de la existencia de este régimen; el tercero de estos factores es el estado del "conocimiento", que puede forzar la colaboración entre Estados; finalmente, los estudiosos destacan el papel de los "valores" en la creación y mantenimiento de los regímenes. El diseño de la investigación se hizo partiendo de estos cuatro factores, definiendo hipótesis y variables concretas que enlazan los aspectos concretos del régimen de no proliferación nuclear con los cuatro factores descritos. Como consecuencia de lo estudiado a lo largo de la investigación, puede afirmarse que el régimen de no proliferación actual, en su configuración actual, carece de los elementos necesarios para asegurar su mantenimiento tras el final de la Guerra Fría. La falta de resultados prácticos de las últimas Conferencias de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear o la proliferación de iniciativas con objetivos similares, pero ajenas a los instrumentos ya existentes en el seno de ese régimen, son síntomas de que los Estados perciben un cierto agotamiento del régimen. Este régimen es "hijo" de la Guerra Fría y de la distribución de poder específica y propia de ese momento histórico, por lo que este agotamiento se hará cada vez más evidente conforme la estructura del Sistema Internacional se aleje más de aquella en la que se creó. Éxitos "relativos" como las "Six-Party Talks" o el Grupo 5+1, no son más que intentos de reproducir (a pequeña escala) la "imposición hegemónica" en la que se basaba el régimen, evitando la imposición "universal" que ya no es posible.