De la metafísica de andrónico de rodas a la filosofía primera de aristóteles. La configuración antropomórfica del pensamiento metafísico occidental
- VILLODRES MALDONADO, DAVID
- Teresa Oñate Zubía Directora
Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Fecha de defensa: 19 de diciembre de 2019
- Antonio Pérez Quintana Presidente/a
- Francisco José Martínez Martínez Secretario
- Franca D'Agostini Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La investigación que da contenido a esta tesis doctoral puede resultar inicialmente extraña. Mezclar el estudio de la Metafísica aristotélica1 con las formas flexivas o analíticas del lenguaje o, más aún, con los estudios antropológicos de Lucien Levy-Bruhl sobre la mentalidad pre-lógica de los primeros pueblos cazadoresrecolectores puede causar cierta perplejidad. Desde una perspectiva comparativa con los estudios más relevantes del aristotelismo contemporáneo, el simple intento de relacionar la Filosofía primera de Aristóteles con el pensamiento especulativo supone una novedad en la causa del aristotelismo. Las razones de este raro consorcio entre Aristóteles y Hegel que da contenido a la presente investigación encuentran su justificación, por una parte, en el contenido mismo del objeto investigado y, por otra, en las circunstancias accidentales o personales del doctorando de esta tesis. Empezando por éstas últimas, el estudio de la Lógica especulativa y su incidencia en el pensamiento moderno ya había sido objeto de estudio por el autor con anterioridad a los inicios del tercer grado, incluso a la Licenciatura de Filosofía. La biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cádiz, de la que quién escribe fue alumno antes de licenciarse en Filosofía por la Uned, brindó por primera vez el acceso prácticamente a la totalidad del pensamiento moderno, especialmente a los textos más relevantes de Kant y Hegel, no sólo a los jurídicos. No era inusual que en las clases de Derecho Natural y Filosofía del Derecho del profesor Fco. Carpintero Benítez se trajeran a colación los textos fundamentales de la filosofía trascendental o del Idealismo Absoluto. El descubrimiento del Aristóteles griego, sin embargo, tuvo lugar en la Facultad de Filosofía de la Uned de manos de los estudios de la profesora Teresa Oñate y Zubía. Hasta este momento, mi concepción sobre el pensamiento aristotélico estuvo dominada bajo el paradigma del tomismo, a pesar de las constantes referencia de los textos de Hegel a la naturaleza especulativa de la filosofía primera, referencias y comentarios que no crecieron en mí sino a raíz de la lectura atenta del Aristóteles griego de la profesora Teresa Oñate2. Es de justicia reconocer que el estudio de este Aristóteles que anida en los estudios de la profesora me ayudó a tener una mayor conciencia y profundidad de los textos fundamentales de Hegel y la problemática que los recorre. Como alumno y estudioso del pensamiento del Aristóteles griego, los abigarrados entresijos del Idealismo Absoluto, en efecto, quedaron transparentados como si de un libro abierto se tratara. Recíprocamente, la compresión del pensamiento especulativo de manos del Idealismo Absoluto ofreció, a su vez, la solución a buena parte de la problemática que el aristotelismo contemporáneo trataba de resolver en torno a los metafísicos de Aristóteles en general, y del pensamiento metafísico contemporáneo en particular. De esta manera, los accidentes personales del autor de esta investigación vinieron a alinearse con una necesidad ya dependiente del contenido mismo: la urdimbre que entrelaza el pensamiento de Aristóteles y Hegel y los problemas de la Metafísica Occidental, cuya relatividad recíproca fundamenta las líneas fundamentales de esta tesis doctoral. Con esta breve descripción de la formación personal del doctorando creemos que, al menos, lo extraño del proyecto ha quedado transformado en una exigencia del estado de la ciencia en torno al aristotelismo y al pensamiento metafísico occidental: justificar esta afirmación será el objetivo principal de nuestra Tesis doctoral. La investigación la hemos dividido en tres secciones: a).- Sección Primera: De la Doxografía (Cap. 1 y 2) Por exigencia de las normas sobre los estudios de tercer grado pasamos en primer lugar revista al estado de la ciencia sobre el objeto investigado. Los trabajos de T. Oñate nos sirven de base: Para Leer la Metafísica de Aristóteles. b).- Sección Segunda: De la Modalidad o modos del ser-pensar (Cap. 3 y 4). Estudio de las diferencias entre el pensamiento empírico o metafísico (escisión sujeto-objeto) y especulativo (unidad sujeto-objeto). Como el modo de pensar es correlativo al modo de ordenar una ciencia, el propósito de esta sección es dotarnos de un principio para la lectura de la filosofía primera y para la superación del pensamiento metafísico occidental. c.-) Sección tercera: Del pensamiento griego (Cap. 5). Exposición históricasistemática de la protología griega desde Parménides a la Filosofía Primera de Aristóteles. En el capítulo primero repasamos las cuatro respuestas del aristotelismo contemporáneo a la cuestión ¿qué es la Metafísica?. Seguimos Para leer la Metafísica de Aristóteles en el S. XXI. Antes de hacer un repaso breve de las lecturas subrayamos el orden de las lecturas porque la secuencia de exposición es importante (en todo orden va implícito un modo de pensamiento): Según el orden histórico de las lecturas, la concepción tradicional de la Metafísica como Teología se rompe con las lecturas ontológicas de Natorp, Zeller y Jaeger (comienzo del aristotelismo contemporáneo).Éstas primeras lecturas fueron seguidas de la oposición de Merlan y Owen (teológicas) de cuya crítica salen finalmente las dos posiciones mayoritarias del aristotelismo actual: la ontoteológica (destacando la opción teologizante de E. Berti, Tomás Calvo dixit) y las aporéticas o escépticas (Aubenque y Düring). La profesora Teresa Oñate, por su parte, opta por un orden que sigue el desarrollo de la filosofía primera (que llamaremos doctrinal). En Para leer la Metafísica3, el curso temporal se altera por razones de método: con vistas a comprender a Aristóteles a través de tal curso, comienza desde lo primero más cognocisble para nosotros, la ousia sensible, para ir a lo primero en sí, la ousia suprasensible. Vamos a exponer brevemente estas cuatro lecturas siguiendo el orden de la profesora: a.- La respuesta ontológica. Constituye el comienzo del aristotelismo contemporáneo: Nartop, Brentano, etc. Es importante subrayar que presenta la forma de una negación: estas lecturas nacen negando que los 14 metafísicos sean una teología (Escolástica): el objeto de la ciencia primera es el Ser general (ser en sentido propio o existencial). T. Oñate, y en general la comunidad científica, pasa por encima de estas lecturas porque no resisten los textos de Aristóteles. b- La respuesta onto-teológica. Son las más numerosas y ricas de contenidos. Nos encontramos de nuevo la negación en el origen de las lecturas onto- teológicas. Según estas lecturas, los metafísicos no solo una ontología ni solo una teología: encierran las dos ciencias unidas. Según el puente de unión, salen dos líneas de respuestas onto-teológicas: Por un lado, el puente usiológico da lugar a aquellas lecturas de los 14 metafísicos que encuentran en la ousia individual el punto de unión entre la ontología y la teología de los metafísicos. Estas respuestas, en síntesis, parten de la ontología cuyas insuficiencias conducirían a la necesidad de la teología como su primer principio: toda realidad es substancia y Dios sería la substancia primera. Para la profesora esta vía de integración queda vetada por los propios textos: no existiría puente entre entidad individual (objeto de la Ontología) y la ousia inmaterial (εἴδη).Olvida que para Aristóteles la prote-ousía no es el individuo sino el eidos. Por su parte, el puente etiológico sigue el camino inverso4: encuentra el nexo definitivo que integra estos dos saberes en la idea de causalidad divina: ahora Dios será directamente primer principio, sin puente ontológico. T. Oñate distingue tres tipos de explicación etiológica: la creacionista, la crítica (Berti, que acaba regresando al Dios-físico causa eficiente) y la aporética. 3 Ibid. Pág. 71. En Las escalas y método de nuestro desarrollo. 4La analogía de estas lecturas con las pruebas de la existencia de Dios objeto de crítica en la Dialéctica Transcendental es interesante, lo que apoyaría la idea de cierta deuda escolástica de estas lecturas contemporáneas. En el capítulo cuarto abordaremos con más detenimiento esta línea argumentativa. c.- La respuesta aporética, representadas por Aubenque y en la que nosotros incluimos a Ingemar Düring. Nacen de nuevo del fracaso (negación) de las lecturas anteriores. d- La respuesta teológica. Merlan y Owen. Aquí La profesora Oñate expone las bases de su “teología de la inmanencia” (acciones comunicativas, que desarrolla hasta hoy).