La cristología filosófica de Michel Henry

Resumen

En su descripción del sentido de la cristología filosófica, Xavier Tilliette indica el pensamiento de Michel Henry como un “emblemático” ejemplo. A partir de esta afirmación, este trabajo doctoral trata de mostrar como el tríptico filosófico dedicado, por el fenomenólogo francés, a la filosofía del cristianismo se enraíza dentro del andamiaje conceptual construido en sus primeras obras. Esto significaría que la reflexión que Henry dedica a la “esencia del cristianismo” no representa un “cambio de dirección” con respeto a la precedente producción; al contrario, se constituye como el más directo desarrollo. Para poder enseñar las conexiones internas, la investigación toma como punto de partida la detallada descripción de la última obra en la cual convergen todas las directrices del pensamiento de Henry. Una vez individuados los conceptos fundamentales, la investigación prosigue tratando de mostrar como estos mismos conceptos alumbran unos derroteros argumentativos, y permiten enlazar de manera evidente las diferentes obras que constituyen la producción del fenomenólogo francés. Todo esto, tratando de analizar la manera en que los mismos conceptos se han desarrollado dentro de la articulación del pensamiento de Henry. El objetivo de tal tipo de análisis es lo de dejar salir a la luz como, en la reconsideración filosófica del anuncio cristiano, el filósofo francés busca la confirmación de la posibilidad de un Logos “otro" respecto al de la tradición griega. En sintonía con lo dicho, el primer capítulo queda dedicado principalmente a las cuestiones de la verdad y de la esencia, con respeto a las cuales las referencias bibliográficas henryanas son los volúmenes Paroles du Christ (2002), C’est moi la vérité (1996), Phénoménologie materielle (1990) y L’essence de la manifestation (1963); el segundo capítulo está totalmente enfocado al tema de la corporeidad, mediante el análisis del los volumenes Philosophie et phénoménologie du corps (1965) e Incarnation (2000); en fin el tercero se constituye como una comparación con las posiciones de Marion y Falque, a través de la consideración de la posibilidad del fenómeno saturado (en la reflexión de Marion) y de una diferente reconsideración de la corporeidad (en el pensamiento de Emmanuel Falque).