The project-based firm as a new organizational forma dynamic capabilities approach

  1. Hermano Rebolledo, Víctor
Dirigida por:
  1. Natalia Martín Cruz Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 28 de marzo de 2014

Tribunal:
  1. José Emilio Navas López Presidente
  2. Adolfo López Paredes Secretario/a
  3. David Naranjo-Gil Vocal
  4. Albert Boonstra Vocal
  5. Mariano Nieto Antolín Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Motivación y objetivos de la tesis En un entorno actual caracterizado por elevado dinamismo y cambio constante, los proyectos han pasado de ser esfuerzos temporales mediante los cuales se hacía frente a problemas muy específicos, a ser parte de las actividades diarias que realiza cualquier organización para lograr sus objetivos estratégicos (Irja, 2006; Whittington et al., 1999). Así, los académicos reclaman que tanto los proyectos como las empresas que se organizan en torno a ellos (empresas basadas en proyectos) deben ser estudiados desde la óptica de la dirección estratégica (Reich et al., 2013; Sydow et al., 2004; Thiry y Deguire, 2007). Sin embargo, pese a que la unión de las disciplinas de la dirección estratégica y la dirección de proyectos es vista como una opción muy prometedora, los beneficios de la misma están aún por explotar (Grundy, 1998). La revisión de la literatura en dirección estratégica muestra claramente que, salvo en contadas excepciones (Henisz et al., 2012; Moeen et al., 2013; van Oorschot et al., 2013), ni los proyectos ni las empresas basadas en proyectos, son el objeto de estudio en artículos o conferencias (Thiry y Deguire, 2007). Si nos centramos en la literatura de proyectos, las empresas basadas en proyectos están recibiendo cada vez mayor atención, ya que son una estructura organizativa que empieza a poblar todo tipo de industrias (Hobday, 2000; Lindkvist, 2004, sydow et al., 2004; Turner y Keegan, 1999). Estas organizaciones son vistas como estructuras extremadamente flexibles, y por tanto, capaces de superar las barreras al cambio, hecho que las convierte en las estructuras ideales para competir en entornos turbulentos y dinámicos (Boh, 2007; Hobday, 2000; Söderlund y Tell, 2009). Pese a todo, el concepto de empresa basada en proyectos, también denominada organización dirigida por proyectos, u organización p., no está exento de controversia. Pese a ser comúnmente definida como aquella organización en la que los proyectos son el principal elemento en sus negocios (Hobday, 2000 : 874), la realidad nos muestra que no existe consenso sobre qué es exactamente una empresa basada en proyectos. En concreto, existen 3 grandes cuestiones sobre este tipo de empresas: (1)son una nueva forma organizativa con estructura propia; (2)deben organizar todas sus actividades en modo proyecto; (3)deben desarrollar proyectos para fines comerciales. Estos debates sugieren abandonar las definiciones centradas en los proyectos que desarrolla la empresa y optar por otra de índole estratégica, centrada en la manera de conseguir ventajas competitivas sostenibles. De hecho, estudios recientes han colocado el nivel de análisis no en los proyectos, si no en las carteras de proyectos e incluso en el nivel organizativo, así, el objeto de estudio no es conseguir el éxito en un proyecto, si no conseguir el éxito de la organización a través de la ejecución simultánea de varios proyectos (Voss, 2012). Sin embargo, la consecución de objetivos estratégicos mediante la ejecución de proyectos no es tarea fácil. Estudios recientes han demostrado que las empresas basadas en proyectos sufren una tensión interna que dificulta su desempeño, i.e. la naturaleza cortoplacista de los proyectos frente a la visión estratégica de la propia organización (Grabher, 2004; Melkonian y Picq, 2011). Asimismo, recientes estudios se han centrado en los nexos de unión entre proyectos y organización como posible solución a la tensión interna anteriormente comentada. En este sentido, el papel de los proyectos en el desarrollo de modelos de negocio es visto como un posible nexo de unión (Artto et al., 2008; Patanakul y Shenhar, 2012). Esta visión de los proyectos como participantes activos e incluso generadores de modelos de negocio y por tanto, de objetivos estratégicos no es compartida por toda la academia. La llamada ¿visión tradicional¿ postula que los proyectos no son nada más que meros sirvientes mediante los cuales puede ponerse en marcha parte de la estrategia ya definida, pero que en ningún caso deben considerarse parte integrante en el proceso de elección y definición estratégico (Hobday, 2000; Shenhar et al., 2007). Además, esta visión tradicional de los proyectos enfatiza el hecho de que debido a su visión cortoplacista y su naturaleza temporal, resulta extremadamente difícil generar conocimiento organizativo de las experiencias y lecciones aprendidas durante la ejecución de los proyectos, hecho que refuerza su visión de los proyectos como instrumento para la resolución de problemas puntuales, pero no como elemento principal en los modelos de negocio. Así, con el objetivo de arrojar luz sobre la controversia existente en el papel que los proyectos cumplen en el seno de la organización, esta tesis propone un modelo que evalúa las empresas basadas en proyectos desde la óptica de la teoría de las capacidades dinámicas. Frecuentemente concebida como una extensión de la teoría basada en los recursos (Barney, 1991; Peteraf, 1993), la teoría de las capacidades dinámicas trata de explicar por qué unas organizaciones obtienen mejores resultados que otras bajo condiciones de cambio continuo e incertidumbre (Eisenhardt y Martin, 2000; Teece et al., 1997; Zollo y Winter, 2002). Por tanto, esta tesis abunda en la corriente que reclama el estudio de los proyectos, y las organizaciones en ellos basadas desde la óptica de la dirección estratégica. Dados estos antecedentes, la presente tesis tiene como objetivo profundizar en el estudio de la empresa basada en proyectos como nueva forma organizativa aclarando además las razones que llevan a éste tipo de organizaciones a posicionarse como la configuración organizativa óptima para competir en entornos dinámicos y turbulentos. Para cumplir con el citado objetivo primero se construye un modelo que permite explicar la generación de capacidades dinámicas y la transferencia de conocimiento en el seno de las empresas basadas en proyectos. Posteriormente, dos estudios empíricos nos permiten comprobar la validez del modelo en dos marcos muy diferentes, i.e. (1)una muestra internacional de empresas basadas en proyectos; (2)el campo de la cooperación internacional al desarrollo. Por tanto, podemos subdividir el objetivo general de la tesis en tres objetivos de segundo nivel: 1. Construir un modelo de dos niveles (proyecto y organización) sobre la generación de capacidades dinámicas en el seno de las empresas basadas en proyectos que nos ayude a explicar la transferencia de conocimiento y por tanto la consecución de objetivos estratégicos en el largo plazo. 2. Incrementar el conocimiento actual sobre el papel que los altos directivos juegan en el éxito de proyectos, programas y carteras mediante la aplicación del modelo construido previamente a una muestra internacional de empresas basadas en proyectos. 3. Evaluar la importancia del uso de los estándares sobre dirección de proyectos y su influencia en el éxito de los proyectos de cooperación internacional. Estructura y metodología de la tesis El presente trabajo de tesis consta de cinco capítulos. El primero de ellos presenta una revisión de la literatura referente a las dos disciplinas que se combinan en este trabajo, i.e. la dirección de proyectos y la teoría de las capacidades dinámicas. El capítulo 2 se corresponde con un estudio conceptual dedicado a la construcción de un modelo de que explica la formación de capacidades dinámicas en el seno de las empresas basadas en proyectos. El capítulo 3, se constituye como el primero de los estudios empíricos mediante los cuales se testa la validez del modelo desarrollado en el capítulo 2. En concreto, este primer estudio empírico se basa en una muestra internacional de 62 empresas basadas en proyectos obtenida mediante el envío de cuestionarios por vía tanto electrónica como ordinaria que contienen preguntas medidas mediante escalas Likert de 5 puntos. Los principales resultados de este estudio se obtienen mediante la aplicación de técnicas de ecuaciones estructurales. En concreto, los análisis se ejecutan según el procedimiento de mínimos cuadrados parciales, técnica que resulta especialmente útil bajo situaciones de muestras relativamente pequeñas, y fundamentos teóricos aún por desarrollar. El capítulo 4 presenta el segundo de los estudios empíricos. En este caso, el modelo de capacidades dinámicas es aplicado en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo con la intención de averiguar la importancia del uso de los estándares sobre dirección de proyectos y su influencia en el éxito de los proyectos de cooperación internacional. La metodología empleada a tal fin se centra en la aplicación de técnicas bibliométricas tales como la utilización de palabras clave en los motores de búsqueda de los principales repositorios de revistas científicas (i.e. ScienceDirect, John Willey and Sons), y la aplicación del heurístico ¿mayor relevancia cuanto mayor sea el número de apariciones o citas¿. Por último, el capítulo 5 presenta las principales conclusiones obtenidas, así como las implicaciones que se derivan tanto para los altos directivos como para los directores de proyecto, además de enunciar las limitaciones del trabajo y las futuras líneas de investigación. Conclusiones y principales resultados obtenidos Con el objeto de mostrar las principales contribuciones aportadas por el presente trabajo se procederá primero a enumerar las conclusiones parciales de cada uno de los tres estudios (conceptual y dos empíricos) para generar posteriormente unas conclusiones generales. Estudio Conceptual: Un modelo de capacidades dinámicas Por un lado, nuestro modelo sugiere que los directores de proyecto que desarrollen rutinas de detección, de adopción, y de transformación incrementarán las posibilidades de éxito de sus proyectos. Así, en el nivel de los proyectos, nuestro modelo pone de manifiesto una serie de rutinas necesarias para detectar cambios importantes, y reconfigurar los planes de proyecto para que se adapten a los cambios ya detectados. Por otro lado, en el nivel organizativo, nuestro modelo explica como consolidar el conocimiento generado durante los proyectos de tal forma que éste se distribuya por toda la empresa y quede grabado en la memoria organizativa. Por tanto, este estudio conceptual proporciona una explicación teórica sobre cómo se generan capacidades dinámicas en las empresas basadas en proyectos, y cómo esas capacidades ayudan a conseguir el éxito en el largo plazo. Estudio Empírico I: Involucración de la Alta Dirección en las Empresas Basadas en Proyectos Los resultados de este primer estudio empírico sugieren que tanto las capacidades dinámicas de proyecto, como las capacidades dinámicas de cartera median la relación entre los altos directivos y el desempeño de proyectos y carteras. Por tanto, las capacidades dinámicas se presentan como el mecanismo que promueve la influencia de los altos directivos en el éxito de proyectos, programas y carteras, así como de la propia organización. Profundizando un poco más en esta reflexión, los altos directivos que establezcan patrones de trabajo, rutinas organizativas y reglas de decisión estarán contribuyendo en la construcción de capacidades dinámicas, las cuales tienen incidencia directa sobre el éxito de los proyectos, programas y carteras desarrollados por la empresa. Estudio Empírico II: Determinando la importancia de los Estándares en Dirección de Proyectos Los resultados del segundo estudio empírico muestran que la aproximación del marco lógico no es adecuada para la dirección de proyectos de cooperación al desarrollo puesto que no proporciona ningún tipo de información sobre aspectos tan relevantes como la formación del equipo de proyecto, la monitorización de los resultados del proyecto, o la relación con los principales interesados del proyecto. Por otro lado, se destaca la idoneidad del recientemente creado estándar para la dirección de proyectos de cooperación al desarrollo (PMD Pro1). Por último, este segundo estudio empírico revela que la utilización de estándares en dirección de proyecto es conveniente no sólo por las técnicas y herramientas que proporcionan, sino porque a través de la puesta en marcha de los procesos que contienen, pueden generarse capacidades dinámicas en la organización. Conclusiones Generales Tomando la teoría de las capacidades dinámicas como principal punto de apoyo, los conceptos de aprendizaje entre proyectos, involucración de la alta dirección, y capacidades de proyecto y organización se muestran como los principales vértices a partir de los cuales se pueden construir las siguientes tres conclusiones: (1)mediante el desarrollo de capacidades dinámicas a nivel proyecto y a nivel organización, las empresas basadas en proyectos son capaces de hacer frente a los cambios en el entorno de los proyectos y las exigencias de clientes y principales interesados, y por tanto, son capaces de lograr el éxito de sus proyectos bajo condiciones de cambio e incertidumbre; (2)mediante el desarrollo de capacidades dinámicas a nivel proyecto y a nivel organización, las empresas basadas en proyectos son capaces de consolidar el conocimiento obtenido durante la ejecución de los proyectos así como de modificar y construir nuevas capacidades a partir de las ya existentes; (3)tanto los proyectos como las carteras de proyectos han de ser considerados como herramientas estratégicas capaces de generar nuevos modelos de negocio y por tanto, capaces de modificar la estrategia de toda la empresa. Referencias Artto, K., Kujala, J., Dietrich, P., & Martinsuo, M. (2008). What is project strategy? International Journal of Project Management, 26(1), 4-12. Barney, J. (1991). Firm resources and sustained competitive advantage. Journal of Management, 17(1), 99-120. Boh, W. F. (2007). Mechanisms for sharing knowledge in project-based organizations. Information and Organization, 17(1), 27-58. Eisenhardt, K. M., & Martin, J. A. (2000). Dynamic capabilities: What are they? Strategic Management Journal, 21(10-11), 1105-1121. Grabher, G. (2004). Temporary architectures of learning: Knowledge governance in project ecologies. Organization Studies, 25(9), 1491-1514. Grundy, T. (1998). Strategy implementation and project management. International Journal of Project Management, 16(1), 43-50. Henisz, W. J., Levitt, R. E., & Scott, W. R. (2012). Toward a unified theory of project governance: Economic, sociological and psychological supports for relational contracting. Engineering Project Organization Journal, 2(1-2), 37-55. Hobday, M. (2000). The project-based organisation: An ideal form for managing complex products and systems? Research Policy, 29(7-8), 871-893. Irja, H. (2006). Project management effectiveness in project-oriented business organizations. International Journal of Project Management, 24(3), 216-225. Lindkvist, L. (2004). Governing project-based firms: Promoting market-like processes within hierarchies. Journal of Management and Governance, 8(1), 3-25. Melkonian, T., & Picq, T. (2011). Building project capabilities in PBOs: Lessons from the french special forces. International Journal of Project Management, 29(4), 455-467. Moeen, M., Somaya, D., & Mahoney, J. T. (2013). Supply portfolio concentration in outsourced knowledge-based services. Organization Science, 24(1), 262-279. Patanakul, P., & Shenhar, A. J. (2012). What project strategy really is: The fundamental building block in strategic project management. Project Management Journal, 43(1), 4-20. Peteraf, M. A. (1993). The cornerstones of competitive advantage: A resource¿based view. Strategic Management Journal, 14(3), 179-191. Reich, B. H., Liu, L., Sauer, C., Bannerman, P., Cicmil, S., Cooke-Davies, T., . . . Thomas, J. (2013). Developing better theory about project organizations. International Journal of Project Management, 31(7), 938-942. Shenhar, A. J., Dvir, D., Guth, W., Lechler, T., Patanakul, P., Poli, M., & Stefanovic, J. (2007). Project strategy: The missing link. Linking project management and business strategy (pp. 57-76). PA, USA: Project Management Institute. Söderlund, J., & Tell, F. (2009). The P-form organization and the dynamics of project competence: Project epochs in Asea/ABB, 1950¿2000. International Journal of Project Management, 27(2), 101-112. Sydow, J., Lindkvist, L., & DeFillippi, R. (2004). Project-based organizations, embeddedness and repositories of knowledge: Editorial. ORGANIZATION STUDIES-BERLIN-EUROPEAN GROUP FOR ORGANIZATIONAL STUDIES-, 25(9), 1475. Teece, D. J., Pisano, G., & Shuen, A. (1997). Dynamic capabilities and strategic management. Strategic Management Journal, 18(7), 509-533. Thiry, M., & Deguire, M. (2007). Recent developments in project-based organisations. International Journal of Project Management, 25(7), 649-658. Turner, J. R., & Keegan, A. (1999). The versatile project-based organization: Governance and operational control. European Management Journal, 17(3), 296-309. van Oorschot, K. E., Akkermans, H., Sengupta, K., & Van Wassenhove, L. N. (2013). Anatomy of a decision trap in complex new product development projects. Academy of Management Journal, 56(1), 285-307. Voss, M. (2012). Impact of customer integration on project portfolio management and its success¿Developing a conceptual framework. International Journal of Project Management, 30(5), 567-581. Whittington, R., Pettigrew, A., Peck, S., Fenton, E., & Conyon, M. (1999). Change and complementarities in the new competitive landscape: A european panel study, 1992-1996. Organization Science, 10, 583-600. Zollo, M., & Winter, S. G. (2002). Deliberate learning and the evolution of dynamic capabilities. Organization Science, 13(3), 339-351.