Arquitectura de museos en Aragón (1978-2013)

  1. Marcén Guillén, Elena
Dirigida por:
  1. Jesús Pedro Lorente Lorente Director/a
  2. Ascensión Hernández Martínez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 10 de septiembre de 2014

Tribunal:
  1. Josep María Montaner Martorell Presidente/a
  2. Concha Lomba Serrano Secretario/a
  3. María Angeles Layuno Rosas Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis doctoral tiene como objeto de estudio la arquitectura de museos de la comunidad autónoma de Aragón en el periodo democrático (1978-2013). Esta etapa coincide en Aragón con una verdadera edad de oro de la institución museística, en la línea de lo que ocurre también en el resto de España y en la mayor parte de los países industrializados. La democratización del museo como espacio de masas, unida en el caso español a la carencia de infraestructuras culturales que arrastraba el país desde la dictadura, se encuentra sin duda entre las múltiples causas de esta proliferación masiva. Entre los objetivos definidos al inicio de la investigación se encontraba determinar cuándo surge la arquitectura de museos como tal en la comunidad, detectar las opciones tipológicas más frecuentes en la arquitectura de museos aragonesa y el verdadero impacto de cada una de ellas y elaborar un catálogo razonado de los espacios expositivos aragoneses en términos de arquitectura (si no de todos, al menos de un conjunto representativo), que permitiera disponer en el futuro de un instrumento de trabajo eficaz y actualizado. La metodología empleada en el análisis arquitectónico partió de la definición de varios niveles de trabajo. El primero consistió en la visita de un amplio conjunto de centros, cuyo estudio podía aportar una valiosa información en cuanto a las tendencias más habituales en arquitectura de museos. Para ello, de forma previa se elaboró un censo exhaustivo de espacios expositivos de Aragón, que recogió un total de 451 espacios. El censo sirvió de base para efectuar una selección representativa de aquellos que debían ser visitados con el fin de elaborar el catálogo arquitectónico que se incluye como anexo. La información más relevante de cada uno de ellos fue consignada en una ficha catalográfica de elaboración propia que incluía diferentes campos (relacionados con la arquitectura y museografía). Además, los datos obtenidos en la fase de trabajo de campo fueron volcados a su vez en una hoja Excel con diferentes descriptores: tipología (museo, centro de interpretación o exposición permanente), temática, modalidad arquitectónica (de nueva planta, rehabilitación o museo al aire libre), titularidad, horario y año de inauguración. Esto permitió elaborar posteriormente diferentes gráficos. El censo fue organizado por provincias, asignando a cada localidad el correspondiente código SITAR (Sistema de Información Territorial de Aragón), lo que hizo posible más adelante trabajar con los datos y reflejar los resultados en una serie de representaciones territoriales. El segundo nivel de análisis consistió en establecer dos grandes grupos en función de las dos posibilidades fundamentales a la hora de crear un museo, una división ya habitual en la bibliografía especializada: instalarlo en un edificio preexistente, rehabilitado para usos museísticos, o bien crear para él una arquitectura de nueva planta. La metodología ha consistido en presentar, en ambos casos, un panorama detallado de la situación, aunque los criterios metodológicos aplicados han variado de una opción a otra. En el caso de la rehabilitación arquitectónica, se ha preferido clasificar el análisis en función de las tipologías constructivas que acogen espacios expositivos en la comunidad, mientras que la arquitectura de nueva planta admitía un acercamiento cronológico y formal. Finalmente, el tercer nivel (más específico y detallado) lo constituye el estudio monográfico de ocho casos destacados, organizados en tres grupos, uno por cada una de las tendencias mayoritarias en la arquitectura de museos (rehabilitación y creación ex novo) y un tercero para los proyectos no realizados. Los ejemplos escogidos han sido el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón, el Mausoleo de los Amantes de Teruel, el Museo Camón Aznar (Zaragoza), el IAACC Pablo Serrano (Zaragoza), el Centro de Arte y Naturaleza (Huesca), el Museo Orús (Utebo, Zaragoza), el Museo Aragonés de Arte Contemporáneo de 1993 y el Espacio Goya. El estudio de la arquitectura de museos en Aragón permite extraer una serie de conclusiones. El periodo analizado se ha revelado como una etapa esencial en la historia de los museos aragoneses, caracterizada por un dinamismo sin precedentes en la apertura de nuevos centros. Esta explosión museística se ha producido en Aragón con un ligero retraso respecto al ámbito nacional, ya que es sobre todo la primera década del nuevo milenio la que asiste a la multiplicación espectacular de nuevos centros, mientras que en el resto del territorio esta expansión se produce dos décadas antes. La proliferación indiscriminada de espacios expositivos, sobre todo en el ámbito rural, ha dado lugar a una oferta museística irregular e inconexa, con graves carencias de gestión. Por otro lado, el estudio de la situación actual en materia museística proporciona una imagen de contrastes, ya que junto a los proyectos culturales estrella de los diferentes gobiernos autonómicos, en los que se han invertido cuantiosos recursos, existe toda una multiplicidad de humildes museos y otros espacios expositivos de carácter local, frecuentemente olvidados por las instituciones que los pusieron en marcha. En cuanto a la arquitectura de museos propiamente dicha, en Aragón predomina la rehabilitación arquitectónica como opción fundamental (con un 83% de los ejemplos analizados), si bien es cierto que en los últimos años han aumentado de manera considerable las creaciones ex novo (que suponen el 15% de los espacios existentes, mientras que el 2% restante son museos al aire libre). El balance final, a pesar de las carencias enunciadas, es positivo. En el periodo democrático, Aragón ha visto incrementada su oferta expositiva con un número considerable de nuevas propuestas de signo muy variado, que componen un paisaje dinámico. Esta proliferación ha conllevado la restauración de un ingente conjunto patrimonial que se encontraba en desuso. Por otro lado, el diseño museístico de nueva planta ha dotado a la comunidad de algunos de sus hitos arquitectónicos más destacados. Sin embargo, para seguir trabajando en la configuración de una red museística coherente, se impone llevar a cabo una reflexión detenida sobre la situación actual y las necesidades futuras de la comunidad, que evite repetir los errores del pasado y que haga posible, al mismo tiempo, optimizar los recursos disponibles.