Las nuevas formas de alterotropismo turístico en Aragónun intento de modelización teórica para un desarrollo sostenible del espacio rural

  1. LACOSTA ARAGÜÉS, ANTONIO JAVIER
Dirigida por:
  1. Javier Callizo Soneiro Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 04 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. José María Cuadrat Prats Presidente/a
  2. Alfonso Fernández Tabales Secretario/a
  3. Mercedes Molina Ibáñez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 405595 DIALNET

Resumen

El presente trabajo tiene como objeto de estudio la actividad turística y su papel en la reorganización espacial y funcional del medio rural aragonés. La crisis del mundo rural, iniciada a mediados de los años 50, significó el comienzo de un largo proceso de restructuración espacial, todavía inconcluso, en el que podemos distinguir algunas trayectorias claramente definidas: a) el estancamiento de los antiguos centros de mercado comarcales por el vaciamiento demográfico de sus áreas de influencia y la competencia de los centros provinciales e incluso regionales; b) la plurifuncionalidad del espacio rural sobre bases turísticas; o c) la alteración de los conceptos tradicionales de umbral de demanda y alcance económico de los bienes centrales por el peso creciente de la demanda turística. Ahora bien, esta nueva reorganización del espacio rural propiciada por el turismo no es estable, pues depende, por el contrario, de múltiples factores coyunturales (cambios económicos, modas y hábitos de consumo, etc). Una inestabilidad que exige la adopción de un paradigma sistémico capaz de explicar la recíproca realimentación (feed-back) entre la oferta y la demanda, de modo que ni aquella puede ser explicada al margen de los gustos cambiantes de ésta, ni las leyes de ésta pueden serlo con independencia de los parámetros de aquélla. La necesidad de optimizar los recursos públicos y privados canalizados hacia el desarrollo local a través del turismo, y el papel dinamizador que esta actividad genera en el territorio, fundamentan la pertinencia social del presente estudio. A lo largo de las tres últimas décadas el espacio rural de los países desarrollados ha experimentado un cambio profundo, orientado al desarrollo local y a la puesta en valor de los espacios rurales sobre premisas postproductivistas enfocadas, a través de pautas ambientales, endógenas y de búsqueda de nuevas formas de vida, al mantenimiento y, en cierta medida, recuperación del espacio rural. En este sentido el desarrollo de la actividad turística en entornos rurales, fundamentalmente en Europa, ha sido una línea de trabajo habitual, fomentada desde los organismos públicos gracias al desarrollo del llamado turismo alternativo, la configuración de sociedades más complejas y heterogéneas, la aparición de nuevas tecnologías y la preocupación ambiental. En este contexto, el espacio rural aragonés no es una excepción a esta dinámica. Y eso le ha permitido configurarse como un destino turístico diversificado y complejo más allá de la residencia secundaria y de los puntos concretos de atracción alpina y urbana. Así, los nuevos productos turísticos surgidos en el medio rural aragonés con posterioridad a las crisis petrolíferas de los años 70 (la de 1973 y su réplica en el 79) han alterado de forma sustancial tanto el mapa de la oferta como la lógica espacial que subyace en el principio esencial de alterotropismo, de suerte que las nuevas posibilidades de atracción turística han acabado por pulverizar las relaciones tradicionales de causalidad: desde el papel de la distancia, a la tipología y hábitos de consumo de la demanda, pasando por una alteración del tropismo altitudinal, inimaginable hace unos años. Este proceso, apoyado en buena medida en la aparición de unas condiciones de mercado que lo han hecho posible —el ciclo expansivo de la economía europea tras las dos crisis referidas—, ha sido abonado generosamente por las políticas de desarrollo local puestas en marcha por todas las instancias administrativas en el marco de la Política de Cohesión Territorial Europea; lo que ha propiciado que en algunos zonas concretas se produzca una sobrerrepresentación voluntarista de ciertos tipos de oferta que no responde ni al verdadero potencial turístico del territorio ni a una demanda asentada y real que de verdad reclamase su puesta en valor turístico. Con este planteamiento teórico, el presente trabajo persigue tres objetivos principales. El primero de ellos es el estudio de la distribución de la actividad turística sobre el territorio rural aragonés teniendo en cuenta tanto los diferentes elementos que integran la oferta, realidad más tangible y estática, como los comportamientos que caracterizan a la demanda, elemento mucho más cambiante e inasible. El segundo objetivo tiene que ver con la caracterización de los factores que explican los procesos y tendencias que en relación con la actividad turística, y a lo largo de las últimas décadas, se han dado en el ámbito rural aragonés, en especial con la oferta de alojamiento de turismo rural, que es el indicador más fiable del proceso de difusión de esta actividad en el medio rural. El tercer y último objetivo, de orden metodológico, persigue probar la aplicabilidad de modelos teóricos que permitan no sólo describir sino explicar los procesos evolutivos que han dado lugar a la actual composición espacial del turismo en el medio rural aragonés. Desde el punto de vista metodológico la presente investigación combina tanto la vía inductiva tradicional como la vía hipotético-deductiva. En el primer caso, se recurre a la vía inductiva tradicional, como no puede ser de otro modo dada su probada solvencia al respecto, para abordar la presentación ordenada de la oferta y la demanda en Aragón. Desde este planteamiento van a resultar de gran utilidad las recopilaciones de información, su plasmación cartográfica, así como la aplicación de tasas e índices que permitan hacer más fácilmente aprehensibles los procesos y realidades estudiados. La descripción pormenorizada, tan necesaria para la buena explicación, e incluso el recurso a la percepción subjetiva, en no pocas ocasiones, están presentes en el trabajo, como forma de avanzar en la presentación de la realidad turística en el medio rural aragonés. Y tampoco se deja de lado, por imprescindible para generar información de primera mano allí donde tantas veces falta, la realización de encuestas. Las tres que aquí se han incluido, tanto a la oferta de alojamientos de turismo rural como, por partida doble, a la demanda, realizadas en diferentes momentos de la investigación, no son un fin en sí mismo, sino que constituyen una forma de obtener información de primera mano que permita verificar algunos de los extremos y dudas planteados a partir de las modelizaciones matemáticas, y que son parte fundamental para profundizar en el conocimiento de la interacción que se produce entre la oferta y la demanda, proceso intenso y continuo que garantiza el funcionamiento y evolución sistémicos del espacio turístico. Agotada la vía inductiva, el espacio rural aragonés así descrito se toma como laboratorio en que testar la aplicabilidad de los modelos hipotético-deductivos con los que pretendemos explicar —y por tanto, predecir— la organización del espacio rural en Aragón. Es decir, una explicación de los factores de la oferta que en su interacción entre sí y con la propia demanda, sujeta también a sus propias leyes, guarda las claves de la distribución espacial del alojamiento, muy especialmente del alojamiento en el espacio rural. Y es que no hay que olvidar nunca que la pernoctación, y no otra variable, es el hecho determinante en el que verdaderamente se sustancia la práctica turística, hasta el punto de ser una condición sine qua non. Ni hay que olvidar tampoco la conexión que se establece entre esta oferta y una demanda cada vez más viajada, con mayor criterio de elección, que opta de forma constante entre los destinos turísticos en función de sus querencias personales y los impulsos variables del mercado. La relación entre los factores explicativos de la oferta se ha llevado a cabo en primer lugar mediante la aplicación del análisis factorial, que ha permitido establecer la correlación entre las diferentes variables constitutivas de la oferta turística aragonesa y su peso en la explicación de cada modalidad de alojamiento, en relación con los planteamientos metodológicos de Mulaik, Harman, Mather, Morrison, Jhonston, Beguin, Sánchez Carrión y Santos Preciado. En segundo lugar, conocido ya el peso de las diferentes variables, y en consecuencia la especialización de cada municipio en los diferentes productos turísticos, se ha tratado de explicar, por medio de un modelo teórico construido a partir de una ecuación de regresión múltiple del tipo ŷ = β + α1x1 + α2x2 + … + αnxn, los factores que verdaderamente determinan la creación de las viviendas de turismo rural —la variable dependiente— a partir de un gran número de variables independientes que son expresión de las propias potencialidades del medio natural, de los atractivos de la oferta turística convencional, de las variables demográficas y finalmente de las que hacen referencia a la existencia o no de programas políticos de incentivos a la creación de alojamientos turísticos en el medio rural. Para la demanda se ha propuesto un modelo matemático gravitacional que explica la afluencia turística, tanto real como potencial, en función de cada producto turístico y de las características de la demanda, en línea con los trabajos realizados en el campo de la Geografía Humana por autores como Reilly, Stewart, Zipf, Van Doren, Wolfe, Van Lier y Smith. El estudio está organizado en siete capítulos, cada uno de los cuales recoge una parte concreta de la investigación. El primer capítulo aborda la definición del objeto de estudio, la diversificación turística reciente del espacio rural aragonés y sus pautas de localización y desarrollo territorial. El segundo capítulo se centra en el estudio de la oferta turística aragonesa, abordando la noción de recurso, procediendo al estudio pormenorizado de los activos turísticos y recreativos que sustentan el atractivo del medio rural aragonés, al tiempo que se profundiza en el conocimiento de la oferta de alojamiento y complementaria, que permiten la explotación turística del territorio. El tercer capítulo se centra en el conocimiento de la política y de la administración turística, en especial en todo lo relativo a las políticas de reorientación funcional del medio rural a través del turismo, y muy especialmente en relación al fomento de las viviendas de turismo rural. El cuarto capítulo fija el foco de atención en el estudio de la demanda que visita el espacio turístico rural aragonés. El quinto capítulo supone un estudio detallado de la oferta de los alojamientos de turismo rural en España y Aragón, a partir de la explotación sistemática de los datos del INE contenidos en la Encuesta de Ocupación de Alojamientos de Turismo Rural durante el período 2001 a 2014. El sexto capítulo consiste en la aplicación de los modelos matemáticos propiamente dicha, con el fin de establecer a través del análisis factorial la relación entre los elementos explicativos que configuran la oferta turística aragonesa, y de caracterizar la demanda que acude a Aragón a través de un modelo gravitacional. Por último, el séptimo capítulo recoge las conclusiones generales del trabajo, al tiempo que se proponen nuevas líneas de trabajo e investigación. Así, la investigación ha permitido constatar el proceso de diversificación turística vivido por el espacio rural aragonés entre los años setenta y el momento actual, sobre la base de una demanda en aumento, más compleja y heterogénea, y una oferta en constante crecimiento y desarrollo en la que la convergencia de las políticas públicas y los intereses de la iniciativa privada han permitido no sólo incrementar la oferta de alojamiento, sino su cualificación y difusión territorial, al tiempo que se han puesto en valor nuevos recursos a través de líneas de actuación muy diversas, tanto desde la iniciativa pública (local, comarcal, autonómica, estatal, comunitaria), como desde la privada y también, muy frecuentemente, de forma conjunta. La aplicación de tasas e índices, habitualmente utilizados por la metodología inductiva clásica, ha permitido describir con precisión la distribución espacial de la actividad turística en Aragón; su explicación —y esto incluye la posibilidad de predicción— requería ineludiblemente hacer uso del arsenal metodológico aportado por los modelos neopositivistas, fundamentalmente el análisis factorial y el análisis de regresión, que han permitido de este modo definir los nexos causales que determinan la configuración de la oferta en el medio rural aragonés, y particularmente la difusión de la oferta de alojamiento en un medio envejecido y con dificultades de diversificación productiva, para el que la actividad turística constituye una de las pocas alternativas de dinamización y modernización en el momento actual. Y todo ello se ha llevado a cabo teniendo en cuenta el papel activo de la demanda en la configuración del espacio turístico. Pese a la dificultad de abordar esta realidad, y aun constatando los problemas que la falta de información desagregada genera, se han hecho esfuerzos para caracterizar esta parte del sistema turístico a través del trabajo de campo (encuestas, aforos, recuentos), lo que ha permitido no sólo verificar y matizar sus rasgos fundamentales sino que, a través de modelos matemáticos de carácter gravitacional, se ha llegado a establecer pautas de explicación de la demanda observada en los casos de estudio considerados en función de variables independientes tales como la distancia recorrida, la población de los focos emisores, o algunas características de la población residente en origen, tales como la renta per cápita o el nivel de estudios. La contraposición de ambas realidades, oferta y demanda, así como el estudio de las políticas públicas llevadas a cabo desde diferentes instancias y a diferentes escalas, ha permitido constatar la solidez de este proceso de transformación turística, si bien se han detectado algunas inconsistencias importantes tales como la sobrerrepresentación voluntarista de ciertos tipos de oferta que no responde ni al verdadero potencial turístico del territorio ni a una demanda asentada y real que la reclamase, o la dificultad para consolidar el empleo vinculado a la actividad turística en el medio rural aragonés, entre otros aspectos; hechos, éstos, que requerirán de nuevas líneas de estudio y profundización en el futuro.