La negación del yo

  1. DELGADO DE MIGUEL, JUAN FRANCISCO
Dirigida por:
  1. Carlos Gómez Bahillo Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 28 de noviembre de 2011

Tribunal:
  1. Ignasi Brunet Icart Presidente/a
  2. Pablo Emilio Garcia Ruiz Secretario/a
  3. Carmen Berné Manero Vocal
  4. Jose Fidel Molina Luque Vocal
  5. Antonio Lucas Marín Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 317440 DIALNET

Resumen

El objetivo de esta tesis doctoral permite demostrar que la sociedad de umbrales del siglo XXI, a la que resulta intrínseca una enorme circulación de información, no permite al individuo desarrollarse como persona individual, libre y autónoma. Antes al contrario, tal sociedad (especialmente la de los llamados países del primer mundo), y sus componentes limitan y coartan la propia actuación de éstos e impiden su desarrollo como entes individuales. Lo que las cartas constitucionales proclaman como derechos inalienables, consecuencia de los logros de revoluciones, guerras y millones de muertes, no es más que papel mojado. Y la naturaleza de este viraje radica en la existencia de un conjunto de tendencias no previstas en el acervo tradicional de conocimientos que provocan en el hombre del moderno sistema industrial una suerte de autoconciencia de insignificancia personal unida a una sensación de soledad moral que provoca una disposición interior a subordinar la mayor parte de los aspectos de su vida a poderes exteriores y superiores a él. Paradójicamente, tal proceso tiene lugar pese a que el sistema histórico que ha producido al hombre moderno, libera a éste de los vínculos de la sociedad tradicional y le proporciona presuntamente mayores dosis de independencia y de racionalidad, sentando las bases para una auténtica liberación de las potencialidades humanas. Ello se halla, además, estrechamente ligado a la tecnología y a sus rapidísimas mutaciones. La propia razón sociológica es la práctica de hombres libres deseosos de resolver problemas comunes. Esa filosofía social debe continuar su tarea ya iniciada por Sócrates y por Platón de ir en pos de la virtud. Y puesto que la teoría social no tiene por qué justificar su existencia apelando a utilidad inmediata alguna, no cabe duda, de que bajo las circunstancias actuales la utilidad es obvia. La inercia mental, el dogmatismo auspiciado por los medios de comunicación de masas y los diversos intereses de distinta índole atacan sistemáticamente esa fuente renovadora que es la actitud honesta y crítica frente a la sociedad humana. Y como el pensamiento social debe existir en su forma socrática y no tanto en su forma rígida o arcaizante, la tesis supone poner al descubierto la injusticia, la insatisfacción, la explotación de las personas, su tortura e incluso su destrucción. Tras realizar un intenso análisis con métodos cualitativos, la tesis demuestra como la utilización de diversas técnicas de investigación social permite en la actualidad obtener información que es capaz de influir en la conducta de sus miembros, de modo que el investigador o controlador puede disponer de información determinante para su utilización ulterior en su beneficio. Por ello, la tesis expuesta y su total comprensión no sólo supone un problema metodológico, sino ontológico. A su vez, las comunicaciones masivas a través de medios de comunicación masivos han provocado una ¿cultura solidaria¿ acrítica, incontestable, en la que se degradan los contenidos y se manipulan las mentes y que aprovecha la revolución tecnológica así como aquellos que la controlan a través de esos propios medios para la fabricación y venta de ideas, productos y servicios diversos. En suma, la tesis demuestra el control existente en la actualidad por parte de los poderes económicos para someter a los individuos, alertando sobre el peligro inminente de conformar un nuevo orden mundial en el que el sistema político y social se hallen sometidos a unos pocos poderes económicos.