Flujos de capital en la nueva economía (1990-2007). El papel de las economías emergentes

Resumen

A lo largo de la tesis se analizan algunos de los aspectos que se han identificado como más importantes y novedosos dentro del proceso de globalización. En concreto, el trabajo se centra en el espectacular incremento de los flujos de capital que tuvo lugar desde principios de los 90 hasta el inicio de la crisis financiera en 2007, y se analiza especialmente el impacto sobre las economías emergentes para tratar de demostrar, en última instancia, cómo éstas han ido adquiriendo un protagonismo esencial, convirtiéndose en actores fundamentales en la esfera económica internacional. De esta manera, la tesis que se pretende validar es que los incrementos en los flujos de capital hacia economías emergentes y, de manera más reciente, también desde economías emergentes, han sido el factor determinante a la hora de explicar el cambio substancial en el papel que este grupo de países juegan en la economía global, pudiendo concluirse que el modelo de apertura económica seguido por las economías emergentes desde principios de los 90, junto con los cambio macroeconómicos y estructurales que éstas han llevado a cabo, han sido los elementos determinantes del mayor peso que hoy ostentan. Con objeto de enfocar el tema, es importante recordar cómo durante las dos últimas décadas hemos asistido a una profunda transformación de la economía y la sociedad a nivel mundial caracterizada por el incremento acelerado de los intercambios comerciales, el aumento de los flujos de capital y los movimientos migratorios. Este fenómeno, que conocemos como globalización, ha permitido una asignación más eficiente de los recursos al haber venido acompañado de una creciente velocidad en la transmisión de la información. Una de las consecuencias más importantes del proceso globalizador reciente ha sido la aparición de nuevos actores en la esfera internacional. En este sentido, las llamadas ¿economías emergentes¿ han ido cobrando un protagonismo cada vez mayor, hasta convertirse en el motor de la economía mundial. El aumento creciente en los flujos de capital es, sin duda, un factor esencial a la hora de analizar los cambios que se han producido en los últimos años en este grupo de economías. A fin de acotar el periodo de análisis, resulta natural comenzar a principios de los 90, momento en que, partiendo de unos niveles muy bajos, los flujos de capital hacia economías emergentes comienzan a experimentar elevadas tasas de crecimiento. Por otro lado, la crisis financiera, iniciada en agosto de 2007 supone un punto de inflexión importante, cuyas consecuencias sobre los flujos estables de capital no podrán extraerse hasta dentro de unos años. Por tanto, el análisis del periodo 1990-2007 es el que permite extraer conclusiones sobre los cambios experimentados por las economías emergentes y explicar, en última instancia, el nuevo papel que éstas ocupan en la economía mundial, así como el relativo grado de estabilidad y solvencia desde el que éstas hicieron frente a los primeros episodios de la crisis financiera, lo cual contrasta fuertemente con la vulnerabilidad que mostraron en las crisis de las dos décadas anteriores. A nivel metodológico, con objeto de demostrar cómo los incrementos en los flujos de capital hacia economías emergentes y, de manera más reciente, también desde economías emergentes, han sido el factor determinante a la hora de explicar el cambio substancial en el papel que este grupo de países juegan en la economía global, se sigue el siguiente enfoque: En primer lugar, se realiza un repaso de la literatura reciente sobre los flujos de capital, con especial énfasis en los aspectos relativos a los mercados emergentes. Se analiza cómo algunos de los aspectos tradicionales de la teoría neoclásica han sido puestos en cuestión en los últimos años. En concreto, cómo los flujos de capital no sólo han circulado desde países desarrollados (donde el capital es relativamente abundante) hacia países emergentes, sino que éstos también han sido importantes emisores, hasta llegar a convertirse en exportadores netos de capital. Posteriormente, se hace un repaso de la evolución macroeconómica y de las principales reformas que han acometido las economías emergentes desde 1990 hasta 2007. Se pone así de manifiesto cómo la experiencia de las crisis, que comenzaron con la mejicana en 1994 y que pusieron de relieve los riesgos derivados de la mayor volatilidad de los flujos de capital, ha hecho que las economías emergentes lleven a cabo importantes reformas estructurales e institucionales encaminadas a mejorar la estabilidad macroeconómica. Como resultado de estas reformas, las economías emergentes pudieron afrontar, por primera vez en su historia reciente, una crisis financiera desde una posición de mayor solvencia y menor vulnerabilidad a los riesgos de contagio. Con objeto de establecer una relación de causalidad, a continuación se analizan la evolución y la composición de los flujos de capital en las economías emergentes entre 1990 y 2007, haciéndose especial referencia a fenómenos novedosos como el papel de las economías emergentes como emisoras de inversión directa extranjera, el desarrollo de los mercados de capital, el espectacular incremento de las reservas, el papel de los fondos soberanos, el aumento de los flujos de capital ligados a lo movimientos migratorios (las remesas) y los retos de política económica que todos estos cambios plantean. Todo lo anterior, permite en la última parte de la tesis extraer una serie de concusiones sobre el papel de las economías emergentes en la economía global, que en última instancia permite demostrar cómo han pasado a convertirse en motor de la economía mundial, con un dinamismo en algunos aspectos superior al de las economías desarrolladas.