La crisis de la integración se juega en casa

  1. Malamud Rikles, Carlos Daniel
Aldizkaria:
Nueva sociedad

ISSN: 0251-3552

Argitalpen urtea: 2009

Zenbakia: 219

Orrialdeak: 97-112

Mota: Artikulua

Beste argitalpen batzuk: Nueva sociedad

Laburpena

La integración latinoamericana está en crisis. Aunque comenzó prácticamente al mismo tiempo que la europea, ha producido pocos avances, como demuestran los múltiples conflictos entre países que existen en la actualidad. El artículo argumenta que es necesario dejar de lado la tendencia a buscar culpables fuera de la región y encarar los propios problemas, entre los que sobresalen tres: el exceso de retórica, el nacionalismo y la falta de liderazgo. Además resulta urgente aclarar algunos puntos básicos: ¿una integración de Estados o de sociedades?, ¿una integración comercial o política?, ¿con qué instituciones? Si no se elaboran respuestas consensuadas a estas preguntas, parece difícil que la integración latinoamericana llegue a buen puerto. La integración latinoamericana está en crisis. Aunque comenzó prácticamente al mismo tiempo que la europea, ha producido pocos avances, como demuestran los múltiples conflictos entre países que existen en la actualidad. El artículo argumenta que es necesario dejar de lado la tendencia a buscar culpables fuera de la región y encarar los propios problemas, entre los que sobresalen tres: el exceso de retórica, el nacionalismo y la falta de liderazgo. Además resulta urgente aclarar algunos puntos básicos: ¿una integración de Estados o de sociedades?, ¿una integración comercial o política?, ¿con qué instituciones? Si no se elaboran respuestas consensuadas a estas preguntas, parece difícil que la integración latinoamericana llegue a buen puerto. La integración latinoamericana está en crisis. Aunque comenzó prácticamente al mismo tiempo que la europea, ha producido pocos avances, como demuestran los múltiples conflictos entre países que existen en la actualidad. El artículo argumenta que es necesario dejar de lado la tendencia a buscar culpables fuera de la región y encarar los propios problemas, entre los que sobresalen tres: el exceso de retórica, el nacionalismo y la falta de liderazgo. Además resulta urgente aclarar algunos puntos básicos: ¿una integración de Estados o de sociedades?, ¿una integración comercial o política?, ¿con qué instituciones? Si no se elaboran respuestas consensuadas a estas preguntas, parece difícil que la integración latinoamericana llegue a buen puerto.