Origen, expresión y efectos fenotípicos de un parásito genómico

  1. Teruel Artacho, María
Zuzendaria:
  1. Josefa Cabrero Hurtado Zuzendaria
  2. Francisco Perfectti Álvarez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 2009(e)ko martxoa-(a)k 06

Epaimahaia:
  1. Eduard Petitpierre Vall Presidentea
  2. María Dolores López León Idazkaria
  3. Juan Jose Pasantes Ludeña Kidea
  4. María Jesús Puertas Gallego Kidea
  5. José María Corral García Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

Todos los sistemas biológicos son susceptibles de ser invadidos por parásitos. Existe una enorme diversidad de relaciones parasíticas a los niveles inter- e intraespecífico. En el presente proyecto consideramos uno de los niveles inferiores de parasitismo, el intragenómico, que genera toda suerte de conflictos genéticos. Es el causado por los cromosomas B, cromosomas adicionales a los del complemento normal que se estima existen en, aproximadamente, el 15% de los eucariotas (Camacho 2005). Los cromosomas B pueden originarse de diversas formas, ya sea derivados de los autosomas o de los cromosomas sexuales en cruzamientos intra- o interespecíficos. Su evolución molecular subsiguiente se asemeja a la de los cromosomas sexuales, ya que habitualmente implica el silenciamiento génico, la heterocromatinización y la acumulación de ADN repetitivo y elementos transponibles. La frecuencia de cromosomas B en las poblaciones es el resultado de diversas fuerzas interactuantes, entre las que destaca su tasa de transmisión y sus efectos sobre la eficacia biológica del hospedador. Su evolución a largo plazo es el resultado de la selección sobre el genoma hospedador para eliminar a los Bs o suprimir sus efectos, y sobre la capacidad de los Bs para escapar de la eliminación mediante la generación de nuevas variantes (Camacho y col. 1997, 2000). Puesto que los cromosomas B interactúan con los cromosomas estándar, juegan un papel importante en la evolución del genoma y pueden ser útiles para estudiar los procesos evolutivos al nivel molecular. El sistema de cromosomas B del saltamontes Eyprepocnemis plorans ha iluminado las diferentes etapas del proceso evolutivo de estos cromosomas parásitos, aumentando enormemente el nivel de detalle de nuestra comprensión de su papel evolutivo. Memoria En E. plorans, estudios anteriores sugieren que los cromosomas B derivan del cromosoma X (López-León y col. 1994; Cabrero y col., 2003). Para profundizar en el origen de estos cromosomas B hemos realizado la microdisección de los cromosomas X y B24 de E. plorans para posteriormente buscar en ellos la presencia de determinadas secuencias mediante PCR.