Sociedad e independencia en la provincia de Mérida(1810-1824)
- Morales Peña, Alicia
- Alfonso Bullón de Mendoza Gómez de Valugera Director
Defence university: Universidad CEU San Pablo
Fecha de defensa: 07 October 2016
- José Andrés-Gallego Chair
- Jesús Ignacio Fernández Domingo Secretary
- Francisco J. Paredes Alonso Committee member
Type: Thesis
Abstract
El siglo XIX venezolano se presenta como el iniciador de una serie de transformaciones de orden político, económico y social. En sus primeras décadas, las luchas por la independencia plantearon situaciones que suponían un vuelco en todos los órdenes de la convivencia humana, sin contar, por supuesto, las implicaciones de tipo político-económicas propias del conflicto. También fue una época que brindó un mayor marco de acción a sus actores sociales, pero no sólo desde el punto de vista militar, político y material, sino en el contexto de las mismas relaciones sociales y culturales. Estos aspectos desde el momento mismo de las guerras de independencias llamaron la atención de los estudiosos de la historia que –ya desde la crónica, las memorias, e incluso memoriales oficiales– plasmaron la interpretación de los hechos desde sus propias susceptibilidades (ya que gran parte de los comisionados, voluntarios o designados, en la tarea de construir el discurso de la historia que convenía narrar, habían estado involucrados en la contienda bélica en uno u otro bando), en donde la tendencia generalizada centraba su atención en borrar de la memoria el “negro” pasado de dominación hispánica. A esta primera construcción histórico-historiográfica de los hechos siguieron otras que, básicamente, repetían las versiones anteriores sin hacer grandes aportes, buscando afianzar un sentimiento de identidad nacional dentro de los límites de la historia tradicionalista oficial, grandilocuente, de batallas y héroes, del centro y de las élites. Así, el tratamiento preferencial que, en gran parte de los estudios históricos venezolanos, se le ha dado al período de emancipación evidencia que es uno de los rasgos característicos de la producción historiográfica en lo que a temática se refiere. Sin embargo, aunque esta historiografía se ha detenido especialmente en la reconstrucción del proceso de la emancipación, muestra una serie de limitaciones, cuando se trata de abarcar el mismo desde una perspectiva integral, con lo que podemos decir que el tema no ha sido eficientemente tratado, ni desde el punto de vista espacial, ni desde lo temporal y temático. Por un lado, un aspecto del período de la independencia, como lo es el estudio desde las regiones, ha quedado relegado; y los estudios que sobre ese período se han realizado están marcadamente apegados a la visión tradicional que encasilla a la historia en una relación cronológica de hechos y personajes. De igual manera, los espacios privilegiados en el análisis, son, sin duda alguna, los del centro y cuando se han realizado estudios sobre las configuraciones espaciales, comúnmente, han privado los estudios sobre las relaciones comerciales y la influencia de las elites que, la mayoría de las veces, expresan poco sobre los cambios sociales. Como sabemos, esta circunstancia no es casual y el hecho de que sobre el período de emancipación se haya producido una considerable cantidad de escritos obedece a que durante la misma y una vez culminada la guerra, estas sociedades necesitaban crear un mecanismo de justificación del hecho que la había mantenido combatiendo por varias décadas y asimismo, eliminar, como hemos dicho, todo lo que significara un recuerdo del pasado hispano colonial. Todo ello, sumado a que se han ignorado aspectos puntuales de la sociedad en los estudios sobre las independencias hispanoamericanas, ha limitado seriamente las posibilidades de conocer otras perspectivas del mismo hecho histórico. Existe un trasfondo social en todo aquello que no ha sido estimado y que da cuenta de una realidad dramáticamente más compleja de lo que se ha mostrado. En el lento proceso de independencia intervinieron elementos no sólo de tipo políticos y económicos, sobre los que predominantemente versan los estudios sobre el proceso de la independencia, sino, como es obvio, cualquier clase de pormenores que se relacionan con las personas –y que constituyen nuestro problema a tratar– sin los cuales sería imposible entender cabalmente la magnitud de lo ocurrido en la sociedad durante esas décadas. En caso contrario, si invertimos la mirada, veremos que aquellos elementos en sí mismos tampoco expresan la dimensión de los acontecimientos y no nos ayudarían a llegar al problema, pues en una sociedad en guerra no son sólo los elementos de tipo político y militar los que inciden sobre la vida de sus integrantes; en ella se despliega un transcurrir, y, en consecuencia, no podríamos decir que el colectivo de la sociedad es manifestación fiel y constante de la guerra. Nos interesa estudiar cuál era el desenvolvimiento cotidiano de la sociedad de la provincia de Mérida en tiempos de la independencia y para ello tomaremos como referencia específica las relaciones entre sus actores sociales. La contribución de un estudio de este tipo radica en lo específico que pueda aportar a una historia construida exclusiva y elementalmente desde las perspectivas política-militar –que son algunas de las facetas que muestran los hombres en sociedad– como si fuesen los únicos elementos presentes en el proceso de la independencia. Es el sujeto en el tiempo el objeto de estudio de la historia, por tanto, el estudio de la sociedad, en sus aspectos privados y públicos, no es algo que queda al margen de la historia sino que forma parte de su razón de ser. Se trata entonces de elaborar, a partir del estudio de la sociedad durante el proceso independentista, una representación de la vida cotidiana de la provincia de Mérida o, bien, construir con esta representación un nuevo enfoque del proceso independentista.