El servicio de farmacia en la División Azul. Actuación y papel en la sanidad divisionaria

  1. CARRALERO DAFFOS, ANGEL
Dirigida por:
  1. Luis Eugenio Togores Sánchez Director/a
  2. Luis Alberto del Río Álvarez Director/a

Universidad de defensa: Universidad CEU San Pablo

Fecha de defensa: 25 de junio de 2014

Tribunal:
  1. Alfonso Bullón de Mendoza Gómez de Valugera Presidente/a
  2. José Angel Navarro Gallo Secretario/a
  3. Ricardo Martín de la Guardia Vocal
  4. Rosa Basante Pol Vocal
  5. Xavier Moreno Julià Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 372879 DIALNET

Resumen

Desde el mismo momento en el que se recibe la España la noticia de la invasión de Rusia, inmediatamente se decide crear una Unidad de voluntarios con los que secundar la marcha del Ejército alemán por Rusia. La creación de este cuerpo de voluntarios, integrado por unos 18.000 hombres, integrado en la Wehrmacht y estando apoyado por la existencia de catorce servicios, uno de ellos sería el Servicio de Farmacia, el cual sería más conocido como Grupo de Farmacia Divisionario. La inclusión de un Grupo de Farmacia en la División Azul obedecía a la necesidad de suplir con el conocimiento de los profesionales del medicamento determinadas necesidades, comunes a cualquier Ejército, esto es, la necesidad de contar con una sección de dispensación y suministro de material netamente sanitario y la presencia de una sección de análisis. Dado que en ninguna división del Ejército alemán, con la excepción del arma aérea que lo empezó a introducir iniciada la guerra, contaba con Grupos de Farmacia, ya que el Cuerpo de Farmacia alemán estaba integrado en el Servicio de Sanidad y viendo la problemática en los repartos de medicación que podía dar, se decide introducir un Grupo de Farmacia, dependiente del material farmacéutico alemán, innovador en muchos aspectos con respecto al español, con el fin de eliminar la problemática existente en el suministro de medicación que podían padecer las unidades farmacéuticas destacadas en el frente. Así pues, surge una agrupación netamente española dependiente del Grupo de Sanidad 250 (caso de estar en el frente), de la Jefatura de Sanidad (en caso de operar en hospitales de la retaguardia), de la Jefatura de Farmacia de Cuerpo de Ejército alemán (a la cual debía remitir informes de existencias, incidencias de personal, etc.) y de la Inspección General de Farmacia de Madrid, al proceder del Cuerpo de Farmacia español. Conforme avanzase el conflicto la Jefatura del Grupo de Farmacia Divisionario sería, pese a su sobrecargado trabajo, responsable de la creación de centros farmacéuticos capaces de solucionar los problemas de abastecimientos con el fin de no dejar desabastecida ninguna Unidad de la División. Una vez en España durante las constantes repatriaciones de sus componentes, éstos informarían de la organización y de las novedades de un material farmacéutico moderno que pasaría a adoptar el Ejército español en los años sucesivos, dotando de modernidad un Cuerpo de Farmacia nuevo, ya que surge de la plantilla procedente de una guerra civil dotada de un material netamente nacional, creado durante la propia Guerra, pero necesitado de modernidad.