Presión arterial, sobrepeso y obesidad en una muestra representativa de adolescentes escolarizados de la comunidad de madrid
- Martín Oliveros, Adela
- Gregorio Varela Moreiras Directeur
- Teresa Partearroyo Cediel Directeur/trice
Université de défendre: Universidad CEU San Pablo
Fecha de defensa: 05 septembre 2017
- Rosa María Ortega Anta President
- Ana María Montero Bravo Secrétaire
- Amelia Rodríguez Martín Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
La adolescencia es, junto con la niñez, un periodo crítico en el desarrollo corporal por los múltiples cambios fisiológicos, hormonales y psicológicos que en ella ocurren. Esta etapa se caracteriza por un intenso crecimiento y desarrollo, se incrementa el volumen muscular corporal, el peso y la talla, hasta el punto que se llega a alcanzar en un período relativamente corto de tiempo, el 50% del peso corporal definitivo [1]. Estas modificaciones antropométricas van a ir acompañadas del desarrollo sexual, el cual va a desencadenar importantes cambios en el estado ponderal del individuo [2]. Al mismo tiempo, los hábitos alimentarios y de actividad física (AF) se asientan y consolidan durante este periodo de la vida con el consiguiente riesgo o beneficio para la salud. Puesto que hoy día la mayoría de los adolescentes controlan su propia alimentación y el nivel de AF que practican [3], una mala gestión de las mismas puede implicar una posible aparición de desórdenes nutricionales y estilos de vida que pueden dar, además, lugar a factores de riesgo y patologías en la edad adulta [4, 5]. Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta cuando se habla tanto de preadolescentes como de adolescentes es que, de forma general, visitan poco los centros sanitarios, no suelen considerar cercana la percepción de factor de riesgo y enfermedad, ya que la mayoría lógicamente están potencialmente sanos. La hipertensión arterial (HTA), junto con la obesidad y el sedentarismo, son considerados un problema de salud pública creciente en niños y adolescentes, con una incidencia y prevalencia en aumento en esta población [6, 7]. Estos tres factores, se encuentran entre los 30 indicadores de tendencias de Salud elaborados recientemente por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad dentro de una estrategia europea plasmada inicialmente en el reglamento (EC)1338/2008, y posteriormente en el Reglamento de la Comisión 141/2013 en el que se estableció que la política sanitaria necesitaba disponer de datos fiables sobre la salud, sus determinantes y el uso de los servicios sanitarios de los países de la Unión Europea (UE) [8]. Además, la asociación entre sí de alguno de estos 3 indicadores potencia su riesgo. Así, los niños con sobrepeso u obesidad tienen entre dos y tres veces incrementado el riesgo de sufrir una HTA [4, 5], que puede derivar en su edad adulta en una patología cardiovascular(CV), hecho de enorme importancia por su relación con la elevada mortalidad que producen al ser la primera causa de la misma [9]. Por otro lado, la HTA se encuentra infradiagnosticada y es poco conocida en la infancia y la adolescencia, a pesar de la importancia de un diagnóstico preciso y precoz a largo plazo y las consecuencias de una hipertensión no tratada. El hecho de que la nueva Guía de Manejo de la HTA en niños y adolescentes publicadas por la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH, en sus siglas en inglés) el pasado mes de agosto [7], no hayan actualizado las tablas percentiladas provenientes del Grupo de Educación Nacional para el Control de PA de Niños y Adolescentes, publicados en el año 2004 en su 4º protocolo de actuación “4º Task Force for Blood Pressure in children” [10] en menores de 15 años, “refuerzan la necesidad de la realización de estudios para adecuar los valores aceptados de Presión Arterial percentilada (PAp) a la población pediátrica de cada país”, tal como aconsejaban las guías previas de manejo de la HTA en niños y adolescentes publicadas en el 2009. Y nos indica la necesidad de obtener datos actualizados en una población, que en paralelo se está viendo afectada gravemente por la epidemia de obesidad directamente relacionada con un incremento de la PA. La obesidad infantil, por su parte, se considera uno de los principales problemas de salud a nivel mundial, y a corto plazo incrementa los factores de riesgo CV, la propia diabetes tipo 2 y tiene una importante repercusión psicológica, emocional y en la adaptación social del niño. La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha estimado que la prevalencia de la obesidad se ha doblado entre los años 1980 y 2014 [11]., y que el exceso de peso ya afecta a 20 millones de niños con menos de 5 años y a más de mil millones de adultos, de los cuales 300 millones son obesos con problemas serios de salud. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) por su parte, ha alertado de que el aumento de obesidad infantil podría suponer una reducción de la esperanza de vida en las próximas generaciones, por primera vez en la historia. En España, también está considerado un problema grave de salud, con un 2,4% de los adolescentes menores de 18 años obesos [12], uno de cada tres niños entre 13 y 14 años en rango de sobrepeso y uno de cada cinco niños independientemente de la edad afectado con sobrepeso [13-16]. Datos publicados recientemente del Estudio ALADINO (ALimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad Desarrollo Infantil y Obesidad) 2015 [17], realizado en una muestra representativa de niños y niñas de 6 a 9 años de todas las Comunidades y Ciudades Autónomas de España, han confirmado, por otro lado, no solo la estabilización con tendencia a la baja, en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en esas edades ya observada en la publicación previa del estudio en el año 2014 [18], sino también el inicio de la inversión de la tendencia. Si bien es cierto, que los valores de prevalencias son aún muy altos (21,8% y 11,2% prevalencias de sobrepeso y obesidad respectivamente), lo que sigue manteniendo un riesgo importante para la salud futura de los niños y niñas en nuestra población. En la actualidad, la evaluación de la obesidad durante el periodo de la niñez y adolescencia se determina principalmente por el Índice de Masa Corporal percentilado (IMCp) como herramienta de diagnóstico precoz en la población pediátrica [19-22]. Como consecuencia, se han desarrollado tablas de referencia y se están utilizando tanto a nivel nacional como a nivel internacional de una manera indiferenciada. Sin embargo, en la actualidad se recomienda que, en ausencia de un consenso ampliamente establecido, los estudios de prevalencia deberán tener en cuenta varios valores de referencia [23]. Especialmente, a nivel internacional (ej. OMS, International Obesity Task Force (IOTF) y a nivel nacional (ej. Fundación Orbegozo (FO)). Sin embargo, es bien sabido que los resultados en relación con la prevalencia de obesidad y sobrepeso pueden depender del método utilizado [24-27], ya que al no existir consenso internacional acerca de los puntos de corte a la hora de definir la obesidad, el utilizar diferentes tablas de referencia (OMS, IOTF, FO), da lugar a valores de prevalencia también diferentes [28]. Por otro lado, la inactividad física tiene un enorme impacto en el ámbito socioeconómico, debiendo ser una prioridad su disminución en todos los grupos de edad. Según una reciente publicación [29], la inactividad física supone ya en España un coste de aproximadamente 990 millones de euros por su incidencia en enfermedad cardiovascular (ECV), diabetes, cáncer de colon y de mama. Eso, sin contar el coste de la incidencia en la dependencia de personas mayores, el gasto en medicamentos y el deterioro en la salud general a lo largo de la vida de los ciudadanos, que se ha estimado en unos 5.000 millones de euros en España. Algunos estudios calculan en 2.500 millones de euros anuales las pérdidas solo en el ámbito laboral [30], sobre todo en cuanto a la incidencia en determinadas patologías, bajas laborales, depresión y baja productividad, que podrían reducirse significativamente con programas de promoción del deporte y la AF implementados en empresas [31]. Adicionalmente, el hecho de que la esperanza de vida se haya duplicado en el último siglo en España, con un aumento de la longevidad de nuestros conciudadanos de más de 40 años, dibuja un escenario sanitario diferente, con un gasto en salud aumentado por la mayor longevidad y por el incremento de determinadas enfermedades crónicas no trasmisibles. La presente Tesis Doctoral se concibe con la doble finalidad de aportar datos que ayuden a establecer valores de referencia de medida de PA en adolescentes mediante método oscilométrico, que tengan el mismo valor clínico y diagnóstico que los métodos auscultatorios utilizados hasta ahora, y de profundizar en el conocimiento y valoración de los principales factores de riesgo cardiovascular (FRCV) modificables, teniendo en cuenta diversos valores de referencia [23], y que nos permitan promover estilos de vida saludable para conseguir que disminuya la morbimortalidad CV de los adultos del mañana. Por todo lo anterior, la presente Tesis Doctoral introduce un tema innovador e información complementaria a la existente en la actualidad, tanto en HTA como en sobrepeso y obesidad en población infantil entre 12 y 17 años escolarizada, ya que el acceso a esta población a través de los centros escolares nos permite poder alcanzar a un alto porcentaje de participación, gracias a que están escolarizados en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) [32], todo ello sobre la base de una metodología avalada por el Instituto de Salud Carlos III y la propia Administración Sanitaria de la Comunidad de Madrid (CM). Así, podemos asegurar la representatividad de nuestra muestra, ya que se han tenido en cuenta en la misma variables demográficas, socioculturales y sociolaborales, utilizando un sistema de muestreo que incluye como base los ocho conglomerados que la CM en el año 1991 definió, mediante un análisis “clúster”, que son representativos de la población total de la CM [33, 34], así como las DAT de la CM. Por otro lado, la inclusión de los centros educativos participantes en la presente Tesis Doctoral se llevó a cabo incorporando centros públicos y privados de cada uno de los ocho conglomerados de la CM [34]. Dichos centros pertenecen a 8 distritos del municipio de Madrid y a 9 municipios adicionales de la CM (1 municipio entre 10.000 y 50.000 habitantes; 5 municipios entre 50.000 y 125.000 habitantes y 3 municipios entre 100.000 y 200.000 habitantes). Esperamos que, el estudio de la situación a día de hoy de la población adolescente española que se resume en la presente Tesis Doctoral, ayude a incrementar los esfuerzos hacia la prevención y el manejo de la HTA en la edad pediátrica, y que tenga reflejo en lograr reducir la carga de la ECV en la edad adulta.