Daño renal en pacientes con infección por el VIH y tratamiento antirretroviral de gran actividad
- Maria Angeles Muñoz Fernandez Director/a
- Santiago Moreno Guillén Director
Universidad de defensa: Universidad de Alcalá
Fecha de defensa: 20 de diciembre de 2012
- Agustín Albillos Martínez Presidente/a
- Luis Manzano Espinosa Secretario/a
- Cristina Sarriá Cepeda Vocal
- Félix Gutiérrez Rodero Vocal
- Rafael Rubio García Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En la era del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), gracias a la disminución de la mortalidad y del riesgo de progresión a SIDA, las complicaciones derivadas de la cronificación de la infección por el VIH y del tratamiento antirretroviral han cobrado relevancia. Entre los eventos no SIDA, la afectación renal puede aparecer hasta en el 12% de los pacientes. Este está producido por el efecto propio de la replicación del VIH y la inmunoactivación asociada, por factores propios del huésped tales como la edad, la coexistencia de HTA, DM, coinfección por el VHC? y por la toxicidad derivada del propio tratamiento antirretroviral. La incidencia de daño renal varía de forma importante de unos estudios a otros, debido fundamentalmente a los criterios empleados para definir daño renal y a la fórmula empleada para estimar el FGe (Cockcroft-Gault (C-G), MDRD (Modification of Diet in Renal Disease), o la diseñada por CKD-EPI). En este estudio observacional de cohortes prospectivo se ha estudiado la incidencia de daño renal definido por pérdida del filtrado glomerular (FGe) superior al 10% respecto al FGe basal en 6 meses, pérdida del FG superior al 25% respecto del basal en 12 meses y por descenso del FGe por debajo de 60 ml/min/1.73m2 medido en dos ocasiones (estimado por ecuación MDRD) y mantenido más de tres meses (definición de daño renal crónico), y los factores relacionados con su aparición. También se ha estudiado el grado de correlación de las ecuaciones MDRD y CKD-EPI para estimar el FG. La cohorte incluye 839 pacientes, de los cuales el 26% es naïve al tratamiento antirretroviral, y un 42,3% está coinfectado por el virus de la hepatitis C (VHC). La incidencia del daño renal es de 22,08 por 100 pacientes-año a los 6 meses y 5,72 por 100 pacientes-año a los 12 meses y de 2 por 100 pacientes-año la afectación renal crónica. De manera consistente, los factores de riesgo asociados al daño renal agudo son un menor recuento nadir de CD4, la coexistencia de hepatopatía crónica por VHC, un elevado FGe basal y la edad. Mientras que en el daño renal crónico la HTA es el factor más decisivo así como un menor recuento nadir de CD4 y un bajo FGe basal. No hay diferencias en la incidencia acumulada de daño renal entre la población naïve y la pretratada. La incidencia de daño renal en los pacientes con hepatopatía crónica por el VHC es mayor que en los que no tienen esta infección, sin observar diferencias significativas en los pacientes con fibrosis más avanzada. Entre los métodos utilizados para estimar el FG, existe una correlación buena entre la ecuación de MDRD y CKD-EPI, siendo el coeficiente de correlación del 0,83, similar a lo descrito en otros estudios.