El perfil de disregulación en niños y adolescentesrevisión de educadores y predictores, análisis de riesgo frente a conductas autolesivas y estudio de estabilidad del perfil evaluado con SDQ-DP

  1. Caro-Cañizares, Irene
Supervised by:
  1. Mónica Díaz de Neira Director
  2. Juan José Carballo Belloso Director

Defence university: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 26 April 2018

Committee:
  1. Laura Muñoz Lorenzo Chair
  2. María Márquez González Secretary
  3. Alberto Segura Frontelo Committee member

Type: Thesis

Abstract

1. RESUMEN 1.1. INTRODUCCIÓN Gran parte de los niños y adolescentes que acuden a servicios de salud mental actualmente exhiben un patrón de severa disregulación emocional y conductual que en muchas ocasiones co-ocurre con la sintomatología clínica dificultando su recuperación. Se ha descrito entonces el llamado Perfil de Disregulación (PD), como un indicador global de psicopatología. El DP se define como un “patrón temperamental desvinculado”, caracterizado por elevada evitación de daño, elevación de búsqueda de novedad, baja dependencia a la recompensa y baja persistencia, y que se relaciona con peores niveles de funcionamiento y niveles más elevados de psicopatología. Sin embargo, el constructo psicopatológico al que hace referencia está aún en desarrollo. El presente trabajo pretende contribuir al conocimiento del concepto por cuatro vías: recopilar la información acumulada hasta la actualidad acerca de los indicadores y predictores del perfil; estudiar la relación entre el DP y las conductas autolesivas en niños y adolescentes; identificar distintos niveles de DP evaluados con el Cuestionario de Capacidades y Dificultades de Goodman (SDQ-DP), en una muestra de pacientes diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA-H) y relacionarlo con niveles de funcionamiento y severidad psicopatológica; y finalmente estudiar la estabilidad y persistencia del SDQ-DP en una muestra clínica de adolescentes en un periodo de seis meses. 1.2. MATERIAL Y MÉTODOS El trabajo final que se presenta para defender consiste en la compilación de cuatro trabajos: una revisión bibliográfica; un estudio observacional transversal con grupo control de origen clínico que permita conocer el papel del perfil de disregulación (DP) en las conductas autolesivas, teniendo en cuenta el potencial papel mediador de los eventos vitales estresantes; un estudio observacional transversal con grupo control de origen clínico que permita conocer la relación entre el nivel de disregulación emocional y nivel de funcionamiento y gravedad psicopatológica en una muestra de pacientes con diagnóstico de TDA-H; y un estudio observacional longitudinal retrospectivo con grupo control de origen clínico, que permita estudiar la estabilidad del DP a seis meses. Las muestras son diferentes para cada trabajo, con sujetos con edades comprendidas entre los 3 y los 17 años, con un N que oscila entre 239 y 299 sujetos, según el estudio. Se administraron el Cuestionario de capacidades y dificultades (SDQ-Cas), la Self-Injurious Thoughts and Behaviors Interview (SITBI) en su versión española, la escala de acontecimientos vitales estresantes, la escala para clasificación del Trastorno por Déficit de Atención (ADHD RS-IV) en su versión española, el cuestionario de depresión Infantil (CDI), el Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo, versión adultos y versión niños (STAI / STAIC), el Inventario de Expresión de Ira Estado-Rasgo en niños y adolescentes (STAXI-NA), la Children´s Global Assessment Scale y la Clinical Global Impression Scale. Además, los clínicos recogieron información relativa a diagnóstico y datos sociodemográficos. Para los análisis de datos, se llevaron a cabo estudios comparativos de las muestras y posteriores análisis: de mediación con sistema de muestreo bootstrap, de estabilidad test-retest, de extracción de coeficiente Kappa y de regresión logística y linear. 1.3. RESULTADOS La revisión bibliográfica desvela una escasez de estudios en torno al concepto. Únicamente seis estudios versan sobre el concepto en cuestión. Estos estudios apuntan tanto a factores biológicos y psicosociales como predictores del perfil de disregulación (DP). En cuanto a la función mediadora de los eventos vitales estresantes, en la relación entre el DP y las conductas autolesivas, el estudio del efecto vía bootstrap apoyó el modelo mediacional, dado que el efecto indirecto fue significativamente diferente de cero para p<.05 (0.0585, CI: de 0.0016 a 0.1266). En lo relativo al estudio comparativo con muestra con diagnóstico de Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, las medidas de inatención (t= -4.00, df 238, p<0.001) e hiperactividad (t= -7.942, df 237, p<0.001) fueron significativamente más severas en el grupo con elevado nivel de disregulación frente al grupo con bajo nivel de disregulación. Las medidas sobre síntomas depresivos fueron también mayores en el grupo con elevado nivel de disregulación (t= -2.09, df 167, p=0.037), incluyendo las subescalas de disforia (t= -2.657, df 172, p=0.041) y autoestima negativa (t= -1.839, df 170, p=0.041). También el índice de severidad global fue significativamente mayor en el grupo con elevado nivel de disregulación. Por último, en lo relativo a los estudios de estabilidad, en cuanto a la consistencia temporal, la consistencia prospectiva del DP a seis meses en la muestra total fue de 41.3% (CI: 31.11-52.2). La consistencia retrospectiva del DP para seis meses en la muestra total fue de 63.5% (CI: 49.87-75.2) y el valor de Kappa en la muestra total fue de 0.366 (CI: 0.24-0.483, p<0.001). En cuanto a la fiabilidad test-retest a los 6 meses del SDQ-DP fue moderada (rs= 0.541, n=299, p<0.001). 1.4. CONCLUSIONES El perfil de disregulación (DP) es un constructo válido para el estudio dimensional de la psicopatología del niño y del adolescente. Existen indicadores y precursores del DP que implican distintos aspectos de la experiencia psicopatológica (tanto biológicos, como relacionales y sociales), dando consistencia al constructo. En segundo lugar, DP más severos, evaluados con el SDQ-DP en adolescentes de muestra clínica, se relacionan con mayor riesgo de presentar conductas autolesivas sin intención autolítica, mediadas por los acontecimientos vitales estresantes. En tercer lugar, dentro de una muestra de pacientes con TDA-H, aquellos sujetos con mayor presencia del DP mostraron mayor gravedad psicopatológica, apuntando que el nivel de disregulación no se relaciona con un diagnóstico concreto entonces, siendo un perfil independiente del diagnóstico de TDA-H. Y por último, el SDQ-DP muestra una estabilidad y persistencia moderadas como instrumento de evaluación del DP entre los niños y adolescentes que acuden a un centro de salud mental ambulatorio especializado a lo largo de seis meses. Aunque el motivo de consulta inicial no sea la disregulación emocional, muchos pacientes que acuden a consulta de salud mental, lo muestran. Resulta fundamental un adecuado reconocimiento de estas dificultades a través de los avances en detección temprana y la identificación de marcadores neuropsicológicos y/o biológicos y predictores sociales. Igualmente, el desarrollo de intervenciones específicas y dirigidas al manejo emocional, favorecerá la evolución de estos pacientes, previniendo también la aparición de disfunciones posteriores. El presente trabajo es por tanto un punto de inicio que pretende abrir una puerta a todo un campo de estudio en torno al concepto de disregulación emocional.