Características epidemiológicas y clínico-microbiológicas de las enterobacterias productoras de carbapenemasa en un hospital de tercer nivel
- Laura López González
- Francisco Javier Candel González Director
- Iciar Rodríguez-Avial Infante Directora
Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid
Fecha de defensa: 28 de junio de 2019
- Jaime Esteban Presidente/a
- Emilio Maseda Garrido Secretario/a
- José Barberán López Vocal
- M. Carmen Rodriguez Avial Lopez Doriga Vocal
- Vicente Estrada Pérez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Las carbapenemasas son enzimas que pueden hidrolizar los carbapenémicos y muchos otros antibióticos β-lactámicos. Con frecuencia las EPC presentan corresistencia a otras familias de antibióticos no β-lactámicos, por lo que es habitual la existencia de casos de resistencia extensa o panresistencia, frente a los cuales las alternativas de tratamiento antibiótico son subóptimas. Las EPC están ampliamente diseminadas por todo el mundo, pero la epidemiología local y las características clínicas varían en cada centro. Debido al incremento de infecciones/colonizaciones por EPC que se iba produciendo en el Hospital Clínico San Carlos, el objetivo de este estudio fue conocer la epidemiología, las características microbiológicas y clínicas de las EPC y de los pacientes en nuestro hospital. Un conocimiento profundo de los patrones de distribución epidemiológicos y de las características clínicas y microbiológicas de los pacientes portadores de EPC de cada hospital es fundamental para optimizar la terapia antimicrobiana y las medidas de control para evitar su diseminación. El presente estudio presenta un diseño de cohortes retrospectivo realizado entre los años 2013 y 2015 en el servicio de Microbiología Clínica de nuestro hospital. Se seleccionaron las enterobacterias procedentes de cualquier muestra clínica que presentaron en el antibiograma un fenotipo compatible con la producción de una carbapenemasa. Se evaluaron las características microbiológicas y epidemiológicas, estudiando la frecuencia de los principales factores de riesgo, el comportamiento clínico y la evolución. En este estudio, 150 EPC fueron identificadas, la mayoría de estos pacientes tenían una edad avanzada, una elevada comorbilidad (índice de Charlson ≥ 3) y frecuentemente existía el antecedente médico de neoplasia activa. Los principales factores predisponentes al aislamiento de EPC fueron una estancia hospitalaria prolongada, la exposición previa a tratamiento antimicrobiano y la instrumentalización (sobre todo cateterización urinaria y venosa central). Más de la mitad de los aislamientos de EPC procedentes de muestras clínicas tuvieron significación infecciosa, comportándose en un tercio de las ocasiones como colonización. Los modelos de infección más frecuentes fueron infección urinaria seguida de IPPB secundaria (úlceras). Se observó que el tratamiento previo con carbapenémicos se relacionó muy frecuentemente con el aislamiento de EPC. Sin embargo, un elevado número de pacientes habían recibido además cefalosporinas, quinolonas, penicilinas y/o penicilinas con inhibidores. Se identificaron las especies K. pneumoniae , K. oxytoca, S. marcescens , E. cloacae , E. aerogenes, E. coli y P. stuartii, pero la especie donde más frecuentemente se detectaron carbapenemasas fue K. pneumoniae . Las EPC de tipo OXA-48 y KPC se detectaron en una proporción similar en pacientes ingresados, pero en las muestras clínicas que procedían del área predominaban las OXA-48. En cuanto a los carbapenémicos meropenem, fue el carbapenémico más activo y casi todos los aislados fueron resistentes a ertapenem, además imipenem y meropenem presentaron CMI ≤ 8 mg/L en un elevado porcentaje de EPC, permitiendo esta situación el empleo de estos fármacos en combinación y en perfusión extendida. Amikacina fue el antibiótico que con mayor frecuencia mantuvo actividad in vitro frente a las EPC con independencia de la especie y del tipo de enzima. La combinación de amikacina y tigeciclina fue el esquema terapéutico más pautado para el tratamiento de las infecciones por EPC. Un tercio de los pacientes con aislamiento de EPC fallecieron a los 30 días, comportándose el aislamiento de EPC, aun sin ser responsable directo, en un indicador pronóstico.