La Congregación de Propaganda Fide y la utilización de navíos mercantes ibéricos en Oriente (siglo XVII)

  1. Esther Jiménez Pablo
Libro:
Comercio y cultura en la Edad Moderna: actas de la XIII Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna. Comunicaciones
  1. Iglesias Rodríguez, Juan José (coord.)
  2. Pérez García, Rafael M. (coord.)
  3. Fernández Chaves, Manuel Francisco (coord.)

Editorial: Editorial Universidad de Sevilla ; Universidad de Sevilla

ISBN: 978-84-472-1746-5 978-84-472-2149-3

Año de publicación: 2015

Título del volumen: Comunicaciones de la XIII Reunión científica de la Fundación Española de Historia Moderna

Volumen: 2

Páginas: 1073-1084

Congreso: Asociación Española de Historia Moderna. Reunión científica (13. 2014. Sevilla)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

De acuerdo con las bulas alejandrinas (1492), la Monarquía hispana se expansionó por ultramar con la condición de extender el cristianismo. Una vez conquistada América, a finales del siglo XVI, la Monarquía proyectó continuar su expansión en Asia bajo la misma justificación doctrinal. No obstante, el Papado se mostró contrario a tales deseos, interesado en controlar particularmente la difusión de la religión. Para tan importante empresa fundó la Congregación cardenalicia de Propaganda Fide en el año 1622. A partir de entonces, Roma quiso que las misiones y sus personas quedaran bajo la dirección de los Pontífices, y se planteó la supresión de los privilegios concedidos a los monarcas en tiempos anteriores. Ahora bien, el envío de los misioneros, su alimentación y protección, objetos de culto y libros, conllevaba unos gastos muy sustanciosos, de los que el Papado no disponía, por lo que tuvo que utilizar los navíos mercantes hispano-portugueses que comerciaban en Oriente para conseguir semejantes servicios gratuitamente. Este trabajo trata de analizar cómo Propaganda Fide consiguió enviar a sus misioneros bajo el coste de los navíos comerciales hispanos y las contradicciones políticas y jurisdiccionales que surgieron entre el Papado y la Monarquía católica en todo este proceso, con especial atención a la defensa de una Monarquía misionera por parte del jurista Juan de Solórzano.