Lenguaje y verdad en Heidegger, ninguna cosa sea donde falta la palabra
- Delgado Guardado, Ma. Angélica
- Carmen Segura Peraita Directora
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 12 de junio de 2020
- Rogelio Rovira Madrid Presidente
- Juan José García Norro Secretario
- Francesco de Nigris Vocal
- María del Carmen López Sáenz Vocal
- Teresa Oñate Zubía Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El lenguaje no puede ser investigado desde sí mismo, según argumenta Heidegger, pues evidencia nociones perfectamente articuladas e inseparables del quehacer humano. Ha de ser abordado desde la pregunta por la verdad. Ambos asuntos convienen ser tratados en su vinculación y unidad. Resultará fácil advertir que la propuesta del pensador de Friburgo no es novedosa; por el contrario, es bastante antigua. Se encuentra en el frag-mento III del poema de Parménides: «lo mismo es pensar que ser» (tò gar auto noeîn estín te kai einai). Si nos dejamos guiar por esta sentencia ¿una vía controversial: la tautológi-ca¿ es factible indagar la esencia del lenguaje sin ontificarlo y hacernos con la cuestión central del pensamiento heideggeriano: la pregunta por el ser, que no debe tomarse li-bremente. Esta pregunta es interpelación-guía, esa lámpara que ilumina a Diógenes cuando está buscando un hombre. En este sentido, el análisis del lenguaje brota desde la verdad como develamiento o desencubrimiento: alétheia. Brota desde lo que es: el ser. El análisis se centra en Unterwegs zur Sprache (GA 12), cuyo esencial entramado es el Ereignis que no me propongo explicarlo como una cuestión del Heidegger maduro, lo es sin duda, sino definiendo los márgenes de mi investigación. Ereignis es aquello esen-cialmente imbricado en la comprensión del lenguaje. A partir del camino que transita este pensador a la palabra, la significación del Ereignis emana en ese texto y puesto que la cuestión continúa girando en torno a la pregunta por el ser, la discusión permanece en la fenomenológica y la hermenéutica aunque trastocadas. Así, esas seis conferencias no son una obra menor, contienen cuestiones medulares acerca de la esencia del lógos, el mundo, el diálogo, la esencia de la palabra y la relación entre poesía y pensamiento, pero sobre todo, en torno a la verdad. Es un texto complejo, Heidegger parece renunciar ex-plícitamente a explicaciones de tipo estrictamente racional-filosófico y en su lugar ofre-ce sentencias aforísticas que visualmente aportan menos de lo que soportan. El hilo conductor de las conferencias es el verso de Stefan George de su poema La palabra: «Ninguna cosa sea donde falte la palabra» y que Heidegger discute en la cuarta titulada «De la esencia del habla», desde el que pretende mostrar que ninguna cosa es si no ha sido mostrada como verdad, es decir, desvelado su ser desde la palabra. Así, es necesario desplegar el carácter develador ¿aletheiológico¿ de la expre-sión hablada desde el análisis de la verdad como unidad lógos-physis-alétheia. Esta unidad se exterioriza en la interpretación que hace el pensador alemán de la physis aristotélica, que concibe radicalmente a partir de la kínesis como enérgeia atelés: ¬un modo del ser, ese modo fundamental de la venida a la presencia como verdad. La investigación consta de dos partes. En la primera se analiza la esencia de la verdad a modo de venida a la presen-cia, como physis, unidad en/con lógos y alétheia. En la segunda se plantea el ser en su emergencia en ese espacio en el que llega a la presencia. El lógos se convierte en hilo con-ductor en el acontecimiento de apropiación de hombre y ser: Ereignis. El propio mostrar-se del decir evidencia en la palabra lo que viene a exteriorizarse como trazo abriente que despliega los modos del mostrar y ofrece morada a los mortales, los congrega, los retiene y los coloca en lo propio: en el hablar. El cómo emerge el ser en su inagotable sobreveni-da y retirada, el cómo se hace inteligible al humano en su inacabamiento es la cuestión que debate esta tesis, la propia llegada a la presencia como lenguaje. Así, la verdad desve-la ser para que no falte la palabra y toda cosa sea en el lógos.