Maestros y obras de ascendencia portuguesa en el tardogótico de la baja Andalucía

  1. Romero Bejarano, Manuel
Dirigida por:
  1. Alfredo José Morales Martínez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 28 de noviembre de 2014

Tribunal:
  1. Miguel Ángel Castillo Oreja Presidente
  2. Francisco Sebastián Pinto Puerto Secretario/a
  3. Begoña Alonso Ruiz Vocal
  4. Juan Clemente Rodríguez Estévez Vocal
  5. Javier Ibáñez Fernández Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 1110717 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Esta tesis doctoral demuestra que la influencia de los canteros portugueses de las primeras décadas del siglo XVI en la arquitectura de la Baja Andalucía fue muy importante. Baste como prueba la cantidad de maestros y edificios de filiación lusitana que desfilan por este trabajo. De entre estos últimos, unos están documentados y otros presentan una serie de rasgos inequívocos que me han hecho situarlos en la órbita del tardogótico del país vecino, un estilo inconfundible que la historiografía tradicional ha venido a denominar como Manuelino, término un tanto manido y no excesivamente correcto que en la actualidad es poco utilizado en las publicaciones más rigurosas. El estudio comienza exponiendo el modo en que la arquitectura de diferentes focos constructivos de la Península Ibérica, principalmente desde Burgos, llegó a Sevilla y Portugal, regresando desde este país de nuevo hasta Sevilla de la mano de Diego de Riaño. A continuación se detalla la vida y obra de una serie de canteros lusitanos afincados en Jerez y su entorno, como es el caso de Fernando Álvarez y la saga de los Pérez, además de Diego Ximénez y Rodrigo de Alcalá, que si bien no eran portugueses, contaron en sus cuadrillas con numerosos operarios de aquella nación. Luego se hace una relación profusamente documentada de edificios de Jerez y su entorno en los que se aprecian rasgos de la arquitectura tardogótica portuguesa, donde aparecen obras del propio Jerez, Arcos de la Frontera, Medina Sidonia, Gibraltar, Tarifa, Vejer, Rota y Sanlúcar de Barrameda. Más adelante hay un capítulo dedicado a la Andalucía Luistana, término con el que he querido hacer referencia a todas aquellas obras de las actuales provincias de Sevilla, Huelva, Badajoz, Córdoba y Sevilla en las que se aprecian rasgos de la arquitectura portuguesa del momento. Aquí se destaca la escasa incidencia del fenómeno en las tierras onubenses, algo extraño, ya que esta zona limita con Portugal, la importancia de Azuaga y su entorno y la gran difusión de la influencia lusa, que llega hasta puntos tan alejados como Antequera o Montilla. El trabajo concluye con la llegada del renacimiento y el agotamiento de las formas tardogóticas, un proceso lento y lleno de titubeos en el que patricipan los propios canteros del país vecino. También se hace referencia a la pervivencia del estilo en zonas que, aunque lejanas, reciben una clara influencia de Sevilla y su entorno: Canarias, La Española y México, en el que encontramos edificios muy similares a los estudiados.