Nuevos marcadores en el síndrome coronario agudo

  1. David Pérez Surribas
  2. María Cruz Cárdenas Fernández
  3. Mariano Cortés Rius
  4. María Fernández García
  5. Miguel García Montes
  6. María Isabel Llompart Alabern
  7. Teresa Rodríguez González
  8. Carmen Valldecabres Ortiz
  9. José Antonio Viedma Contreras
  10. Edgar Zapico Muñiz
  11. Cecilia Martínez Brú
Revista:
Revista del laboratorio clínico

ISSN: 1888-4008

Año de publicación: 2009

Volumen: 2

Número: 1

Páginas: 34-46

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/J.LABCLI.2008.10.002 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

La cardiopatía isquémica supone el 1,3% de los casos de atención en un servicio de urgencias hospitalario en España. El manejo del paciente es complejo por el riesgo de producir una alta médica incorrecta, el beneficio de instaurar una revascularización rápida y el gasto excesivo por admisiones injustificadas. La última década ha permitido un importante avance en el desarrollo de nuevos marcadores cardíacos. Tradicionalmente los marcadores del síndrome coronario agudo han sido indicadores de necrosis cardíaca. Esta función se ha ampliado actualmente. Aún hay muchas limitaciones en la medición de estos marcadores, como la falta de un procedimiento estandarizado o materiales de referencia certificados. Además de las troponinas cardíacas y el electrocardiograma, medir la albúmina modificada por isquemia puede ayudar a excluir un síndrome coronario agudo en pacientes con baja probabilidad de isquemia miocárdica. La proteína fijadora de ácidos grasos-H es un marcador de necrosis útil en el diagnóstico precoz del infarto agudo de miocardio. En el pronóstico del síndrome coronario agudo, la proteína C reactiva, los péptidos natriuréticos y la mieloperoxidasa complementan el valor pronóstico de la troponina. El ligando soluble CD40 permite la clasificación e individualización del tratamiento del síndrome coronario agudo. Actualmente no hay suficiente evidencia para que ningún nuevo marcador sustituya a los que recomiendan las sociedades científicas ni se dispone de procedimientos de medición rápidos para algunos de ellos. Deben establecerse paneles utilizando la evidencia científica disponible y tomando como objetivo su contribución a una mejor evolución del paciente.