Creatividad y arqueologíauna etnografía de la práctica arqueológica
- Mármol Martínez, José Antonio
- Cristián Simonetti Directeur/trice
- Victor Fernández Martínez Directeur/trice
Université de défendre: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 19 janvier 2021
- Gonzalo Ruiz Zapatero President
- Almudena Hernando Gonzalo Secrétaire
- Carlos Cañete Rapporteur
- Jaime Almansa Sánchez Rapporteur
- Alfredo González Ruibal Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
La creatividad hoy en día es un rasgo valorado por su potencial para resolver problemas, producir nuevos bienes, y el desarrollo tecnológico. Pero cuando se habla de creatividad enseguida se habla sobre arte. Esto ha derivado en una confusión entre ambas, que ha impedido observar la primera en el trabajo de campo arqueológico. Se ha supuesto que una práctica tecno-científica no es creativa más que incorporando elementos estéticos puntualmente. La creatividad en arqueología ha quedado además circunscrita a la creación del informe arqueológico o del registro, vistos como la materialización de diversos momentos que puestos en conjunto se estudian en retrospectiva, una vez que la excavación termina. En esta tesis se busca identificar qué tipo de creatividad es inherente al trabajo de campo, sus características, y qué papel juega en la creación del conocimiento arqueológico. Para ello se recurre a un enfoque metodológico basado en la etnografía de la práctica arqueológica, para ver empíricamente cómo los arqueólogos trabajan. Haciendo un repaso por la temática, se ubica el enfoque metodológico de esta tesis en un tipo de etnografía que tiene en cuenta aspectos ecológicos, corporales y sensoriales, entre otros, del trabajo de campo, en el cual los arqueólogos entremezclan percepción y recuerdo de cuerpo y mente de forma simultánea. A través de un ejercicio comparativo en tres etnografías realizadas en yacimientos en Almería (España), en Shiga, y en Okayama (Japón), se han logrado observar eventos y acciones comunes y otros diferentes, a partir de los cuales definir un modelo creativo de esta práctica. Estos eventos son, en primer lugar, la generación de superficies en el sondeo, cosa que involucra actividades de excavación y registro sin distinción temporal, en las que fundamentalmente se trabaja realizando un ¿andamio¿ de acciones improvisadas. Esto lleva a considerar la circulación de la tierra y el agua. El yacimiento aparece como un ¿sistema circulatorio¿ de sólidos y fluidos, un flujo de fuerzas cambiantes del que los arqueólogos forman parte activa. Unido a las herramientas que se usan en el sur de Europa y en Japón, en las que se aprecia una relación con la albañilería y jardinería respectivamente, condujo a explorar la metáfora del ¿cultivo¿ del yacimiento. Con esta pudimos ver que el conocimiento arqueológico es como un organismo con ramificaciones que conectan subsuelo y atmósfera, espacios, prácticas, cuerpos, y fenómenos. Con todo ello, exploramos un modelo creativo presente en el jardín japonés y en actividades tales como la albañilería y la arqueología. Se basa en la correspondencia con la tradición, la copia y la improvisación. En el yacimiento se suelen establecer expectativas y convenciones, una guía para la atención, que los arqueólogos van evocando. En el momento en que lo hacen el trabajo se considera ¿bien hecho¿. Por todo lo anterior, no hay un momento en que se pueda separar proceso y resultado. Todo ello se sitúa en contraste con sesgos del pensamiento moderno occidental tales como el ocular centrismo, el perspectivismo y el hilemorfismo, que se critican extensamente, así como con el concepto hegemónico de la creatividad basado en la novedad entre otras cosas. Al mismo tiempo, permite proponer una alternativa de creatividad basada en lo ecológico, donde se reintroduce lo cotidiano y la improvisación en correspondencia con la tradición. De vuelta a la arqueología, esto permite observar que no hay distinción entre dualismos tales como teoría/práctica, materiales/humanos, novedad/tradición. Esto permite considerar a la arqueología una disciplina cercana a otras tales como el tejido, la pintura, la albañilería o la jardinería, y no sólo tecno-ciencias y humanidades, lo cual abre nuevos caminos para repensar la formación de los futuros arqueólogos y el papel de la arqueología como una ciencia relevante y útil en el mundo contemporáneo.