Bienestar
ISSN: 2253-6655
Año de publicación: 2021
Número: 20
Páginas: 229-241
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Eunomía: Revista en Cultura de la Legalidad
Resumen
La valoración de un término intrínsecamente polisémico como es el de bienestar que aquí se propone pretende evidenciar de la mano de tres enfoques suficientemente amplios y dispares la importancia que los presupuestos conceptuales adoptados poseen para la definición del término analizado. Por un lado, presentaré un mapa de los abordajes éticos y cercanos a la filosofía de la mente y a desarrollos analíticos de las emociones que dan cuenta de la dimensión subjetiva imprescindible del bienestar, al visibilizar su conexión con la historicidad del deseo. Esto mismo permite afirmar asimismo que el término bienestar no se vuelve cuestión de interés social y político en cualesquiera épocas, sino que acompaña a una configuración epocal de la subjetividad, que a partir del siglo XX exige la satisfacción con medios públicos de demandas que giran en torno a la consecución universal de una tranquilidad material que facilite la emancipación con respecto a toda forma de explotación y opresión. Por otro lado, me ocuparé de presentar la perspectiva de Martha C. Nussbaum, que aconseja que las sociedades democráticas de fondo liberal adopten ciertas emociones para mejorar la cohesión del cuerpo civil y hacer de la reivindicación de bienestar general una exigencia sustantiva de la racionalidad práctica. Finalmente, me desplazaré a la mirada cruzada de Axel Honneth y Nancy Fraser, pues pone de manifiesto –a pesar de sus discrepancias internas acerca de la prioridad del eje del reconocimiento o de la redistribución– que, a pesar de la intensa vinculación que el bienestar mantiene con la subjetividad de los individuos, su materialización depende palmariamente de la incorporación por parte de los Estados de agendas públicas conscientes de la necesidad de combatir el hambre, la pobreza, la precariedad, el desprecio y las diferentes dimensiones de la opresión social. Sin un enfoque combinado de todas estas dimensiones difícilmente podría configurarse una teoría sostenible acerca del bienestar, consciente de la bipolaridad formal y material de las tareas a las que debe hacer frente con vistas a su materialización social progresiva y efectiva en sociedades diversas, pero igualmente enmarcadas en un marco cultural neoliberal.