La institución artística como estratificación

  1. Harillo Pla, Adrià
Dirigida por:
  1. Antonio Rivera García Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 16 de noviembre de 2020

Tribunal:
  1. Jordi Massó Castilla Presidente
  2. Jordi Maiso Blasco Secretario
  3. Gerard Vilar Vocal
  4. Antonio De Murcia Conesa Vocal
  5. Demetrius Titus Levi Vocal
Departamento:
  1. Filosofía y Sociedad

Tipo: Tesis

Resumen

En la presente tesis, hemos iniciado nuestro alegato exponiendo los consuetudinarios focos utilizados por parte de la Historia del arte, los cuales con frecuencia se han destinado al artista, a la obra o a lo social de su creación. Hemos proseguido departiendo sobre los diferentes paradigmas artísticos (Esencialismo, Mímesis, Intencionalismo...) para terminar afirmando que todos ellos se han visto superados, a grandes rasgos, por sus propias inconsistencias lógicas e internas. A posteriori, se ha realizado una aproximación al problema lingüístico y de conocimiento/reconocimiento sobre la práctica artística para, de este modo, llegar a la coyuntura imprescindible para el desarrollo del texto: el paso de la aisthesis a la askesis. Tal como se ha expuesto, dicha askesis es proporcionada por la institución en el interior de un mundo del arte para nada homogéneo y en contacto con el mercado, por mucho que algunos de sus agentes hayan tratado de negarlo o impedirlo. A su vez y prosiguiendo con lo introducido en esta tesis, se ha especificado que el mercado es una herramienta de manifestación de preferencias, por lo que existe una potencial relación de eficacia entre aquellas organizaciones o individuos que desean ser elegidos en un entorno de mercado-mundo del arte y los discursos ¿y la influencia connotativa de estos¿ vertidos por el propio mundo del arte. Se ha expuesto, también, que a pesar de que con gran frecuencia se alude a la necesidad de confianza, este entorno institucional aporta, frecuentemente, respuestas de tipo flexible ante las varias eventualidades mercantiles, pues no es una institución desinteresada. Se ha desarrollado la idea, no menos taxativa, de que el mundo del arte y su mercado no es una democracia o una república sino que, por el contrario, se asemeja más a una timocracia o una oligarquía. Semejante afirmación reside en que el arte es: 1. un "credence good"; 2. un bien de Veblen; 3. un bien de mérito; 4. un bien con valor refugio; 5. un bien escaso y no libre; 6. un bien posicional; 7. un bien de información asimétrica; lo que lo convierte en un bien ideal para los que una mayor fortuna atesoran, haciendo viable el sistema en forma de círculo vicioso presentado en el texto. Llegados a este punto, se ha producido la segunda aportación significativa de este trabajo. La primera fue la defensa de un principio motor basado en la eficacia y, la segunda, es la aceptación de la pregunta ¿¿cuándo hay arte?¿ como válida frente a la tradicional ¿¿qué es el arte?¿. También se ha tratado de aportar la correspondiente respuesta a esta cuestión: hay arte cuando algo se halla en el interior del círculo vicioso expuesto y en manos de sus agentes, motivaciones y mecanismos. Se ha dado continuidad al escrito exponiendo la inutilidad del arte (excepto en su sentido simbólico y de intercambio), por lo cual su adquisición es apropiada únicamente con las necesidades básicas satisfechas para, por último y tras reflexionar sobre la categoría de artista o de globalización ¿y otros términos considerados imprescindibles¿, afirmar que la categorización y postrera adquisición de arte promovida por el mundo del arte es una práctica de violencia simbólica generadora de estratificación social, aunque ello no sea considerado como positivo o negativo en sí mismo.