Estudio de prevalencia de burnout en los médicos de familia del SERMAS y los posibles factores de riesgo asociados a las condiciones de trabajo

Resumen

Este estudio plantea la evaluación del proceso de burnout como riesgo psicosocial laboral, en Médicos de Familia del SERMAS, en las 7 Direcciones Asistenciales en las que se organiza el Área Única Sanitaria de la Comunidad de Madrid, teniendo como objetivo general la determinación de las características del síndrome: prevalencia, niveles de riesgo, posibles causas y consecuencias, mediante el estudio transversal sobre una población definida de 3.499 Médicos de Familia. El cuestionario empleado para estimar la prevalencia del síndrome, así como, los porcentajes alcanzados en las tres dimensiones que lo definen: agotamiento emocional, despersonalización y realización personal, fue el Maslach Burnout Inventory (MBI). Para la valoración del nivel de riesgo de desgaste profesional en sus tres dimensiones: agotamiento emocional, distanciamiento y pérdida de expectativas se empleó el Cuestionario de Desgaste Profesional Médico (CDPM). El muestreo probabilístico empleado fue por conglomerados, estudiándose 60 centros de salud y 814 médicos. Para el estudio de los posibles estresores laborales y consecuencias se empleó el CDPM. Se elaboró un cuestionario específico para Atención Primaria y un mapa con los centros seleccionados por Direcciones Asistenciales. La tasa de respuesta fue del 75,6%. La prevalencia del síndrome de burnout fue del 11,9% (MBI): el 0,1% elevado agotamiento emocional, 34,3% elevada despersonalización y el 28,5% baja realización personal. Un 7,8% de los médicos presentaron niveles altos de desgaste profesional, el 64,9% un nivel medio y un 27,3% nivel bajo (CDPM). La presencia de burnout en Médicos de Familia del SERMAS afecta a las 7 Direcciones Asistenciales. El género femenino se comporta como un factor de protección con respecto al distanciamiento y pérdida de expectativas. La edad, el estado civil y el número de hijos no son determinantes en este estudio. El turno de tarde y la falta de autonomía decisional y temporal se comportaron como factores de riesgo, afectando a los tres elementos descriptivos del síndrome. Los problemas derivados de la gerencia y supervisión, así como la sobrecarga burocrática de la consulta informatizada (tecnoestrés) son también factores de riesgo para el agotamiento emocional. En cuanto a la dimensión del distanciamiento, la presión social, la presión temporal organizativa y el tecnoestrés se comportan como estresores laborales de riesgo. La presión social, la presión temporal y la relación médico-paciente con usuarios de trato difícil, son estresores laborales de riesgo con respecto a la pérdida de expectativas. En este estudio son factores protectores la realización de consultas programadas con respecto al agotamiento emocional, la existencia de protocolos en la asistencia sanitaria frente al distanciamiento y la tutorización MIR frente a la pérdida de expectativas. En cuanto a las consecuencias derivadas del síndrome, un 57,6% de Médicos de Familia tienen deseos de abandonar la profesión, un 73,7% presentan consecuencias físicas y un 73,4% consecuencias emocionales. Finalmente, un 44,3% se sienten aislados socio-profesionalmente. El estudio ha sido promovido por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid y la Fundación para la Investigación e Innovación Biomédica de Atención Primaria, respondiendo a las demandas de un entorno de trabajo saludable promovido por la OMS, Directrices europeas y constitucionales, cumpliendo con las normas éticas y de buena práctica clínica.