Capitalismo y desaparición del mundo. Un diálogo (abierto) con Hannah Arendt

  1. Linares Abadía, Laura
Dirigida por:
  1. Pablo López Álvarez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de enero de 2021

Tribunal:
  1. Nuria Sánchez Madrid Presidenta
  2. Óscar Quejido Alonso Secretario
  3. Edgar Straehle Porras Vocal
  4. Marina Garcés Mascareñas Vocal
  5. Juan Manuel Aragüés Estragués Vocal
Departamento:
  1. Filosofía y Sociedad

Tipo: Tesis

Resumen

Palabras Clave: Hannah Arendt, Capitalismo, mundo, desaparición del mundo. Son dos los objetivos principales de esta tesis. Primero, comprender las condiciones que han llevado al hastío, al desinterés y al abandono del espacio político por parte de la ciudadanía. Y segundo, que el mundo haya devenido un espacio flexible, inestable, móvil e incierto. El auge del individualismo y la exaltación de la vida privada, el haber hecho de la actividad de la labor la actividad humana por excelencia y la actitud hiperconsumista que caracteriza nuestras sociedades occidentales, todo ello al abrigo de políticas basadas en la representación, han hecho que se mantenga en la actualidad el fenómeno que Hannah Arendt identificó en su obra como la desaparición del mundo. La hipótesis fundamental que articula este estudio es que el elemento clave que puso en marcha tales condiciones a partir de la modernidad y que ha llevado en la actualidad al debilitamiento del tejido de lo político, así como al socavamiento de la estabilidad y la objetividad de las cosas, es la organización social y económica capitalista. Suponer que el capitalismo destruye el mundo nos ha obligado a abrir dos líneas de investigación heterogéneas que acaban comunicándose en nuestra hipótesis: por un lado, el estudio de la noción de mundo y de las condiciones que llevan a su desaparición a partir del pensamiento de Hannah Arendt y, por otro lado, el análisis del capitalismo a partir de los estudios de Karl Marx, pero siempre bajo el marco teórico del concepto arendtiano de mundo. Esto significa que nuestra crítica al capitalismo está adscrita al marco teórico de las categorías arendtianas de mundo y desaparición del mundo. Así mismo, aunque el pensamiento de Hannah Arendt es fundamental en nuestra hipótesis, ya que delimita, acota, enmarca y guía nuestra lectura del capitalismo, esta tesis no es una tesis sobre Hannah Arendt, sino que de lo que tratamos es de pensar un problema contemporáneo: el debilitamiento del tejido político y la estabilidad del mundo por mor de la producción de capital. Siguiendo el diagnóstico arendtiano, lo que nos encontramos es que son diversos los factores que llevan en la actualidad a que el mundo se aliene. Tal diversidad nos ha obligado a que, lo que se planteaba inicialmente como un diálogo íntimo entre nosotros, Arendt y Marx, haya acabado siendo un diálogo (abierto) a otros interlocutores que arrojan luz sobre nuestra hipótesis: Silvia Federici, David Harvey, Peter Linebaugh, Eric Hobsbawm, Walter Benjamin, Santiago Alba Rico, Carlos Fernández Liria, Seyla Benhabib o John Locke son algunos de los más importantes. Situando conceptualmente nuestra hipótesis, por mundo vamos comprender un espacio artificial que se sitúa entre los seres humanos y que depende de estos para existir. El mundo será entendido como un espacio material estable creado a partir de los objetos que surgen de la actividad del trabajo y, por otro lado, como un espacio inmaterial que emerge en el ejercicio de la acción y el diálogo público y plural de la ciudadanía. Por consiguiente, el mundo nunca es un espacio natural dado, este se identificaría con el no mundo, porque en él los seres humanos nos reducimos, como cualquier otro ser vivo, a una condición de animalidad. Solo el mundo hace posible actualizar la condición humana. Apoyaremos nuestra argumentación en todos los elementos que Arendt señala como condiciones que llevaron a la desaparición del mundo a excepción de uno: el planteamiento arendtiano por el que se separan las cuestiones privadas o sociales del dominio político. A diferencia de Arendt, consideramos que las cuestiones sociales son genuinamente políticas, por lo que no fundamentaremos nuestra crítica en esta distinción. Desde nuestra lectura, el capitalismo destruye el mundo en cinco sentidos: 1. La lógica del capital, el eterno ciclo producción-consumo idéntico al metabolismo de la labor y de la vida biológica, está emparentada con el no mundo. 2 El triunfo de l