Contribuciones para el debate sobre antropología aplicada y profesionalUna aproximación a la cultura disciplinar de la antropología chilena

  1. Santibañez Yañez, Dimas
Dirigida por:
  1. Pablo Santoro Domingo Director
  2. Almudena Cortés Maisonave Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 26 de enero de 2021

Tribunal:
  1. Beatriz Moncó Rebollo Presidenta
  2. José Rubén Blanco Merlo Secretario
  3. Héctor Romero Ramos Vocal
  4. Carlos Giménez Romero Vocal
  5. Arsenio Dacosta Vocal
Departamento:
  1. Sociología: Metodología y Teoría

Tipo: Tesis

Resumen

La antropología aplicada es materia de históricas controversias en el desarrollo disciplinar. El debate nunca acabado, pero siempre silencioso, en torno a la profesionalización e implicación de la antropología en los problemas públicos ha comprometido el quehacer disciplinar en diversos países. Estas controversias han permitido reflexionar sobre la utilidad social del quehacer antropológico y la contribución pública del conocimiento que produce. Estos debates expresan la siempre problemática relación entre el trabajo académico y las prácticas antropológicas no académicas. Estas disputas no son ajenas en la antropología chilena. En los últimos 30 años la antropología ha experimentado cambios significativos en su desarrollo científico, académico y formativo. Asimismo, y fruto del incremento de graduadas/os, la participación en el mercado profesional, público y privado, ha crecido sostenidamente. A pesar de ello la antropología aplicada sigue enfrentado un bajo reconocimiento disciplinar y social. La profesionalización de la disciplina sigue siendo una materia pendiente. Los estudios previos han identificado brechas entre las competencias que privilegia la formación universitaria y las requeridas por el mercado profesional. El lento avance de una formación que incorpore competencias para el desempeño profesional es resultado de las resistencias que protagonizan los claustros universitarios. Indica, también, que las capacidades de los cuerpos académicos son insuficientes para una formación más cercana a los requerimientos que la sociedad demanda. Expresa una cierta incapacidad de la disciplina para promover una práctica que resulte de valor para la sociedad. Todo ello señala un desacople entre los intereses de la disciplina, la forma en que comprende su contribución social, y las expectativas que la sociedad produce respecto del aporte que los profesionales de las ciencias sociales deben hacer para comprender e intervenir los problemas que afectan a grupos y poblaciones. Esta investigación se propuso contribuir en este debate. Estableció como propósito central caracterizar, analizar y valorar el quehacer de la antropología aplicada y el ejercicio profesional de la antropología chilena, como un recurso que permitiera realizar una aproximación a la cultura disciplinar. En función de ello, la tesis caracteriza el desarrollo histórico de la antropología y el quehacer aplicado en el país, analiza las trayectorias profesionales de diferentes generaciones y establece las estrategias y recursos disciplinares utilizados en las inserciones y desempeños profesionales. A partir de ello identifica los vínculos y tensiones que se han estructurado entre la antropología académica y la antropología profesional en el país. El enfoque adoptado responde a una antropología de la antropología. Esto significa reconocer que la posición del quehacer aplicado en el espacio disciplinar ofrece un ángulo distintivo para un ejercicio de autodescripción y autocomprensión. Desde este ángulo fue posible interrogar la comprensión que la tradición disciplinar hace de la antropología y su contribución pública, el modo en que comprende la actividad profesional no académica, el reconocimiento que le otorga a la actividad aplicada y la manera en que califica y clasifica las actividades profesionales de sus miembros. Estas cuestiones remiten a los arreglos culturales que la disciplina ha privilegiado en su desarrollo. Desde una perspectiva histórico-cultural se expresa en la producción de una frontera que ha favorecido la conformación de dos esferas de actividad que se vinculan de modo ambivalente y asimétrico. Estas relaciones producen experiencias de marginalidad e invisibilización que afectan negativamente el desarrollo profesional, al mismo tiempo que configuran una particular economía moral en el quehacer disciplinar. El análisis crítico de estos problemas puede aportar a un debate constructivo que permita imaginar el futuro disciplinar.