Aplicación de la proteómica redox tiólica a muestras clínicas: Enfermedades de válvula aórtica. Trombos de ictus isquémico

Resumen

Las enfermedades de válvula aórtica son las enfermedades valvulares más comunes en los países occidentales, y la principal causa de cirugía de reemplazo valvular. Hay dos presentaciones principales atendiendo a su patogenia: estenosis aórtica degenerativa, que es la más frecuente, e insuficiencia aórtica, que tiene una menor prevalencia. Por otro lado, el ictus isquémico es causado por el taponamiento de un vaso sanguíneo por un coágulo de sangre en el cerebro. Diferenciar la etiología del ictus es fundamental para tratar a los pacientes tras la rehabilitación después del ictus, con el fin de evitar recurrencias. El propósito de este trabajo consiste en estudiar cambios en los niveles de proteínas y modificaciones postraduccionales oxidativas en cisteínas que expliquen las diferencias entre las enfermedades de estenosis e insuficiencia y puedan ofrecer biomarcadores candidatos para diferenciar entre los grupos clínicos. Por otro lado, comparando los proteomas entre trombos de origen cardioembólico y trombos de origen aterotrombótico, las dos etiologías más frecuentes en el ictus isquémico, se podrán encontrar biomarcadores candidatos para discriminar entre ambas etiologías. Con este objetivo se han analizado válvulas aórticas de pacientes con estenosis aórtica, pacientes con insuficiencia aórtica y válvulas de corazones que han sido reemplazados durante un trasplante de órganos en los que se ha verificado que las válvulas funcionan de manera normal. Las muestras de ictus isquémico se obtuvieron de los trombos extraídos mediante trombectomía y clasificadas atendiendo a su etiología: cardioembólicas y aterotrombóticas. Se ha empleado el método Gelsilox con marcaje isobárico para la cuantificación relativa de niveles de proteína así de los péptidos que contienen cisteína en su forma reducida y oxidada. La combinación de la proteómica cuantitativa y la proteómica redox tiólica, así como el uso complementario de diferentes métodos de análisis ha permitido clasificar las muestras de los diferentes grupos clínicos, permitiendo profundizar en los mecanismos patológicos de las enfermedades estudiadas