Determinación de la posición condilar inicial en los diferentes tipos maloclusivos
- Barrera Mora, José Mª
- Emilio Jiménez-Castellanos Ballesteros Director/a
- Enrique Solano Reina Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 23 de junio de 2010
- Mario Menéndez Núñez Presidente/a
- José María Llamas Carreras Secretario/a
- Juan José Alió Sanz Vocal
- Juan Ignacio García Espona Vocal
- Eduardo Espinar Escalona Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Una vez revisada la literatura, podemos concluir que no existe una opinión consensuada de la posición condilar ideal, aunque parece que la evolución histórica ha ido poco a poco desechando las rígidas teorías gnatológicas, muchas veces sin fundam ento y enardecidas por ciertos “especialistas” de la Odontología. La posición condilar en relación céntrica ha pasado de ser un punto a estar considerada actualmente como un área en la que puede situarse el cóndilo; y el pensamiento, más que las distintas técnicas desarrolladas a través de los años, ha ido progresivamente adelantando su posición natural por causas puramente anatómicas.A la luz de los resultados descritos no se aclara tampoco que dicha posición concéntrica o más adelantada pueda evitar trastornos en la articulación temporomandibular. ¿Existe realmente un margen de tolerancia biológica amplio?Aunque se ha avanzado mucho en las técnicas para visualizar la articulación temporomandibular y entender su biomecánica, todavía no ha dejado de ser una de las articulaciones que más controversia genera respecto al diagnóstico y plan de tratamiento entre distintos profesionales.Algunos autores destacan, como causa del desarrollo de trastornos temporomandibular, una magnitud de carga de la articulación excesiva, pero el acuerdo más generalizado reside en prestar más importancia a la estabilidad ortopédicaen sí, que a la misma carga. En definitiva, la estabilidad sería lo que designaría el margen de tolerancia biológica.Okeson describe factores locales (por ejemplo, la maloclusión) y sistémicos (por ejemplo, hiperlaxitud ligamentosa) que pueden ser uno de los sucesos que interrumpan la función normal articular. ¿Serían entonces una maloclusión y la hiperlaxitud ligamentosa factores de inestabilidad ortopédica? Teóricamente, podríamos pensar que sí, aunque después los hallazgos de las investigaciones revisadas muchas veces se contradigan. Algunos investigadores señalan la maloclusión clase II de Angle con resalte aumentado y falta de guía incisiva como una de las más inestables.El desarrollo de estudios experimentales en ratasha demostrado cómo un desplazamiento condilar posterior puede, en ocasiones, producir una remodelación disfuncional del cartílago, llegando a lesionar nervios. Otros estudios, mediante resonancia magnéticas , establecen relación entre desplazamientos posteriores condilares y desplazamientos discales anteriores.La maloclusión, a su vez, no sólo parece influir en la posición condilar, sino también en la posición de la fosa glenoidea, lo cual complicaría más dicha relación.Según los estudios revisados, existe una relación entre pacientes con maloclusión clase II y III de Angle, con un desplazamiento anterior condilar, y pacientes con estructura craneofacial horizontal y vertical, con una inclinación condilar anterior y posterior respectivamente.Los diversos litigios entre pacientes y profesionales especialistas en Ortodoncia generaron una reflexión del procedimiento que llevaban a cabo en sus tratamientos. Como consecuencia de ello, numerosos investigadores hicieron estudios, para refutar o no la relación del tratamiento de ortodoncia con la modificación de la posición condilar. Las conclusiones descartaron que la corrección de la maloclusión generase una posición condilar distinta a la inicial.Es escasa la bibliografíaque analiza, además del nexo entre maloclusión y posición condilar, un tercer factor como es la aparición de síntomas y signos en la articulación temporomandibular.El M.P.I como hemos visto en la literatura es un aparato de medición, no excesivamente complejo, con una alta reproducibilidad y una baja variabilidad interoperador e intraoperador, que nos permite analizar la discrepancia entre las posiciones condilares de céntrica y máxima intercuspidación. Pero, al igual que los estudios que investigaban sobre maloclusión y posición condilar, son escasas las publicaciones que usan el M.P.I. para relacionar maloclusión-posición condilarsintomatología de la articulación temporomandibular.Por todas estas razones, consideramos necesario profundizar más en el estudio del nexo, de relación o no, que pudieran tener estas tres variables.