Reclusos vih positivos que rehusan el tratamiento antirretroviralcalidad de vida y características psicosociales
- Isabel Ruiz Pérez Director/a
- Antonio Olry de Labry Lima Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 16 de septiembre de 2009
- Joaquín Fernández-Crehuet Navajas Presidente/a
- Francisco Javier Gómez Jiménez Secretario/a
- Mercedes Díez Ruiz-Navarro Vocal
- Joan Carles March Cerdà Vocal
- Clara Bermúdez Tamayo Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Antecedentes y Objetivos: La población VIH que rehúsa el tratamiento antirretroviral, no ha sido estudiada como subgrupo poblacional. El medio penitenciario supone una oportunidad de acceder a ella. El objetivo se este estudio es caracterizar esta población, determinar su calidad de vida y evaluar las diferencias que existen entre este grupo poblacional y los otros de presos VIH+ a los que no se les recomienda el tratamiento o lo toman. Diseño: Estudio transversal realizado con 585 presos VIH+ de tres cárceles andaluzas. Metodología: Las variables dependientes fueron: La calidad de vida relacionada con la salud (que se midió mediante el instrumento MOS-VIH) y el grupo al que pertenecían estos presos VIH en función de las indicaciones y actitud ante el tratamiento. Se incluyeron como variables independientes: sociodemográficas, relativas al tratamiento antirretroviral, clínicas, psicosociales, morbilidad psíquica (ghq-28), salud autopercibida y relativas al medio penitenciario. Resultados: el 56,3% de los presos estaban en TARV, al 26,8% no le estaba indicado y el 16.8% rehusaba tomarlo. Las principales características psicosociales en las que se detectaron diferencias entre el grupo de reclusos que rehúsan el TARV fueron en los ámbitos de apoyo social, salud autopercibida y los propios de la evolución de VIH. La calidad de vida en el medio penitenciario es similar a la extrapenitenciaria. La calidad de vida de los pacientes en tratamiento y la de los que no lo están, es similar. Si la evaluamos dividiendo el grupo de los que no están en tratamiento en los que lo hacen por o contra consejo médico, los que rehúsan tienen peor calidad de vida. No tener morbilidad psíquica y una mejor salud autopercibida se relacionaron con la calidad de vida en todos los grupos. El escaso apoyo social y tener juicios pendientes se relacionaron con una peor calidad de vida mental entre los que rehúsan tratamiento. Conclusiones: La calidad de vida de los pacientes a los que se les indica tratamiento antirretroviral es peor en los presos VIH+ que lo rehúsan que en aquellos que lo toman. Existen factores asociados a cada subgrupo estudiado que permiten delimitar perfiles diferenciales de interés desde el punto de vista de salud pública.