La educación de la mujer y la Compañía de María en el País Vasco (1799-1900)

  1. URRA OLAZABAL, MANUELA
Dirigida por:
  1. María del Carmen Labrador Herráiz Directora

Universidad de defensa: Universidad de Deusto

Fecha de defensa: 19 de septiembre de 2003

Tribunal:
  1. Julio Ruiz Berrio Presidente
  2. Javier Real Cuesta Secretario/a
  3. Ángela del Valle López Vocal
  4. Florentino Sanz Fernández Vocal
  5. Angel María Ormaechea Hernáiz Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 98804 DIALNET

Resumen

A finales del siglo XVIII la educación femenina esta poco o nada atendida y la Compañía de María, instituto dedicado plenamente a la enseñanza de las niñas y jovenes, con 192 años de experiencia en el momento de la fundación de Bergara (1799), tenía mucho que ofrecer. La tesis consta de dos partes: en la primera, como marco contextual, se analiza, en primer lugar, la realidad de la educación femenina en el siglo XVIII en: escuelas municipales, fundaciones y conventos de clausura. En segundo lugar, el convento colegio-escuela de Tudela, antecedente inmediato del de Bergara y su relación con la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y, finalmente, el Seminario de Niñas Educandas de la Soledad en Bergara y su transformación en convento de la Enseñanza. En la segunda parte, se analiza ampliamente el convento colegio-escuela de Bergara, primer colegio religioso femenino en el País Vasco: los trámites legales, su puesta en marcha, la incidencia de las guerras y de la desamortización, la fama adquirida por el colegio, su proyecto educativo, la expansión: las fundaciones de Donostia-San Sebastián y Orduña y la comparación con otros centros educativos religiosos que surgen a raíz de 1851: de cortes monástico, unos; nuevas congregaciones con finalidad educativa más agiles y con mayores posibilidades de hacer frente a la escuela laica, otros. El análisis evidencia la lucha constante y continúa de unas mujeres que unieron a su vocación religiosa la finalidad educativa. Mujeres maestras que manejaron tierras y capital, defendieron sus derechos, aguantaron las guerras y la desamortización "desafortunada", educaron a señoritas, se desvivieron por las niñas sencillas del pueblo y contribuyeron con su modo de ser y de hacer a la dignificación de la mujer.