Nuevas aportaciones al conocimiento geológico de la Cuenca de Madrid

Resumen

La cuenca de Madrid, con una extensión actual de más de 10.000 kilómetros cuadrados, constituye una de las tres grandes cuencas terciarias de la península. Sobre la base del análisis tectosedimentario de cuencas (Megías, 1982), se exponen en este trabajo los resultados e hipóstesis más relevantes obtenidos por los autores en relación con la constitución interna del relleno sedimentario neógeno de esta cuenca. El principal conjunto de observaciones y conclusiones se refieren en lo esencial a las partes centrales de la cuenca, con mención en algunos casos a sus equivalentes en áreas marginales. Las siguientes unidades tectosedimentarias de rango cuencal son definidas: "Unidad Salina": Los datos más precisos sobre esta unidad proceden de los suministrados por sondeos de prospección de sales sódicas. De acuerdo con ellos la Unidad Salina aparece constituida por una sucesión continua de niveles de anhidrita alternantes con carbonatos (magnesita, dolomita), entre los que se intercalan pasadas detríticas finas y capas de glauberita. Dentro de este contexto los niveles ricos en thenardita se disponen en las partes superiores de la sucesión y son considerados como pertenecientes a una sub-unidad con entidad propia. Se discute asimismo la génesis de estas facies concluyéndose su deposición en un cuerpo de aguas permanentes en que las salmueras fueron sometidas a procesos de endulzamiento ("freshening"). "Unidad Detrítico-Yesífera: Está constituida por depósitos más o menos potentes de yesos detríticos alóctonos con rasgos sedimentográficos propios de un régimen de sedimentación en flujo gravitacional. Entre estos niveles se intercalan yesos masivos de tonos cremas, más frecuentes hacia la parte alta de la unidad. "Unidad Fluvio-Lacustres Terminales": Se distinguen en la parte superior del relleno neógeno tres unidades constituidas por depósitos propios de ambientes aluviales a lacustres. "La unidad inferior" presenta facies carbonáticas someras afectadas por procesos diagenéticos intensos en parte relacionados con karstificación. "La unidad media" incluye la denominada "red fluvial intramiocena" así como la formación carbonática lacustre que yace sobre estos depósitos terrígenos. "La unidad superior", que presenta su mejor desarrollo en la Mesa de Ocaña-Tarancón, está constituida por depósitos fluviales rojos con importante contenido en carbonatos biogénicos y bioclastos. Estos depósitos aparecen recubiertos por una costra laminar bien desarrollada. Por último, se discute la disposición estratigráfica de las arcosas en relación con las restantes unidades de la cuenca haciéndose patente su carácter erosivo, al menos para el episodio superior, reconocido como Arcosas de facies Madrid.