Prescripciones con uso analgésico en las Recetas de la Reina Isabel II
- Moreno Fernández, Mª Rosa
- María Isabel Martín Fontelles Directrice
Université de défendre: Universidad Rey Juan Carlos
Fecha de defensa: 04 décembre 2012
- Carlos Goicoechea García President
- Eva Maria Sánchez Robles Secrétaire
- Raquel Emilia Rodríguez Rodríguez Rapporteur
- Ángela Alsasua del Valle Rapporteur
- Nuria Acero de Mesa Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
Nuestro objetivo con el presente estudio, es hacer un análisis de los tratamientos analgésicos que se utilizaban durante la segunda mitad del siglo XIX, el estudio se centró en el Archivo de la Real Biótica analizando los libros recetarios de las Personas Reales y en la Reina Isabel II. Para lo cual se estudiaron los libros recetarios analizando todas las prescripciones que, según consta, se le hicieron a la Reina, tanto durante su vida cotidiana en Palacio como durante los viajes que realizaba. Analizamos las recetas, estudiándolas de acuerdo con la información que nos proporcionaban las Farmacopeas más usadas en la época. En muchos casos, las sustancias que contienen son elementos simples, probablemente para la elaboración posterior de fórmulas más complejas o bien fórmulas ya preparadas, para algunas de las cuales se incluye incluso la forma de elaboración, todo lo cual hace muy difícil establecer una teoría sobre sus indicaciones y el seguimiento de los tratamientos. A continuación, procedimos a realizar un estudio sobre las sustancias que con carácter analgésico llevaban las recetas, para su estudio las dividimos en cuatro grupos: opiáceos, anestésicos, solanáceas y otros compuestos. Este estudio nos ha permitido sugerir que la Reina, además de enfermedades comunes pudo padecer las siguientes patologías, una enfermedad crónica en la piel, patologías de distintas naturaleza que cursaban con dolor como son: úlceras, mucositis o caries de la cavidad bucal, para las que se le prescribían enjuagatorios, dolores de tipo osteoarticular o reumático agravados por los numerosos partos y por su notable exceso de peso, para lo cual usaban cataplasmas, fricciones y aplicaciones externas, probablemente anemia ferropénica asociada también al elevado número de partos y/o a una inadecuada alimentación, para lo cual se le prescribían distintos tipos de compuestos de hierro, carencia de vitamina C que paliaba con compuestos de coclearia y probablemente padecimientos de tipo nervioso para los cuales recibía compuestos usados en el tratamiento de las neuralgias. Hemos comprobado además que el hecho de que estuviese embarazada no suponía ninguna diferencia en cuanto a las prescripciones. Además del gran consumo de opiáceos que nos ha llamado mucho la atención, comprobamos que no parece que este elevado consumo le produjera a la Reina ningún efecto secundario importante, quizás porque el mismo tiene lugar por vía externa, aplicado sobre la piel o por vía oral, lo que supone una menor absorción. Es de destacar también que a pesar de que en esta época ya eran conocidos gran cantidad de compuestos de síntesis, todavía se preferían los productos naturales, por ejemplo es escaso el consumo de morfina y sin embargo es muy abundante el uso de opio y cápsulas de adormidera, quizás porque los médicos de la época manejaban mejor estos productos o bien porque se pensaba que los productos de síntesis podían resultar más perjudiciales.