Evolución del crecimiento y de las medidas antropométricas de deportistas adolescentes de natación, waterpolo, saltos y natación sincronizada

  1. Zugno, Tereza Marta
Dirigida por:
  1. Vicente Martínez de Haro Director/a
  2. María Teresa Lara Hernández Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Julio César Legido Arce Presidente
  2. Ismael Sanz Arribas Secretario/a
  3. P. Martín Escudero Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La edad de iniciación del entrenamiento y especialización del deporte está siendo cada vez más temprana (Caine, DiFiori, Maffulli, 2007). La evolución del crecimiento físico y del aprendizaje de los jóvenes deportistas, es la función principal de entrenadores, profesionales de la salud, clubes y federaciones deportivas. Todas las personas, sea profesionalmente o informalmente, que tengan algo que decir respecto a la formación o evolución del deportista, tienen responsabilidad en el control de su estado de salud y su rendimiento y de su desarrollo; para que, en posteriores etapas de sus carreras deportivas, puedan alcanzar los máximos logros deportivos (Carrasco Paez, Martínez Pardo, Nadal, 2005). El ritmo del crecimiento y las variaciones corporales pueden condicionar el aprendizaje y el desempeño de los jóvenes deportistas, a la vez que pueden acarrear desórdenes posturales provocando futuras patologías estructurales (Hernández Álvarez, Moya Morales, Velázquez Buendía, 2007). En efecto, el seguimiento del desarrollo y evolución de deportistas adolescentes deben ser llevados a cabo con una rigurosa atención; ya que en estas edades los resultados del entrenamiento en el crecimiento y la maduración pueden afectar tanto a futuros rendimientos deportivos como así también comprometer la salud (Grijota, Muñoz, Crespo, Robles, Maynar, 2012). La preocupación por la formación física, psicológica y social debe estar presente en cualquier programa de entrenamiento deportivo. Los entrenadores deben tener como objetivo no solamente desarrollar grandes deportistas, sino ante todo formar personas íntegras en los campos físicos, mental, moral y ético (Quiroz Meneses, Osorio, Granados, 2007). Basados en teorías científicas, los entrenadores pueden desarrollar mejor sus programas de entrenamiento preservando la integridad de sus alumnos (Tourestki y Pyne, 2011). Los posibles efectos de los entrenamientos físicos intensos, en el crecimiento y maduración de jóvenes deportistas, en especial la reducción de la estatura definitiva, tienen alarmados a padres, entrenadores, profesionales de la salud, entidades y personas ligadas al deporte en general (Baxter-Jones y Maffulli, 2002; Malina y cols., 2013). Pero “cada especialidad deportiva presenta una serie de exigencias que obliga, en la mayoría de los casos, a poseer una determinada morfología en los deportistas” (Carrasco Paez y cols., 2005). No parece malo o degradante que un deportista tenga estatura baja o muy alta, si su deporte así lo exige, pues que si un deportista quiere conseguir un alto rendimiento en un determinado deporte, ciertamente querrá tener un físico que le otorgue las condiciones ideales para conseguir su intento. Con lo que no se puede estar de acuerdo es que el entrenamiento sea de alguna forma, perjudicial a la salud, que cause alteraciones patológicas óseas o de otro tipo. Se conoce el caso de una chica que destacó en voleibol desde temprana edad. Su padre tiene 184 cm de estatura y su madre 164 cm. Sus dos hermanas miden 164 y 165 cm de talla. Sus abuelos tienen estaturas más bajas (paternos: 155 y 175 cm y maternos: 152 y 170 cm). Como ella quería ser jugadora de voleibol, y jugar como colocadora, esta cuestión de estatura siempre la preocupó. Hoy es deportista profesional y con sus 182 cm de estatura tiene condiciones ideales para jugar como colocadora del equipo. Ciertamente es la mujer más alta de la familia. Sólo es más baja que su padre (184 cm) y un tío (184 cm). Otro tío, hermano de su padre tiene 168 cm. Sus primos tienen alturas entre 180 cm y 182 cm. ¿Cómo se realizó esto? Se cree que fue el deporte. La actividad física que estimuló su crecimiento. Se cree que el patrón genético es el que condiciona y determina el somatotipo de cada individuo. ¿Pero los factores ambientales como la actividad física y nutrición también pueden tener influencia en el crecimiento y desarrollo de las personas? Algunos autores dicen que sí, que los huesos son órganos muy plásticos que pueden sufrir modificaciones considerables en su forma, amplitud, longitud y espesor, bajo la acción de los factores externos (Quiroz Menezes y cols., 2007). La actividad física es uno de los factores de estilos de vida que pueden influir en la ganancia de masa ósea (Lindén y cols., 2007). Varios estudios han demostrado una mayor densidad ósea en deportistas comparados con grupos control no deportistas. Las cargas o impactos mecánicos, característicos de diferentes especialidades deportivas, parecen inducir ciertas adaptaciones en el hueso, así como la intensidad del ejercicio parece incidir sobre la densidad de la masa ósea (Martinez Pardo, Carrasco Paez, Zarco Plequezuelos, Menchón Esteves, 2005). La niñez y adolescencia son las fases ideales para ganar masa ósea (McKay y cols., 2005; Schwarz, Courteix, Karlsson, 2006). Los educadores físicos deben tener en cuenta que la adquisición de una buena densidad ósea en las edades de crecimiento es un factor importante para prevenir la osteoporosis en edades mayores (Lee, Desai, Song, Lee, Lee, 2007; Miyabara y cols., 2007) y que la influencia del ejercicio en el tamaño del esqueleto y en la estructura del esqueleto puede tener una importancia biológica en la reducción de fracturas (Schwarz y cols., 2006). Esto sirve de estímulo para la práctica de deportes en general. Diversos factores parecen influir en la acumulación de masa ósea durante la infancia y adolescencia tales como la herencia, el género, la alimentación, la actividad física y la endocrinología (Burrows, 2007). La interacción entre la carga genética y las condiciones ambientales tales como el entrenamiento físico, la alimentación, el clima, los hábitos, etc., determinan el fenotipo o la morfología humana (Garrido Chamorro, González Lorenzo, García Vercher, Expósito Coll, 2005). Hay que considerar algunos elementos claves de los ejercicios físicos en relación a los efectos que puedan tener sobre los huesos; como son, el medio donde se practica (aéreo, terrestre, acuático), la intensidad de los impactos absorbidos por las estructuras óseas y la fuerza muscular (Martinez Pardo y cols., 2005). También es de suma importancia considerar si los ejercicios son aerobios o anaerobios. Algunos autores dicen que por ser la natación un deporte con ejercicios característicos de bajo impacto, poco efecto tendría sobre los huesos, tanto en el crecimiento longitudinal como en el desarrollo de la masa ósea (Torstveit, Sundgot-Borgen, 2005; Falk, Bronshtein, Zigel, Eliakin, 2004). Pero el deporte de natación, por las características del medio y los entrenamientos, conlleva un gran aporte de energía por vía aeróbica (Grijota y cols., 2012). En este trabajo se propone hacer un estudio de la evolución del crecimiento y desarrollo de deportistas de ambos sexos, de 11 a 18 años de edad, en deportes en el medio acuático, como son la natación, waterpolo, salto y natación sincronizada, evaluados en un Centro de Medicina Deportiva de Alto Nivel de Madrid. El muestreo representa la totalidad de los deportistas de las cuatro modalidades, de 11 a 18 años de edad, evaluados por este centro, donde acuden los nadadores seleccionados de alto nivel de la Comunidad de Madrid. En la redacción de este trabajo se seguirán las normas de la RAE - Real Academia Española. De una manera en general se utilizará el término específico del género como femenino, masculino, chicas, chicos; aunque eventualmente, podrá ser utilizado términos que abarquen ambos sexos. Este trabajo se basa en las normas APA – American Psychological Association para la presentación de estudios de investigación científica (American Psychological Association, 2010). Se piensa que el beneficio del proyecto es conocer qué ocurre en el desarrollo físico de deportistas púberes durante las prácticas deportivas de su elección y se espera que la investigación ayude a los entrenadores a planificar sus programas de entrenamiento comprobando un desarrollo benéfico y global de sus deportistas en los aspectos físicos, psicológicos, morales o sociales, aunque sean aspectos ajenos a su competencia profesional. Si la investigación muestra aspectos positivos en el desarrollo óseo, podría ser un estimulo a la práctica deportiva para prevenir fracturas, osteoporosis u otras enfermedades que padecen muchas personas y les quitan la calidad de vida familiar, laboral y social, además de mejorar el crecimiento. En la búsqueda de referencias bibliográficas, se sintió la necesidad de tener más estudios longitudinales sobre el crecimiento de deportistas en general y no solamente estudios sobre la estatura final. No se hallaron muchos estudios que sigan el crecimiento y el desarrollo de deportistas en su trayectoria deportiva. La búsqueda bibliográfica fue realizada principalmente en la biblioteca de la Facultad de Educación y Formación de la UAM tanto para préstamos del acervo de la biblioteca, como para préstamos interbibliotecarios. Las bases de datos utilizadas para la búsqueda fueron SportDiscus, Medline y Eric. Las palabras claves utilizadas fueron growth, anthropometric measure, height, somatotipe, swimmers, waterpolo players, synchronized swimmers, diving performance. En la búsqueda sobre crecimiento y desarrollo aparecieron más de cinco mil referencias por lo que se acotó uniéndolo a los términos de cada especialidad, porque incluso buscando actividad física y crecimiento y desarrollo aparecían más de cuatrocientas cincuenta. Finalmente figuran noventa y siete referencias aunque se han consultado más de cien en cada especialidad y por tanto se han manejado pocas referencias generales relativas al crecimiento y desarrollo. Solo las necesarias para elaborar el marco general.