Primera etapa de el cobaya 1953-1959. Biografía y poética de una revista literaria
- Muñoz Quirós, José María
- Mercedes Rodríguez Pequeño Directeur/trice
Université de défendre: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 09 juin 2014
- Tomás Albaladejo President
- José Ramón González Secrétaire
- Gonzalo Santonja Gómez-Agero Rapporteur
- María Rubio Martín Rapporteur
- María Pilar Celma Valero Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
El presente trabajo, se centraba en el análisis de una revista concreta dentro de un contexto nacional impulsado por la necesidad de manifestarse frente a la realidad por la que se estaba atravesando en España. Una necesidad que se vio apoyada por el florecimiento de numerosos puntos de creación y de presencia literaria debido, sobre todo, a las revistas que en cada lugar surgían impulsadas por grupos de jóvenes ¿aprendices de escritores¿. La biografía de una revista nos lleva a su conocimiento y a su evolución, así como a la referencia general en la que está ubicada su preocupación literaria. Podemos llegar a varias conclusiones: Las revistas literarias de este momento surgen desde la creación de un grupo literario, desde una tertulia, desde la amistad de sus miembros que antes que escritores son amigos. Y nacen por la necesidad de comunicar sus inquietudes literarias a la sociedad y por encontrar un medio de difusión y de publicación de sus propias creaciones que, de otra manera, no se hubieran podido publicar. Las revistas literarias supusieron un posicionamiento estético en un momento de intensas dificultades para la vida literaria y la vida social en España. La década del 50 al 60 fue la más prolífica ya que se protagonizó un resurgimiento de las literaturas nacionales periféricas que se vería reflejado en numerosas revistas de poesía en Cataluña, País Vasco y Galicia. La aparición de este tipo de publicaciones tuvo lugar, en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta los focos irradiados por Madrid y todas aquellas manifestaciones más alejadas que también desarrollaron una amplia labor en este sentido. Se produce una interrelación y un acercamiento personal y literario entre las diversas revistas y los miembros de las mismas, por esta razón es habitual encontrarnos con nombres repetidos en muchas de las publicaciones del momento. La amistad literaria conlleva un intercambio textual, un acercamiento crítico hacia la labor individual de cada miembro, y algunas veces una relación personal de encuentros y congresos en diversos puntos. El Cobaya va a beber de todas las líneas abiertas en la década: la escrita bajo el signo del realismo (que se va a concretar en la Antología consultada, considerado como el manifiesto de la Generación realista). La influencia de Antonio Machado que, con la conmemoración del veinte aniversario de su muerte, va a concretarse en el homenaje en Colliure que los poetas van a realizar. Influencia de la Generación del 27, sobre todo Vicente Aleixandre y Gerardo Diego. No podemos olvidar la presencia que las revistas literarias de este momento tienen en el desarrollo de la literatura general, y la necesidad de acudir a ellas para, desde una micro-literatura muy localizada, poder ofrecer el panorama general de la misma. Podemos considerar que estas publicaciones fueron portavoces de inquietudes y de posicionamientos estéticos. La poesía, sobre todo, encuentra un eco y una participación continuada en las páginas de estas revistas. Hubo también páginas dedicadas a la prosa narrativa, a la crítica, a la historia, a la opinión y al homenaje a poetas concretos, pero siempre el peso de la revista recaía en la labor poética de los miembros y de los colaboradores. Por la repetición de los nombres, las poéticas, los temas y las formas pudiéramos hablar de una poética general de las revistas, analizando las adscripciones de cada una a movimientos concretos y a estéticas peculiares. No fue lo habitual mantener una línea única ni prevalente (salvo lo que sucedió, en ocasiones, con algunas de las más emblemáticas del momento). Hay una tendencia a la diversidad de voces y de modos de decir, de poesía y de poética, evitando de esta manera cualquier encasillamiento ajeno a sus propósitos. El Cobaya no tuvo una línea única ni precisa: vivió en ese ámbito de la dispersión, bajo el criterio de publicar aquello que fuera solo poético, sin otras contaminaciones. Pero esta tarea fue ardua y compleja, radicalmente imposible, y hay que tener en cuenta que el carácter local pesa, de una manera muy constante, en las decisiones de los textos publicados. Tampoco podemos olvidar el control que se ejercía desde el poder político, la mirada crítica y la censura de los órganos oficiales que, aunque en poesía no tenía la importancia que en otros géneros, se valoraba todo aquello que estaba relacionado con sus principios más enraizados. La vida efímera, humilde, de estas revistas, las dificultades económicas y la necesidad de subvenciones oficiales, determinó la existencia y la duración de las mismas. No poder mantenerse por sí mismas fue el aspecto más repetido en estos momentos, y de esta realidad surgió el dominio que sobre ellas mantuvieron algunos órganos del poder local o nacional. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, a pesar de estar presentes en todas las revistas de la década, adquieren en El Cobaya una mayor dimensión ya que, la proximidad física influyen de forma decisiva en sus modelos literarios. San Juan de la Cruz es recibido como patrón de los poetas no oficialmente, y sus obras son leídas y conocidas por los miembros de la revista. Los escritores abulenses, que vivían y se relacionaban en la ciudad, germen del grupo El Cobaya, van a mezclarse y a relacionarse con los poetas de otros ámbitos, sobre todo de Madrid, ciudad que modula y expande toda la creatividad literaria y que es tenida como modelo e impulso de las inquietudes de los jóvenes. En algunas ocasiones se produjeron encuentros y lecturas conjuntas en Ávila. Algunos de estos escritores se reunirán con los miembros de El Cobaya para presentar el primer número de la revista, y apoyar así el nacimiento de una nueva publicación. La traducción de poesía de otras lenguas fue una característica de El Cobaya en los últimos números de su existencia: Joaquín Fernández va a ser el impulsor, junto a otros traductores amigos, de esta singularidad. El hecho de que la presencia de escritores de otros países se produjera en este momento supuso el acercar y dar a conocer a los poetas españoles algunas de las voces más interesantes de otras culturas y otras lenguas.