El teatro de José Sanchís Sinisterrareescritura y meta teatralidad

  1. SOSA ANTONIETTI MARCELA BEATRIZ
Dirigida por:
  1. Manuel Aznar Soler Director/a
  2. Germán Vega García-Luengos Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 20 de julio de 2001

Tribunal:
  1. Irene Vallejo González Presidente/a
  2. Javier García Rodríguez Secretario/a
  3. Felipe Pedraza Ramírez Vocal
  4. Virtudes Serrano García Vocal
  5. Javier Huerta Calvo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 83768 DIALNET

Resumen

La tesis analiza el teatro de Jose Sanchis Sinisterra desde la perspectivas de la reescritura y la metateatralidad, para lo cual se realiza una conceptualizacion teorica previamente. Ademas de trazarse la trayectoria vital y estetica del dramaturgo y director valenciano, se sistematiza el profuso metatexto teorico disperso en articulos, entrevistas, etc, atinenete a dichas isotopias y se pretende mostrar su imbricacion en la praxis artistica, no solo como alusiones autorreferenciales sino como sustento de la experimentacion formal. Sanchis Sinisterra estrena dentro del Teatro Fronterizo la mayor parte de las reescrituras, fruto de sus teoriaciones sobre la dramaturgia (cohesiva y expansiva). De esa abundante producción han sido seleccionados y analizados dos textos emblematicos: Naque o de piojos y actores (1980) y El retablo e Eldorado (1985), en relacion intertextual con los textos que les dieron origen. Se estudia tambien una clase especial de reescrituras, las dramaturgias, designadas asi por el propio Sanchis Sinisterra, ya que obedecen a un proposito escenico (Tendenciosa manipulacion de "La Celestina" de Fernando de Rojas, Cuento de invierno de Shakespeare y Moby Dick de Melville, que permanecen ineditas y de las que se incluye una antologia). Las diversas manifestaciones que la metateatralidad puede asumir son ejemplificadas con obras de Sanchis Sinisterra (muchas de ellas aun no abordadas por la critica como Misero Prospero, El canto de la rana, Perdida de los Apalaches o Primer amor), pero se analiza mas ¡Ay, Carmela¡ y El cerco de Leningrado puesto que pertenecen, junto con Nague, a la trilogia "El escenario vacio". Asimismo se dedica sendos apartados a Los figurantes y El lector por horas ya que el metateatro es el principio constructivo de ambas obras. La ultima mencionada constituye la culminación escenica de la propuesta bipolar del dramaturgo donde se teoriza, ademas, sobre la problemática de la reescritura