El método de Lancaster como estrategia para el logro de los ideales educativos del primer liberalismo español. Las escuelas lancasterianas de niños y de niñas de Madrid

  1. Carreño, Miryam
  2. Colmenar Orzaes, María del Carmen
Libro:
La Constitución de Cádiz. Genealogía y desarrollo del sistema educativo liberal: XVII Coloquio Nacional de Historia de la Educación. Cádiz, 9-11 de julio de 2013
  1. Espigado Tocino, M. Gloria (dir. congr.)
  2. Gómez Fernández, Juan (ed. lit.)
  3. Pascua Sánchez, María José de la (ed. lit.)
  4. Sánchez Villanueva, Juan Luis (ed. lit.)
  5. Vázquez Domínguez, Carmen (ed. lit.)

Editorial: Sociedad Española de Historia de la Educación ; Servicio de Publicaciones ; Universidad de Cádiz

ISBN: 978-84-9828-437-9

Año de publicación: 2013

Páginas: 611-622

Congreso: Coloquio de Historia de la Educación (17. 2013. Cádiz)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Los ideales del primer liberalismo español que dan fundamento a la Constitución de 1812, se concretaron en ciertos principios básicos, recogidos en sus artículos. La instrucción pública es uno de ellos. La educación popular fue percibida como una estrategia imprescindible para configurar la nueva sociedad, el nuevo orden y el nuevo hombre -el ciudadano-. La instrucción pública se entendió como instrumento de renovación y de reforma, no sólo de la economía, iniciada por los Ilustrados en el siglo XVIII, sino, también, de la política. La idea de que toda reforma necesita de la instrucción, es una herencia de los Ilustrados que los hombres del primer liberalismo recogen, mantienen y llegan, en parte, a formalizar. Si la conciencia de la necesidad de instrucción pública era clara, también había, igualmente, clara conciencia de las dificultades para llevar a la práctica esa idea. Las escuelas elementales al alcance de las clases populares eran escasas y pobres, los maestros mayoritariamente ignorantes. La posibilidad de una educación popular se veía, así, obstaculizada por la herencia educativa del Antiguo Régimen que los Ilustrados apenas habían podido empezar a desarmar. En estas circunstancias no es raro que el método lancasteriano -caracterizado por el abaratamiento de la enseñanza- apareciera como una vía posible para lograr la extensión de la educación a los más necesitados. La creación de escuelas lancasterianas es una manifestación del afán educador del primer liberalismo español. El artífice del método -J. Lancaster- no hizo diferencias en cuanto al género en las escuelas por él creadas. Siguiendo esa impronta, se crea en Madrid la escuela lancasteriana de niñas.