Acción y pensamiento político de John Locke: del conformismo a la revolución

  1. Satrústegui Gil-Delgado, Miguel
Revista:
Revista de estudios políticos

ISSN: 0048-7694

Año de publicación: 2013

Número: 160

Páginas: 43-68

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Revista de estudios políticos

Resumen

El pensamiento político de Locke debe ser analizado en conexión con su participación en la política del reinado de Carlos II. El cambio ideológico gradual que reflejan sus escritos, a partir de 1667, está vinculado con los propósitos y las luchas políticas de los primeros «whigs». Escribió el Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil en el contexto de la crisis constitucional del final de ese reinado. Esa obra (con su teoría sobre el consentimiento, la «commonwealth» y la disolución del gobierno) puede relacionarse con la estrategia revolucionaria en la que se embarcaron algunos dirigentes «whigs», cuyo fracaso abocó a Locke al exilio. Sin embargo, sus ideas relativas al consentimiento como fuente de legitimidad acabaron por triunfar con la Revolución de 1688 (aunque él no tomara parte activa en ese acontecimiento). Sus principales obras, publicadas después de la Revolución, fueron también una fuente de inspiración para los pensadores ilustrados y a los movimientos revolucionarios posteriores.

Referencias bibliográficas

  • Nació en Wrington (Somerset) en 1632 y murió en Oates, High Laver (Essex) en 1704.
  • Sobre la necesidad de entender pensamiento político en relación con la historia política: Lucien Jaume, «El pensamiento en acción: por otra historia de las ideas políticas», Ayer, 53/2004 (1), pp. 109-130.
  • La conexión entre la acción política y el pensamiento de Locke ha sido enérgicamente subrayada por Richard Ashcraft, en las siguientes obras: «Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government. Radicalism and Lockean Political Theory» (Political Theory, 1980) in J.R. Milton (editor), Locke's Moral, Political and Legal Philosophy, King's College London, 1999, pp. 3-60
  • Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government, Princeton University Press, 1986.
  • «Nuestras oraciones han sido escuchadas, los Hados no guardan una felicidad igual, que podamos implorar de su generosidad, porque están en ti, o Gran Señor, la suma de todas nuestras alegrías presentes y de todas las venideras». Verses on King Charles II's Restoration (1660) in Locke, Political Essays, ed. Mark Goldie, Cambridge University Press, Cambridge UK, p. 203.
  • Verses on Oliver Cromwell, in Locke, Political Essays, cit., p. 201.
  • First Tract on Government, 1660
  • Second Tract on Government, 1662, in Locke, Political Essays, cit., pp. 3-53 y pp. 54-78.
  • First Tract on Government, 1660, cit., p. 34.
  • First Tract on Government, 1660, cit., p. 22.
  • Maurice Cranston, «The Politics of John Locke», History Today, September 1952, p. 620, citado por Richard Ashcraft, Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government, cit., p. 84.
  • Richard Ashcraft, «Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government. Radicalism and Lockean Political Theory», cit., p. 6.
  • An Essay on Toleration (1667), in Locke, Political Essays, ed. Mark Goldie, Cambridge University Press, Cambridge UK, p. 139.
  • An Essay on Toleration, cit., pp. 152-153.
  • The Fundamental Constitutions of Carolina, in Locke, Political Essays, ed. Mark Goldie, Cambridge University Press, Cambridge UK, parágrafo 1.
  • The Fundamental Constitutions of Carolina, cit., parágrafos 2, 28, 42, 43 y 44.
  • The Fundamental Constitutions of Carolina, cit., parágrafos 21, 22 y 23.
  • The Fundamental Constitutions of Carolina, cit., parágrafos 98 y 101.
  • Sobre estos acontecimientos, los dos primeros capítulos de Richard Ashcraft, Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government, cit., pp. 17-74.
  • Richard Ashcraft, Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government, cit. pp. 20-21.
  • A Letter from a Person of Quality (Extract), in Locke, Political Essays, cit. pp. 360-365.
  • Roger Woolhouse, Locke a Biography, Cambridge University Press, 2007, pp. 116-154.
  • En este sentido, Richard Ashcraft, «Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government. Radicalism and Lockean Political Theory», cit., especialmente, pp. 9-25.
  • En este sentido, Mark Goldie, «John Locke and Anglican Royalism» (Political Studies, 1983, 31), in J.R. Milton (editor), Locke's Moral, Political and Legal Philosophy, King's College London, 1999, pp. 61-85.
  • J. Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, 1690, in Locke, Berkeley, Hume, Encyclopaedia Britannica, 1952, especialmente, Capítulo II, parágrafos 6, 7 y 8.
  • J. Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., parágrafo 173.
  • J. Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo IV y Thomas Hobbes, Leviathan, Capítulo XX.
  • J. Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., especialmente, Capítulo V.
  • C.B. Macpherson, La teoría política del individualismo posesivo, trad. De Juan Ramón Capella, Editorial Trotta, Madrid 2005, pp. 199 y ss.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo V, parágrafo 49.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo V, parágrafo 50.
  • C.B. Macpherson, La teoría política del individualismo posesivo, cit., p. 216.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 95.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 98. Locke presupone que existe un único pacto en el origen de las sociedades civiles (ver parágrafos 95-97), aunque parece admitir que la incorporación (a la sociedad) y la sujeción (a la voluntad de la mayoría) sean aspectos distintos de ese pacto. De modo que éste quedaría resuelto íntegramente en los supuestos de disolución de la sociedad-por conquista-y solo parcialmente, en lo que hace referencia al segundo aspecto, si sucede alguno de los casos de disolución del gobierno, antes referidos (parágrafo 211).
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 118.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 107.
  • Locke pone el ejemplo de Jefté que fue elegido juez de Israel por seis años, para dirigir la guerra contra los amonitas. Jefté era un personaje bíblico con mucha notoriedad en el mundo cultural del siglo xvii, por el dramático juramento que hizo a Yahvé: Carissimi le dedicó un oratorio en 1649 y Sébastien Bourdon y Charles Le Brun, sendas pinturas; la primera se halla en el Museo de Bellas Artes de Lyon y la segunda en los Uffizi.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 111.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 133.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XI, parágrafo 134.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VIII, parágrafo 132.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XI, parágrafo 135.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo IX, parágrafo 130 y Capítulo XII, parágrafo 144.
  • En la monarquía absoluta, al súbdito «como si estuviera degradado de la condición común de las criaturas racionales, se le niega la libertad de juzgar o de defender su derecho, y está expuesto a todas las miserias e inconvenientes que un hombre pueda temer de otro, que además de hallarse en un irrestricto estado de naturaleza, está corrompido por la adulación y armado con el poder», Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo VII, parágrafo 91.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XII, parágrafos 145 y 146.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XIII, parágrafo 149.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XIX, parágrafo 222.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XVI, parágrafo 192.
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XIX, parágrafos 213-218
  • Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., Capítulo XIX, parágrafo 220.
  • Concretamente, Richard Ashcraft afirma «There is not the slightest doubt, in my mind, that Locke was an active participant in the Rye House Conspiracy», «Revolutionary Politics and Locke's Two Treatises of Government», cit., p. 45. Ashcraft y otros autores, en particular consideran que un viaje de Locke a la casa de campo del Conde Essex en Cassiobury, a finales de abril de 1683, pudo estar relacionado con la conspiración (por ejemplo, Roger Woolhouse, Locke a Biography, cit., pp. 190-191).
  • Roger Woolhouse, Locke a Biography, cit., pp. 190-196.
  • J. Locke, A letter concerning toleration, 1689, in Locke, Berkeley, Hume, Encyclopaedia Britannica, 1952, p. 14.
  • J. Locke, A letter concerning toleration, cit., p. 18.
  • Jose María Lasalle, Locke, liberalismo y propiedad, Servicio de Estudios del Colegio de Registradores, Madrid, 2003, pp. 87 y ss., ha subrayado la conexión entre la epistemología de Locke, contenida en el Ensayo sobre el Entendimiento Humano, y sus ideas políticas, expuestas en los Dos Tratados sobre el Gobierno, en particular en aspectos como: su concepto de persona, su idea de que la apropiación es una conducta que está guiada por el entendimiento y también su interpretación de que el proceso del conocimiento tiene una lógica adquisitiva.
  • J. Locke, An Essay concerning human understanding, 1690, in Locke, Berkeley, Hume, Encyclopaedia Britannica, 1952, Introduction, parágrafo 5.
  • J. Locke, An Essay concerning human understanding, cit., Libro I, Capítulo II, parágrafo 15.
  • J. Locke, An Essay concerning human understanding, cit., Libro I, Capítulo II, parágrafo 2.
  • J. Locke, An Essay concerning human understanding, cit., Libro I, Capítulo II, parágrafo 9.
  • Voltaire, The ignorant philosopher, en The complete romances of Voltaire, Wildside Press, 2007, pp. 449-450.
  • J. Locke, Concerning Civil Government, Second Essay, cit., especialmente, Capítulo II, parágrafo 11. Oakley ha interpretado que Locke tuvo presente la distinción escolástica entre la potestad divina absoluta, que es libre, y la potestad divina ordenada, que está limitada por propia voluntad de Dios. La Ley Natural de Locke sería expresión de esta segunda variante de la voluntad del supremo legislador, Francis Oakley, «Locke, Natural Law and God» in J.R. Milton (editor), Locke's Moral, Political and Legal Philosophy, King's College London, 1999, pp. 213-240.
  • En la rebelión de Montmouth participaron algunos exiliados próximos a Locke, como Robert Ferguson, que redactó la proclama de los rebeldes. Pero no parece probado que Locke mismo estuviera involucrado en esta aventura, a pesar de que las autoridades inglesas sospecharon de su connivencia e incluyeron su nombre en la lista de personas que solicitaron fueran expulsadas del territorio holandés. Parece que el nombre de Locke no figuraba en la lista inicial, pero fue añadido posteriormente a ella por Skelton, el agente inglés en La Haya, que estaba expresamente autorizado para completar la lista con aquellas personas que se pedía que fueran detenidas y expulsadas (Roger Woolhouse, Locke a Biography, cit., p. 219).
  • Steve Pincus, 1688. The First Modern Revolution, New Haven-London, 2009, Capítulos 5.o y 6.o, pp.118-178.
  • Roger Woolhouse, Locke a Biography, cit., pp. 250-261
  • Steve Pincus, 1688. The First Modern Revolution, cit., p. 121 «In the revisionist account, then, it was the Tories and the members of the Church of England who turned against James in 1687 and 1688, and they did so for exclusively religious reasons. The Tories abho rred James's commitment to religious toleration». «James failed, in the revisionist rendering, not because he managed to provoke a fundamentally liberal English nation, but because in pursuing liberal policies James angered a narrow and bigoted political elite».
  • Newton escribió en 1687 que apoyar la Declaración de Indulgencia suponía «arrojar todas las leyes sobre la libertad y la propiedad» (Steve Pincus, 1688. The First Modern Revolution, cit., p. 205).
  • Steve Pincus, 1688. The First Modern Revolution, cit. pp. 254-277.
  • «Locke to Edward Clarke» (29 January/8 February 1689) in Mark Goldie (editor), John Locke Selected Correspondence, Oxford University Press, 2002, p. 133.
  • J. Locke, Two Treatises of Government, Prefacio.
  • En el preámbulo de ese documento se afirma: «Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios». Igualdad original de los hombres, derechos inalienables, consentimiento de los gobernados, legitimidad de la revolución: la huellas de Locke son evidentes en este texto, que sin embargo muestra también algunas desviaciones notables respecto de su pensamiento: como afirmar que las verdades que enuncia son «evidentes, por sí mismas», lo que no se acompasa con la crítica de Locke de la doctrina de las ideas innatas, o no haber incluido la propiedad entre los derechos naturales que expresamente proclama, lo que contrasta con la importancia teórica de la propiedad en el Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil. Al respecto, A. John Simmons, The Lockean Theory of Rights, Princeton University Press, Princeton, 1992, pp. 14-15.
  • L. Rodríguez Aranda, «La recepción y el influjo de las ideas políticas de John Locke en España», Revista de Estudios Políticos, n.o 76, 1954, pp. 115-130.
  • Álvaro Flórez de Estrada, Representación hecha a S.M.C. el Señor Don Fernando VII, en defensa de las Cortes, Londres, impreso por E. Justins, 1819, pp. 18 y ss.