Factores asociados a la terapia vojtaneuroimagen del sistema nervioso central en resonancia magnética funcional
- SANZ ESTEBAN, ISMAEL
- David Rodríguez Sanz Director
- César Calvo Lobo Codirector
Universidad de defensa: Universidad Europea de Madrid
Fecha de defensa: 07 de septiembre de 2017
- Daniel López-López Presidente/a
- Mónica de la Cueva Reguera Secretario/a
- Carmen Jiménez Antona Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción: Cómo afectan los estímulos sobre el ser humano, como éste es capaz de registrarlos y producir una respuesta, ha sido y es objeto de estudio por parte de la ciencia desde hace años. Se han escrito diversas teorías sobre el desarrollo y el control motor donde se relaciona estrechamente la influencia de los estímulos exógenos, los estímulos ambientales y la propia interocepción con la adquisición de habilidades motoras y cognitivas. El sistema nervioso es el encargado de registrar la información que proviene de los estímulos. Los órganos sensoriales reciben la información que se transmite hacia el cerebro donde se perciben los estímulos y se elabora una respuesta. La integración sensorial del estímulo y la percepción que de él hace el sistema nervioso central (SNC) posibilita la respuesta motora. Fue D. Santiago Ramón y Cajal el primero en sugerir una interacción entre ambos sistemas. De aquí nace la idea de integración sensoriomotora. La terapia Vojta está considerada como una de las herramientas actuales más utilizadas en neurorehabilitación. Se basa en la estimulación táctil y propioceptiva de unas zonas y/o puntos específicos corporales sobre una base postural determinada y bien definida. La aplicación de estos estímulos desencadena un programa locomotor innato que está implícito en nuestro SNC. Como respuesta ante los estímulos aparecen sinergias musculares que contienen los elementos motores imprescindibles en la locomoción humana: el enderezamiento, el movimiento fásico coordinado y el control postural. En este estudio queremos ver como los estímulos realizados durante la terapia Vojta inciden en el SNC y cuáles son las zonas que más se activan frente a la estimulación sensorial en un punto del muslo. Se ha utilizado la resonancia magnética funcional (RMf) junto con el efecto BOLD para medir la actividad cerebral. La técnica (BOLD del inglés Blood Oxygenation Level Dependent), utiliza las propiedades hemodinámicas de la sangre y la susceptibilidad magnética de la hemoglobina como contraste endógeno, lo que permitirá detectar cambios en el flujo sanguíneo cerebral. Hipótesis: La aplicación de un estímulo táctil y propioceptivo entre la 7ª y 8ª costilla (zona pectoral en la terapia Vojta), produce la activación de estructuras corticales, subcorticales y cerebelosas en comparación con una estimulación táctil y propioceptiva del tercio distal del muslo, grupo descriptivo simulado (DS). La activación de esas zonas provoca un aumento de la demanda energética cerebral y una mayor presencia de hemoglobina en esas áreas. La activación se registra con la RMf utilizando la técnica BOLD. Objetivo: El objetivo es determinar las zonas de activación del SNC durante la aplicación de un estímulo táctil y propioceptivo. El estímulo se realiza sobre el área situada entre la 7º y 8º costilla (zona pectoral), acorde con el protocolo de activación de la terapia Vojta y se compara con otro estímulo táctil de idéntico protocolo realizado sobre el tercio distal del muslo. Material y métodos: Estudio observacional transversal descriptivo con dos grupos aleatorizados grupo descriptivo Vojta (DV) y el grupo descriptivo simulado (DS). La muestra es de 16 participantes sanos reclutados mediante información presencial o telemática. Todos los participantes firmaron el consentimiento informado previamente a someterse a las pruebas, cumpliendo con los criterios de inclusión y exclusión. Protocolo: Los sujetos del grupo DV se posicionan en decúbito supino en la camilla de la RMf con brazos y piernas extendidas y relajadas. Una vez dentro del equipo de resonancia, el fisioterapeuta sitúa su brazo dentro del tubo de RMf y localiza la zona pectoral, entre la 7ª y 8ª costilla. Localizada la zona se realiza una estimulación de naturaleza táctil y propioceptiva, siguiendo una dirección determinada por tres vectores espaciales, un vector craneal, un vector medial y un vector dorsal, cuya resultante es oblicua a la columna vertebral, en dirección al hombro contralateral. El grupo DS sigue el mismo protocolo de actuación que el grupo Vojta, con la salvedad que la estimulación se realiza en la zona distal del muslo, entre 6 y 8 cm por encima de la parte craneal de la rótula. Para la realización del estudio se utiliza un diseño de bloques con una duración total de 5 minutos. Los bloques constan de 30 segundos de reposo y 30 segundos de activación, comenzando en reposo y terminando en activación. En todos los sujetos se mide la actividad del SNC estimulando primero del lado derecho y luego del lado izquierdo. Resultados: Tras estudiar los resultados de la estadística descriptiva de los 16 participantes para las variables, edad, sexo, peso, altura, índice de masa corporal (IMC) y actividad física se concluye que no existieron diferencias significativas (p > 0.05) entre los grupos DV y DS. Los resultados fruto de la comparación entre ambos grupos muestran la activación de estructuras corticales en las áreas 21 y 46, a nivel subcortical en el tálamo, ganglios basales y en el cerebelo. La comparación del grupo DV frente al grupo DS durante la estimulación desde el lado izquierdo, muestra una activación cortical en área 28 de Brodmann, a nivel subcortical en núcleo subtalámico y cuerpos mamilares derechos, junto con globo pálido interno y putamen del lado izquierdo. Durante la estimulación desde el lado derecho destaca la activación del área motora suplementaria ipsilateral junto con el globo pálido externo y putamen. La comparación de DV frente a DS muestra diferencias significativas en lóbulos temporal y frontal a nivel cortical, tálamo, núcleo caudado y putamen bilaterales a nivel subcortical y bilateralmente en los lóbulos anteriores del cerebelo. Respecto a la lateralidad desde la que se presenta el estímulo y en relación con la situación hemisférica de la estructura activada, destaca la activación ipsilateral de los ganglios basales, especialmente la zona del Putamen. Conclusión: La estimulación realizada en la zona pectoral siguiendo el protocolo de la terapia Vojta provoca una activación de diferentes estructuras a nivel cortical, subcortical y cerebeloso en comparación con una estimulación en la zona del tercio distal del muslo. La activación ipsilateral a la zona de estímulo del putamen resulta especialmente significativa y deja abierta la posibilidad de una futura línea de investigación.