Lingúística computacional aplicada a la investigación educativa: un enfoque matemático de la enseñanza de vocabulario en lengua inglesa para hispanohablantes
- Cembreros Castaño, Diana
- María Dolores Ramírez Verdugo Director/a
Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid
Fecha de defensa: 30 de junio de 2014
- Juan Manuel Hernández Presidente/a
- Marta Garrote Salazar Secretario/a
- José Antonio Fernández Bravo Vocal
- Elena Teresa López Cobeñas Vocal
- Alicia Vicente Royo de San Martín Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El vocabulario es uno de los aspectos más importantes de cualquier sistema lingüístico y, sin embargo, ha sido desatendido sistemáticamente en la enseñanza de idiomas. Si bien es cierto que los primeros métodos incluían extensas listas de vocabulario que debía aprenderse de memoria, durante el último siglo las distintas recomendaciones pedagógicas han asumido que el vocabulario se aprende por mera exposición, fundamentalmente a través de la lectura. Desde esta perspectiva, la selección léxica en las programaciones docentes sería innecesaria. A partir de los años 90 un grupo de investigadores, entre los que destacan Batia Laufer, Paul Meara, Paul Nation, Norbert Schmitt, James Coady y Michael McCarthy, publican una serie de estudios cuyos resultados cuestionan la validez de este enfoque (Schmitt, 2010). Sus trabajos reivindican la importancia de la selección del léxico prioritario así como su enseñanza explícita a través de distintas técnicas, especialmente en los niveles elementales. Surge entonces un renovado interés por aquello que ya defendían en los años 20 y 30 los lingüistas del llamado Vocabulary Control Movement, que fueron pioneros en la elaboración de un listado de las palabras más importantes para el aprendiz de inglés como L2. Este listado, llamado General Service List (West, 1953), ha cumplido 60 años y sigue siendo tremendamente influyente en la investigación sobre palabras de alta frecuencia con fines docentes. INTRODUCCIÓN 4 La introducción de los avances tecnológicos ha permitido a los lingüistas estudiar el lenguaje humano mediante el procesamiento automático de enormes colecciones de textos que contienen millones de palabras. Nace así la lingüística computacional, una nueva rama de investigación que utiliza las herramientas informáticas sobre muestras de lenguaje real para detectar patrones de uso. Una de sus líneas de investigación en los últimas décadas ha sido, precisamente, elaborar listas de palabras frecuentes empleando modelos computacionales, una metodología que ofrece resultados mucho más rigurosos que la General Service List. Algunas de estas listas no estudian el lenguaje cotidiano, sino que están enfocadas únicamente al vocabulario técnico de un área concreta para utilizarlas como referencia para programaciones docentes de inglés profesional o con fines específicos. Así, se pueden encontrar listados de términos de alta frecuencia relativos a multitud de campos como la medicina, el derecho, el inglés de los negocios o las palabras recurrentes en el inglés académico. Es sorprendente, sin embargo, que no se puedan encontrar listas diseñadas especialmente para alumnos con una lengua materna determinada. Un factor que puede explicar esto es el desprestigio del uso de la lengua materna como fuente de conocimiento transferible a la lengua meta. Esta visión, que parte de la teoría del Análisis Contrastivo, ha permanecido hasta hoy como dogma pedagógico, aunque ello implique desaprovechar el conocimiento potencial del alumno acerca del vocabulario que presenta similitudes en ambas lenguas. Aunque estructuralmente el inglés es una lengua de origen germánico, una proporción considerable de su léxico tiene una gran influencia latina. Estas palabras son especialmente representativas en el habla culta y en la mayor parte de registros científicos y académicos. La Academic Word List (Coxhead, 1998), la más influyente lista de inglés académico en la actualidad, contiene más de un 70% de palabras de raíz latina, muchas de las cuales pueden ser fácilmente deducibles por cualquier hablante de español que tenga unos conocimientos muy básicos de inglés, además de por hablantes de otras lenguas romances, como el portugués, el francés, el italiano o el rumano.