La imagen-tiempo deleuziana como marco para el desarrollo de deseos perversos: Temporalidades queer en La ciénaga (Lucrecia Martel, 2001)

  1. Lucía Gloria Vázquez Rodríguez
Libro:
Qué es el cine: IX Congreso Internacional de Análisis Textual
  1. Mercedes Miguel Borrás (coord.)

Editorial: Ediciones Universidad de Valladolid (EdUVa) ; Universidad de Valladolid

ISBN: 978-84-8448-982-5

Año de publicación: 2018

Páginas: 1255-1263

Congreso: Congreso Internacional de Análisis Textual (9. 2017. Valladolid)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Definida en ocasiones como "aburrida", La ciénaga (Lucrecia Martel, 2001) continúa la tradición del cine lento propia de directores como Jia Zhangké o Bela Tarr, caracterizada por el uso de tomas largas y elipsis constantes, por el debilitamiento de las relaciones causa-efecto, y por el retrato de los tiempos muertos y la monotonía. Se trata de un film en el que no existen ni progreso ni linealidad, sino sensaciones, deseos y memorias –de orden más sensual que visual, – un film que obliga al espectador a sincronizarse físicamente a un ritmo pausado. A través del uso de imágenes-tiempo que trasladan el foco de la acción y el movimiento a la dimensión sensual de las imágenes, el lenguaje visual de Martel permite la aparición de lo "irracional e inaceptable" -de lo queer, de esos deseos perversos que no se centran en objetos edípicos aislados (las metas narrativas), sino que inundan toda la textura del film; en La ciénaga, primos desean a primos, y niñas de clase alta, a sus mucamas indígenas. La suspensión del tiempo narrativo puede de este modo entenderse como una estrategia para visibilizar los deseos no-normativos existentes en toda relación humana, y es precisamente ese deseo, entendido a la manera de Deleuze, el único antídoto contra el tedio en la obra de Martel.