Camus en Kieslowskiel vitalismo como justificación de la vida. Una biodicea de la honestidad y la solidaridad

  1. Nuño López, Ángel
Dirigida por:
  1. Tomás Melendo Granados Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 28 de octubre de 2021

Tribunal:
  1. Agapito Maestre Sánchez Presidente
  2. Francisco Tadeo Baciero Ruiz Secretario/a
  3. Diego Sánchez Meca Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El objeto principal de nuestro estudio es la obra cinematográfica de Kieslowski. Ahora bien, nuestro acercamiento a su obra pretende ser llevado a cabo desde la filosofía. En efecto, nos proponemos indagar sobre la relación que existe entre la obra fílmica de Kieslowski y la obra literaria y el pensamiento de Albert Camus. Para ello, será imprescindible un acercamiento detenido y minucioso a la producción artística de ambos autores. Sin embargo, no quedarán perfilados aún así los límites de nuestro estudio, ya que, como fruto de la indagación, surgirá en nuestro trabajo un nuevo protagonista: Nietzsche Kieslowski afirmó claramente que fue Albert Camus el pensador que más había influido en su obra cinematográfica. A su vez, sabemos que Nietzsche inspiró en buena medida la obra literaria de Camus. De hecho, si lo analizamos con detenimiento, concluiremos que todos los grandes pensadores del siglo XX han estudiado a Nietzsche. En Camus no sólo encontramos a un claro admirador de la obra de Nietzsche -sabemos que su retrato presidia la mesa de su despacho-, sino que podríamos llegar a descubrir en sus personajes algunos rasgos muy familiares a la producción literaria y filosófica de Nietzsche. Sin adelantar lo que esperemos podamos desarrollar con detalle, diremos ahora que, sencillamente, la obra cinematográfica de Kieslowski contiene, no sólo trazas sensibles, sino elementos centrales que conectan con la obra literaria de Camus. La honestidad y la solidaridad son rasgos esenciales de la obra de uno y de otro. En una de las cintas de Kieslowski -Cabezas parlantes (1979)- aparece una idea nuclear: la vida como finalidad de la vida. A poco que estudiemos el perfil filosófico de la obra de Camus, encontramos efectivamente una afinidad clara en este punto: si san Cipriano sostenía que fuera de la Iglesia no hay Salvación, el Nobel francés afirmaría que fuera del mundo no hay salvación. La vida como finalidad de la vida. En ocasiones, en este análisis de la vida humana y sus complejidades, ambos autores se encuentran con la necesidad de decir una palabra sobre la posibilidad del suicidio. En Kieslowski, por ejemplo, en su célebre obra Sin fin. En Albert Camus, claramente en El mito de Sísifo o en Los justos. Otros paralelismos entre ambos son evidentes. Por ejemplo frente a la cinta No matarás podríamos situar la novela El extranjero. O también podríamos poner ahora como ejemplo lo pertinente de profundizar en el tema del azar en uno y en otro. Una de las obras más celebradas de Kieslowski se titula precisamente El azar. Precisamente en este punto nos veremos movidos a presentar a un nuevo convidado: Paul Auster y la constante presencia del azar en sus obras. Obviamente, no defenderemos una equivalencia o una coincidencia exacta entre un autor y otro, entre el cineasta y el literato. Más bien, constataremos notables diferencias entre ambos. Sin embargo, nos parece bastante concluyente la presencia constante -y en ocasiones velada- de Camus en Kieslowski. A nuestro juicio sería interesante estudiar la obra de Kieslowski y la de Camus bajo un triple conflicto: el del hombre consigo mismo: la cuestión de la identidad; el del hombre con los demás: el problema de la armonización entre libertad y justicia; el del hombre con el mundo: el problema del conocimiento. O, podríamos decir también, utilizando la metáfora de Miguel Hernández, ambos autores claman de dolor por una triple herida: la del amor, la de la muerte, la de la vida. Estos tres temas son dignos de análisis detenido, tanto en la obra de Kieslowski, como en la de Camus. En cualquier caso, resulta evidente que tanto para Kieslowski como para Camus, el problema del dolor, el sufrimiento y la muerte están continuamente presentes. Y, por fin, también Dios. ¿Presente por su ausencia? Esta es, en efecto, otra pregunta con la que intentaremos analizar la obra artística de estos dos grandes autores. Quizá Dios esté presente en sus obras como la diosa Atenea en las mitología, en forma de lechuza. Quizá en Kieslowski sea éste el sentido de la presencia de ese personaje misterioso -que sólo observa, no dialoga con nadie- en la mayoría de los episodios de su serie Decálogo. En este conflicto -el que brota de abordar cada uno de los temas enunciados -, en el que se debaten ambos autores, surgen algunas nociones dignas, a nuestro juicio, de estudio y que se convertirán en temas axiales de nuestra tesis: la honestidad y la solidaridad. Precisamente en la consideración de estos conceptos podemos llegar a percibir la presencia de Nietzsche en ambos autores. Esta presencia convendrá, obviamente, explicarla con detenimiento y con mucho precisión. Ahora, nos limitaremos a presentar la línea básica que seguirá nuestro argumento.