Aplicaciones proteómicas para el descubrimiento de biomarcadores diagnósticos en ictus

  1. Llombart Sebastià, Víctor
Dirigida por:
  1. Joan Montaner Villalonga Director/a
  2. David García Dorado Director/a
  3. María del Mar Hernández-Guillamón Director/a

Universidad de defensa: Universitat Autònoma de Barcelona

Fecha de defensa: 13 de abril de 2016

Tribunal:
  1. Antoni Dávalos Errando Presidente/a
  2. Gloria Alvarez Llamas Secretaria
  3. Jean-Charles Sánchez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 411295 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

El ictus representa uno de los trastornos neurológicos más severos. En nuestro entorno, esta patología cerebrovascular revela una elevada prevalencia y se sitúa como segunda causa de muerte y primera causa de invalidez y discapacidad, lo que se traduce en un extraordinario impacto a nivel económico, sanitario y social. El diagnóstico del ictus se basa en la evaluación del paciente a través de técnicas de neuroimagen, identificando si la lesión cerebral es de naturaleza isquémica, hemorrágica o se trata de una patología mimetizante. El tratamiento específico del ictus isquémico agudo incluye la trombolisis o los tratamientos recanalizadores intraarteriales, ambos dirigidos a lograr la recanalización de la arteria ocluida. En cambio, en el ictus hemorrágico, las estrategias de reducción de la presión arterial presentan resultados prometedores pero actualmente se encuentran aún bajo evaluación. Para asegurar la administración del tratamiento agudo adecuado resulta esencial la diferenciación entre los distintos subtipos de ictus así como su distinción de otras patologías mimetizantes de forma rápida y precisa. El uso de biomarcadores para el diagnóstico del ictus representa una herramienta alternativa especialmente aplicable en entornos donde la accesibilidad a la neuroimagen resulta limitada, como el escenario pre-hospitalario, centros sanitarios de primer y segundo nivel, zonas con baja densidad de población o países en vías de desarrollo; y que permitiría agilizar la evaluación del paciente en la fase hiperaguda tras el evento vascular. Actualmente, ningún biomarcador está siendo aplicado en el manejo de los pacientes que han sufrido un ictus, pero algunos candidatos ya han evidenciado su potencial en estudios multicéntricos y diversos meta-análisis. Buenos ejemplos de ello son el péptido natriurétio de tipo B (BNP) para identificar la etiología cardioembólica del ictus isquémico, o la medición de copeptina en la predicción del pronóstico de los pacientes. El objetivo que persiguen los trabajos incluidos en esta tesis doctoral es identificar nuevos biomarcadores candidatos para el diagnóstico del ictus a través de técnicas proteómicas aplicadas en modelos in-vivo e in-vitro, así como en muestras humanas. Por un lado, mediante técnicas de cuantificación SILAC y label-free, junto con el empleo de MALDI imaging, hemos podido identificar proteínas involucradas en la isquemia cerebral para su evaluación como biomarcadores específicos de esta patología. Por otro lado, hemos logrado describir distintas proteínas capaces de discriminar los ictus isquémicos de aquellos de naturaleza hemorrágica mediante su cuantificación en plasma. Además, hemos sido capaces de evaluar el valor añadido de algunos de los candidatos identificados aportando información sobre su capacidad predictiva y de discriminación. Los resultados de esta tesis doctoral han permitido avanzar un paso más en el conocimiento de la fisiopatología de la isquemia cerebral y suponen la apertura de nuevas vías de investigación en futuros estudios. Además hemos podido examinar nuevos candidatos para la diferenciación de los subtipos isquémico y hemorrágico. Explorar el valor real de los candidatos descritos como biomarcadores diagnósticos en cohortes multicéntricas representa el siguiente paso derivado de los resultados presentados en esta tesis doctoral. La implementación del uso de biomarcadores diagnósticos de ictus en la práctica clínica diaria parece un excelente escenario de futuro que podría traducirse en una clara mejoría en el manejo de los pacientes en fase aguda y en una mejor administración de los recursos socio-sanitarios.