(Photo)autobiographical writing:memory and construction of the self in Peter Beard's photo diaries

  1. Marcos Molano, Mar 1
  1. 1 Universidad Complutense de Madrid
    info

    Universidad Complutense de Madrid

    Madrid, España

    ROR 02p0gd045

Revista:
Fotocinema: revista científica de cine y fotografía

ISSN: 2172-0150

Año de publicación: 2022

Título del ejemplar: Recuerdos visuales fotográficos

Número: 25

Páginas: 63-82

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Fotocinema: revista científica de cine y fotografía

Resumen

El diario (fotográfico) es la perfecta afirmación del fotógrafo como individuo en su voluntad de aparecer desnudo ante los demás. Cuando esto ocurre, asistimos a la total identificación del fotógrafo-narrador con el modelo y con el observador. Es el “pacto (foto) autobiográfico” donde la exploración con el lenguaje es llevada al límite, en tanto que la aventura interior no puede ser expresada con una escritura limitada. En este proceso se comprueba cómo ladificultad de la fotografía es enfocarlo que la memoria selecciona para crear una narración de lo que finalmente se ha de desvelar apilándolo en el aparente caos de la creación artística: fotografías sin aparente conexión pero que determinarán una línea de significación de imágenes que nacen con el ánimo de ser recordadas. Si el diario (literario) documenta y describe el estado de ánimo del sujeto, la paradoja del diario (fotográfico) es que se nutre solo de una de las dimensiones de la comunicación, la del fotógrafo-autor, en tanto que el observador es él mismo y dispone de antemano de la información que ofrece en su obra. ¿Acaso el fotodiario se realiza para no ser visto? Resulta difícil concebir esta idea: toda creación artística tiene la necesidad de llegar a un observador. Es por esta razón que hay en el fotodiario una necesidad de descubrir al otro laidea que uno tiene de sí mismo, porque en la descripción en primera persona del Yo que realiza el fotógrafo-narrador en el acto fotográfico, incluso en la más objetiva y parecida al documento, se esconde un Yo de la ficción, un sujeto fotógrafo-narrador de lo real, que pasa a ser personaje-modelo de lo (foto) relatado.Desde este punto de vista, el fotodiario es la evidencia de una vida construida, sometida a una forma narrativa completa que, a través del montaje de las fotografías, encuentra el ritmo de un relato (visual y escrito). Visto así, el diálogo que surge del fotodiario tiene lugar, precisamente, para que otros lo escuchen. Para que otros lo recuerden. Y aunque restringido por las imposiciones de su condición referencial, nada impide que podamos verlo y leerlo como un álbum de imágenes que muestra los trasuntos de un Yo protagonista, núcleo en torno al cual se despliegan el resto de los elementos. Esto pone manifiesto la perspectiva de fotodiario que nos interesa: aquella cuya esencia no es mostraral Yo que se “autorreferencia”, sino al Yo que se “narra” a sí mismo. Una mirada en la que prevalece la virtualidad creativa por encima de la referencial, una virtualidad de poiesisantes que de mimesis. Por esta razón hemos elegido la obra de Peter Beard, porque consideramos que concibe su trabajo artístico como un compromiso personal que es tanto la causa de la fotocomo su objeto. Un trabajo de introspección en el que subyace el gusto por contemplarse y la necesidad de atesorar recuerdos, maximizado por el lenguaje fotográfico a través del autorretrato y de la técnica del collage. Porque, aunque trabajara para los servicios de conservación de la vida salvaje, tomando muestras y realizando fotografías, para Beard el fin último de estas imágenes no era su carácter referencial, sino su sentido artístico en tanto que material para nutrir sus collages. Necesitaba expresarse y lo hizo, más que con su cámara, con sus manos. Huía de la falsedad fotográficapor lo que sucámara pasó a ser una herramienta para crear “elementos-imágenes”, con los que construir fascinantes fotocollagesque acogen en su interior materiales de naturaleza heterogénea como autorretratos fotográficos o retratos pictóricos, objetos inertes o partes disecadas de animales...,mezclados con la escritura en forma de anotaciones o pensamientos del propio autorintervenidos de sangre, la de animales, incluso la suya propia.El resultado es una colección de fotografías de la memoria de su intimidad que, apiladas en sus fotodiarios,no son sino la base de una historia personal que desea ser contada, quizá también para ser recordada. Siguiendo la línea marcada, acometeremos la lectura de los fotodiarios de Peter Beard superando la atracción de lo informativo y revisandosus diarios con una mirada ficcional, en la medida que el Yo emplea las mismas estrategias para crearse, tanto en un texto de ficción como en un texto factual. Para ello, hemos llevado a cabo una selección de cuatro imágenes de Beardcentrada en su trabajo como foto-diariasta que, aun siendo una parte de su obra, es también muy extensa. A partir de estas imágenes queremos demostrar cómo se construye la memoria del Yo; cómo se construye la memoria del artista a través de su presencia en la imagen y cómo laimagen cede un lugar al observador para el necesario diálogo de reconstrucción del Yo

Referencias bibliográficas

  • Barthes, R. (2004). Roland Barthes por Roland Barthes. Paidós.
  • Debray, R. (1994). Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en occidente. Paidós.
  • De Diego, E. (2011). No soy yo. Autobiografía, performance y los nuevos espectadores. Siruela.
  • Eco, U. (1993). Lector in fabula. La cooperación interpretativa en el texto narrativo. Lumen.
  • Edwards, O., y Aronson, S. (2020). Peter Beard. Taschen.
  • Gracia, J. (2004). La voz literaria y la materia diarista. En Autobiografía en España, un balance: actas (pp. 223-234). Visor.
  • Luque, A. (2016). El diario personal en la Literatura: Teoría del Diario literario. Castilla. Estudios de Literatura (7), 273-306
  • Luque, A. (2018). El Yo del diario literario: apuntes para una fundamentación teórica. Impossibilia. Revista Internacional de Estudios Literarios (16), 93-114.
  • Man, P. (1991). La autobiografía como desfiguración. Anthropos (29), 113-118.
  • Picard, H. R. (2006). El diario como género entre lo íntimo y lo público, Anuario de la Sociedad Española de Literatura General y Comparada. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
  • Ricoeur, P. (2000). Narratividad, fenomenología y hermenéutica. Anàlisi: quaderns de comunicación i cultura (25), 189-207.
  • Sánchez Moreno, J. A. (2011). La fotografía, el espejo con memoria. Con-ciencia social: Anuario de didáctica de la geografía, la historia y las ciencias sociales (15), 37-45.
  • Trapiello, A. (1998). El escritor de diarios. Península.