Estudio de la asimetría condilar en pacientes infantiles con mordida cruzada posterior

  1. PANIAGUA GARCÍA, MARÍA JOSÉ
Dirigida por:
  1. Begoña Bartolomé Villar Director/a
  2. Mª Rosa Mourelle Martínez Directora

Universidad de defensa: Universidad Europea de Madrid

Fecha de defensa: 22 de julio de 2021

Tribunal:
  1. Joaquín de Nova García Presidente
  2. Mercedes Mendez Zunino Secretario/a
  3. Juan José Arrieta Blanco Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 706893 DIALNET

Resumen

La mordida cruzada posterior es una de las maloclusiones más habituales que nos encontramos en la consulta dental. Se define como una alteración en el plano transversal donde las cúspides palatinas de los dientes posterosuperiores ocluyen lingualmente de las fosas de los dientes posteroinferiores en oclusión céntrica. Esto ocurre por una descompensación entre la anchura del maxilar y la mandíbula, debido a una compresión maxilar o por un paladar estrecho. La etiología se puede deber a varias causas tales como factores ambientales, genéticos, funcionales o una combinación de éstos. Según su etiología, las mordidas cruzadas posteriores pueden clasificarse en esqueléticas donde existe una discrepancia a nivel transversal entre el tamaño del maxilar superior y de la mandíbula, pudiendo existir una hipoplasia maxilar, una hiperplasia mandibular o una combinación de estas dos. También pueden ser de causa dental dónde los dientes superiores se encuentran lingualizados y/o los inferiores se encuentran vestibulizados pero el maxilar y la mandíbula se han desarrollado correctamente. Los pacientes que desarrollan una mordida cruzada posterior desvían la mandíbula para poder masticar, lo cual provoca una alteración en la posición de la línea media inferior hacia el cóndilo donde se desarrolla la mordida cruzada. La mandíbula, al posicionarse en un lugar que no es el adecuado, provoca que los pacientes puedan presentar asimetrías funcionales y que, al producirse un movimiento anómalo de la mandíbula, se inhiba el crecimiento en el lado donde se desarrolla la mordida cruzada posterior y se estimule el desarrollo en el cóndilo contrario. De esta forma, esta alteración puede ocasionar asimetrías faciales en niños en etapas de crecimiento. Las alteraciones musculares y de la ATM, el bruxismo o anomalías estéticas son una de las posibles consecuencias que se pueden desarrollar si no se realiza un tratamiento precoz de la mordida cruzada posterior unilateral. Los tratamientos más frecuentes empleados para evitar este tipo de maloclusión, son variados y comprenden la colocación de pistas de composite, tallado selectivo y colocación de aparatología removible y fija para expandir el maxilar superior. Un gran número de autores afirman que la edad ideal para realizar estos tipos de tratamientos es en dentición decidua o mixta primera fase. (1). La aparatología fija que consiste en la expansión lenta o rápida del maxilar superior es la más empleada. (2). Nuestro objetivo en este estudio fue determinar la presencia de asimetría del cóndilo mandibular en pacientes de ambos sexos de edades comprendidas entre los 7 y 9 años, con mordida cruzada posterior unilateral y compararla con una muestra de pacientes de la misma edad y ambos sexos que no presentaban dicha maloclusión, que acudieron a un Centro Radiodiagnóstico bucodental en la Comunidad de Madrid para realizarse un estudio de ortodoncia. Esta investigación se realizó midiendo la altura y anchura condilar derechas e izquierdas de 401 ortopantomografías de niños con y sin mordida cruzada según el método de Habets realizando algunas modificaciones de este método. Observamos que en niños que presentaban mordida cruzada posterior unilateral, la altura de los cóndilos mandibulares era similar en ambos sexos y en todos los grupos de edad analizados; sin embargo, la anchura del cóndilo mandibular fue mayor en el lado contralateral al que se establece la mordida cruzada posterior. Encontramos que también existía una mayor asimetría en el cóndilo mandibular en el grupo de pacientes con mordida cruzada posterior unilateral que en pacientes que no desarrollaron esta patología. Como conclusión, podemos afirmar que existe una asimetría condilar en niños, de ambos sexos, en dentición mixta primera fase, con mordida cruzada posterior respecto a un grupo control, independientemente del lado en que se presente la maloclusión.